Javier Vázquez Delgado recomienda: Descender 5. La rebelión de los robots

 

Edición original: Descender Volume Five: Rise of the robots.
Edición nacional/ España: Astiberri.
Guión: Jeff Lemire.
Dibujo: Dustin Nguyen.
Entintado: Dustin Nguyen.
Color: Dustin Nguyen.
Formato: Cartoné, 17 x 26 cm., 120 páginas.
Precio: 15,00 €.

 

Estamos ante el quinto volumen de Descender, esa gran obra de ciencia ficción de Jeff Lemire y Dustin Nguyen. Y en esta oportunidad sabemos que es el número cinco de seis, ya que la serie concluyó en el sexto volumen en su edición norteamericana, contando un total de 32 entregas mensuales. Pero queda hecha la aclaración de que continuará en una nueva serie con un enfoque diferente aunque dentro del mismo universo denominada Ascender, a comenzar su publicación en 2019 (tal como nos informaron los compañeros de Mundo Independiente oportunamente). Dejando el futuro a un lado y volviendo al presente volumen que fue novedad de julio de Astiberri, con el título La rebelión de los robots nos anuncia que la transición de los últimos dos tomos llega a su fin y acelera la marcha hacia el desenlace, que como se dijo ya está próximo.

Por ello, en el curso de los cinco capítulos que lo componen, (casi) todas las tramas confluyen en un mismo momento y lugar. En el camino a ese punto, no obstante, se precipitan varios hechos de importancia para los muchos personajes que protagonizan esta serie, y por eso también podemos decir que finaliza esa transición de dos volúmenes y en este ocurre muchísimo. Obviamente no los vamos a develar, reservándolo a la lectura de cada uno. Sí podemos anticipar, que en este quinto volumen empiezan a aparecer respuestas sobre los Cosechadores que terminarán de responderse (suponemos) en el sexto. Esto además de lo que anuncia el propio título del libro, aunque el título original que utiliza el concepto rise que puede traducirse también como levantamiento o alzamiento nos dice un poco más de lo que efectivamente sucede en esta parte de la historia.

En lo que respecta a la estructura del guión, hay algunas decisiones que pueden haber funcionado mejor en la lectura mes a mes de la serie regular y otras que lo hacen mejor siendo leídos de corrido. En cuanto a lo primero, tiene grandes cliffhangers al final de cada capítulo que dejan el interés y la tensión altas para capturar de un mes al otro, así como también funciona para no soltar el libro hasta el final. Y, por supuesto, también tiene un final que funciona de la misma manera haciéndonos desear la lectura del volumen final ya mismo, algo que los más ansiosos (y que lean en inglés) pueden hacer con las grapas #27 a #32 o en el tomo recopilatorio que saldrá el próximo 19 de septiembre. Pero además de los cliffhangers, en el comienzo del segundo capítulo se hace una breve recapitulación de las últimas páginas del primero, añadiendo algunos detalles que no estaban en el final del primero para que en este funcionara la sorpresa; esto en la lectura del tirón se hace un poco raro, aunque no por eso deja de funcionar.

Por otra parte, lo que debe haber sido difícil de leer en la lectura mes a mes es que la tercera parte de este libro sale por completo de las tramas principales de Tim-21, Telsa, el doctor Quon, Andy y su grupo, la resistencia robot y demás cuestiones, para centrarse por completo en la caída de Taladro desde el espacio exterior a un nuevo planeta. No deja de ser un gran capítulo, en lo más mínimo, pero poco hace a la lectura de este volumen (quizás anticipando algo de la siguiente y futura serie) y corta la cadencia narrativa de la historia más importante de Descender… aunque pueda argumentarse que funciona como interludio dividiendo el volumen en dos.

En cuanto al dibujo, Nguyen sigue luciéndose con sus acuarelas sin quitarle atención a la narrativa que mantiene el ritmo, las tensiones y la emoción del guión, formando una excelente dupla con Lemire, potenciándose mutuamente. En este tomo en particular, destaca el dibujante en el mencionado tercer capítulo que lo quita de la zona de confort de esta serie, saliendo de las máquinas y el espacio abierto a un mundo que se acerca más al género de fantasía y magia, con un escenario consecuentemente más ligado a la naturaleza. Si bien hay que puntualizar en esa capacidad de adaptarse perfectamente a los diferentes ambientes, en el de ciencia ficción espacial sigue haciendo un excelente trabajo, a la altura de todo lo que ya demostró en los cuatro volúmenes anteriores. Un detalle más, es que en estas páginas al acercarnos a una situación de guerra cósmica, se nota como nunca antes la influencia de Robotech (o en particular, de la saga de Macross) que porta el dibujante, asemejándose bastante las escenas con grandes naves enfrentadas a las vistas en aquella serie televisiva.

En resumen, continuando el muy buen trabajo de la dupla y saliendo de ese momento transicional algo extendido en el que por momentos parecía estirarse la narración para prolongar la serie (sin menospreciar la intención de los autores de desarrollar más a estos personajes y su universo), este quinto volumen levanta el nivel y augura un gran final para una gran serie. Y, desde ya, esperamos esa continuación que seguirá ampliando y contando más historias en este mundo de ficción.

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