Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNCine – Crítica de Misión imposible: Fallout, de Christopher McQuarrie
Dirección:Christopher McQuarrie
Guion:Christopher McQuarrie, basado en la serie de TV creada por Bruce Geller
Música:Lorne Balfe
Fotografía:Rob Hardy
Reparto:Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon Pegg, Ving Rhames, Vanessa Kirby, Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela Bassett, Sian Brooke, Sean Harris, Wes Bentley, Frederick Schmidt, Liang Yang, Kristoffer Joner
Duración:147 minutos
Productora:Paramount Pictures / Skydance Productions
Nacionalidad:Estados Unidos
Escáner de retina. Agente confirmado: Giovanni Casella. “Se ha estrenado Misión Imposible: Fallout en pantalla grande. Su misión, si decide aceptarla, será ir al cine a verla y escribir la crítica. Para llevar a cabo todo esto, tendrá que haber repasado antes todas las entregas protagonizadas por el agente Ethan Hunt. Ya sabe, si usted es capturado o muere, la secretaría negará tener conocimiento de sus acciones…”
Y así fue cómo me embarqué en esta misión. He de confesarles que fue una de las aventuras más arriesgadas que he tenido, ya que, pese a que soy un gran fan de esta saga cinematográfica, tuve que volver a ver 18 años después Misión: Imposible 2. La cinta de John Woo es una completa aberración se mire por donde se mire, desde el uso y abuso de las palomas y la cámara lenta (el enésimo director que se cree Sam Peckinpah en este aspecto, pero no lo es), hasta el esperpéntico retrato que hacen de la Semana Santa de Sevilla mezclada con las Fallas de Valencia. Un mal trago que casi 20 años después de que saliera horrorizado de la sala de cine cuando la vi en su estreno, he tenido que repetir para esta crítica. Más allá de este pequeño infortunio, realmente he disfrutado con el ciclo de Misión Imposible. Personalmente, me sigo quedando con la primera, puesto que Brian De Palma me parece el mejor director y el único autor de la franquicia (si dejamos a un lado que Woo tiene ciertos rasgos autorales, casi más bien tics, que sí que funcionaron bien en su cine primigenio hongkonés pero que no casaron bien cuando dio el salto a Hollywood), y que la cinta de 1996 es la más genuinamente de espías. Es decir, De Palma nos brindó hace más de 20 años de un thriller de espionaje con momentos de acción y con una puesta en escena y planificación que lamentablemente no hemos vuelto a ver. Después de esta primera incursión, la saga fue tomando unos derroteros más propios del cine de acción hasta nuestros días.
Luego, llegó J.J Abrams, cuya entrega fue muy importante para la franquicia al introducir personajes claves para posteriores películas como los de Benji Dunn y Julia Meade-Hunt, interpretados respectivamente por Simon Pegg y Michelle Monaghan. Hunt se casaba aquí, dándole más profundidad al personaje, y también teníamos el mejor villano de toda saga al que dio vida el malogrado actor Philip Seymour Hoffman, hasta la aparición de Solomon Lane, aunque de esto hablaré más adelante. Abrams supo remontar el vuelo, ya que la licencia cinematográfica de Misión Imposible se encontraba herida de muerte después de la fechoría perpetrada 6 años atrás por Woo si nos referimos a términos estrictos de calidad cinematográfica. Si bien es cierto que, pese a la importancia de esta tercera entrega, Abrams demostró una vez más su impersonalidad como cineasta y que al ceder el puesto en la dirección y quedarse como productor, pudimos ver cómo cualquiera que viniese lo iba a hacer mejor que él. Bueno, cualquiera menos Woo, se entiende. El salto al cine con actores de carne y hueso le sentó muy bien a Brad Bird, genio del cine de animación, que nos mostraba una sólida entrega en Misión Imposible: Protocolo fantasma. Cuatro años después, Christopher McQuarrie se sumaba al carro de directores que habían pasado por la franquicia, pero su paso no era eventual, ya que sería el primero de todos ellos que repetiría. McQuarrie y Tom Cruise se habían encontrado previamente en Jack Reacher, una cinta que no me dijo nada especial, pero que al menos supuso la primera piedra entre la colaboración profesional del realizador y el actor, y que nos ha brindado en par ocasiones, tanto en Misión: Imposible – Nación secreta como en Misión Imposible: Fallout, dos grandiosos filmes de acción.
Así es, damas y caballeros. Misión Imposible: Fallout está a un peldaño de ser una obra maestra del cine de acción. No llegar a ser Jungla de cristal o Depredador, por citar dos ejemplos, pero poco le falta. Sinceramente, tiene mucho mérito que después de 6 entregas, la saga se mantenga en plena forma y mejor que nunca. Dicho esto, junto con la primera, a la que le tengo especial cariño por lo que comenté antes (además de que es la que tiene mejor reparto de todas), Fallout es la mejor de todas las películas que se hayan hecho sobre Ethan Hunt. Funciona el filme por muchas razones y una de ellas, la principal, es que la película merece el dinero de la entrada. Da lo que promete, no engaña, y, sobre todo, hay mucho trabajo y un profesionalismo inaudito en el blockbuster contemporáneo. La mayoría de cintas del Hollywood actual, más si cabe sin son sagas estiradas, no son otra cosa que un sacacuartos. ¿Quién personifica ese profesionalismo mejor que nadie? ¿Quién merece el dinero de nuestra entrada? ¿Quién evoca al Hollywood de antaño? No nos engañemos, y por mucho que algunos lo odien, la respuesta a todas esas preguntas es Tom Cruise.
Tom Cruise, posiblemente sea la última estrella viva que apela al viejo Hollywood; a ese que se basaba precisamente en las estrellas. En la actualidad, el público va a ver cine comercial más basándose en las campañas de marketing, los efectos y demás. Si bien es cierto que esta cinta ha tenido todo eso, la principal razón para verla es Tom Cruise. No hay mayor campaña de marketing ni mejor CGI que Cruise. Díganme ustedes qué actor ha trabajado con mejores directores que Cruise; qué actor ha tenido mayor rentabilidad en taquilla durante toda su carrera. Me refiero a actores en activo. No lo van a encontrar. ¿Por qué parece, dentro de su irrealidad, tan real y cercana la acción en las películas de Misión Imposible? Pues porque Cruise lleva al extremo esas escenas y las protagoniza el mismo, hasta el punto de romperse el tobillo en esta entrega. No deja de ser curioso cómo la toma en la que Cruise se lesiona ha sido empleada en la versión final de la cinta.
Si hay una séptima entrega, y ojalá la haya, espero que McQuarrie repita en la dirección. La cinta tiene una secuencia introductoria previa a los títulos de crédito que no es ni más ni menos que un guiño a la secuencia con la que comenzaba la película dirigida por De Palma. Un guiño, que el espectador veterano agradece. Volviendo al tema de por qué funciona tanto y tan bien esta cinta, es porque tiene muchos elementos básicos que la mayoría de filmes deberían tener (sobre todo si son de acción): un muy buen elenco actoral; un guion con tramas, subtramas y constantes giros; ritmo y acción trepidante muy bien rodada; una banda sonora que acompaña; y por encima de todo, pasan cosas. Sí, dicho así, parece una tontería, pero no lo es. La película está en constante movimiento; avanza de forma progresiva y natural.
Otros elementos destacables son que se ha recuperado con acierto el personaje Julia, y se ha cerrado la trama correspondiente entorno a ella y Hunt; repetir villano, dotándole a Solomon Lane un aire de Moriarty, de enemigo personal y recurrente del protagonista, siendo éste una verdadera amenaza sobre Hunt, incluso mayor que la que fue Owen Davian en la tercera entrega; el famoso y auténtico mostacho de Henry Cavill que casa perfectamente con el aspecto físico del personaje que interpreta.
Misión Imposible: Fallout es una cinta trepidante de acción, muy divertida que, recomiendo a los fans de la saga, y aquellas personas que le guste el género. Creo que es el blockbuster del verano, aunque el nivel no es especialmente bueno. Larga vida a Ethan Hunt; y larga vida a Tom Cruise, aunque imagino que viene a ser lo mismo, porque el nivel de mimetismo entre actor y personaje es muy grande.
Como conclusión, si han leído hasta aquí, se habrán dado cuenta que al primer párrafo le faltaba una frase que he decidido incluir al final. “…esta crítica se autodestruirá dentro de 5 segundos.”
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