Javier Vázquez Delgado recomienda: La música de Sandman: Preludios y Nocturnos

Recuerdo estar tumbando en la cama, a mis pies un AS y en la radio la voz de Paco Pérez Bryan señalando, tras pinchar Jane´s Addiction o Alice in Chains, que existía una fábrica en Alemania encargada exclusivamente de fabricar copias de CD del Dark Side of the Moon de Pink Floyd, disco publicado en 1973 y que se mantuvo durante 714 semanas en el top 200 de ventas de la revista Billboard.
No sería extraño pensar, que durante esos catorce años – y los siguientes ¡incluso ahora!- cada día o cada semana hubiese una persona que escuchase por primera Breathe, Time, Money, Eclipse y el resto de canciones del octavo disco de la banda británica.

Es algo que ocurre con inumerables obras; siempre hay una primera vez para deslumbrarte con las Pinturas Negras de Goya, sobrecogerte con la trilogía del Padrino de Coppola o maravillarte con el mundo creado por Gabriel García Márquez en Cien años de Soledad.

En el universo comiquero también hay obras atemporales, tebeos que sobrepasan la barrera del tiempo y se disfrutan por igual en su presente, como en el presente del lector, que puede situarse cinco, diez, quince o veinte años en el futuro.

En aquellos años de instituto, de calimochos, de habitación empapelada con imágenes de Jordan o Villacampa, en la mesa de estudios, junto a folios con derivadas e integrales, se hallaba una tebeo con el título de Sandman. Sí, es una obra que muchos lectores la leyeron en aquellos años del caso Filesa, Roldan, Lasa y Zabala, ETA o la llegada de Aznar a la presidencia del gobierno, pero también habrá lectores de Zona Negativa que comenzaron a leer la historia de Sueño con las huelgas universitarias por Bolonia, con Zapatero en Moncloa tras el 11M o ya en plena crisis del sistema capitalista, con familias echadas de su casa, con un pueblo que inundaba las calles a mediados de Mayo o bien puede, que la primera vez que lean 6 de Junio de 1916, Wych Cross, Inglaterra sea hoy, ya sea en la versión inicial de Zinco, en las rústicas de Norma – o su esplendoroso cartoné- o en la mas actual de ECC, ya sea con sus económicas tapas duras o en sus versiones Deluxe – con o sin arena.

Cualquier momento es bueno para comenzar a leer DKR, Watchmen, Starman, Astrocity o…. Sandman. Son tebeos que te acompañan a lo largo de tu vida, a los que uno regresa a pesar del paso del tiempo y de la innumerable oferta semanal, en busca recuerdos, descubrimientos o ensoñaciones.
Cualquier causa es buena, en mi caso, la última vez que he visto como el señor Hattaway era despertado y entraba en la mansión de Burgers, fue tras escribir la noticia del regreso del universo Sandman al sello Vertigo a través de cuatro series supervisadas por Neil Gaiman.

Tras la relectura de sus primeros arcos argumentales, me entraron muchas ganas de escribir sobre ellos. Pensé en hacerlo en relación al magnífico y ejemplar #1 – ¿uno de los mejores números uno de la historia del cómic?-, también me pareció interesante el hablar sobre la ¿versión perversa de El ángel exterminador? que es el número #6, así como , en palabras de Gaiman, “uno de los números favoritos de los fans”, el número #7 donde aparece por primera vez Muerte.
También hubiese sido muy apropiado a destacar el cuento de de arena que se relata en Sandman #9 o la relación de amistad a través de los siglos entre Gadling y Morfeo en Sandman#13.

Por otro lado, hablar de Sandman es más que las aventuras de unos personajes; es mitología, leyendas, y referencias históricas y culturales. Las cuales, por otra parte, no son pocas en estos primeros números de la serie guionizada por Gaiman.

Pero observando el histórico de Zona Negativa, poco más se podría decir sobre Sandman habiendo un excelente análisis de Jose Torralba, así como un extraordinario artículo de Raúl Martín reflejando las diferentes referencias que se pueden hallar a lo largo de los 75 números que componen la serie Sandman.

Pero en la lectura de esos primeros números, descubrí un resquicio del que poco se ha hablado: su música. Por ello, a través de diferentes artículos se irá reflejando las canciones que suenan en Sandman .

Sin mas preámbulos he aquí la música de Preludios y Nocturnos

Las primeras melodías que empiezan a sonar en Sandman se escuchan a partir del número #3, cuando de la radio/despertador de John Constantine suena la siguiente canción:

Ya levantado, aseado y vestido, cuando John se dispone a salir de su apartamento, de la radio suena otra explicita canción de quien le está buscando:

Ya en la calle, se refugia de la lluviosa Londres en un bar de desayunos para tomar café y una hamburguesa. Su intención era acompañar la comida con la voz de Marvin Gaye en I heard it through the grapevine, pero de la rockola salió una canción muy diferente:

Fuera del bar, la loca Hettie avisa a John que Morfeo ha regresado, lo que hace que Constantine empieza a investigar y buscar información sobre Sandman mientras escucha

y

Pensando, tumbado en la cama , camisa sin mangas y fumando, del televisor suena la siguiente melodía antes de que haga aparición Sueño

Al final del número, una vez que Sueño ha obtenido la bolsa de arena del apartamento de Rachel, Constantine le pide a Sueño un favor, si podría hacer desaparecer las pesadillas que lleva sufriendo en los últimos diez años. Tras ello John se marcha cantando

En el terrorífico número seis Gaiman narra los sucesos que acontecen durante 24 horas en una cafetería por acción del Doctor Destiny .
Cuando los personajes llevan encerrados trece horas, una pareja folla bajo el mostrador mientras en la televisión comienza

Tras la lucha mortal de los hombres para ver quien es el macho alfa, y alcanzando las 20 horas de encierro, las tres mujeres danzan cantando

Como curiosidad, reflejar que el propio Sting – en cuya imagen se baso Alan Moore para diseñar el personaje de Constantine – realizó una versión de esta canción en el álbum de 1982 Brimstone & Treacle



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