Javier Vázquez Delgado recomienda: Batman/Superman: Los mejores de otros mundos
Edición original: Elseworld’s Finest núms. 1-2, Elseworld’s Finest: Supergirl & Batgirl USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Barbara Kesel, John Francis Moore, Matt Haley, Tom Simmons.
Dibujo: Kieron Dwyer, Matt Haley.
Entintado: Hilary Barta, Tom Simmons.
Color: Gloria Vasquez, Heroic Age, Moose Baumann.
Formato: Rústica, 176 páginas.
Precio: 15,95 €
Superman y Batman son los héroes más populares de DC Comics, y seguramente los más icónicos de la historia. Pioneros en su “oficio”, el hombre de acero y el caballero oscuro han vivido un montón de aventuras tanto por su cuento, como haciendo equipo juntos. Varias son las colecciones que han unido a estos dos titanes del cómic, desde las más modernas, como el Superman/Batman de Jeph Loeb, o el de New 52. Pero si hay un tebeo icónico que popularizó este histórico team-up fue World’s Finest, traducido en español como “Los mejores del mundo”, que funcionaba como una antología de historias de estos dos héroes en compañía a veces también de otros como Robin o Green Arrow y que se publicó desde 1941 hasta 1986, ahí es nada. Debido a la popularidad de la colección, surgieron después otras que la homenajeaban a su manera, como el clásico de Dave Gibbons y Steve Rude o la miniserie de diez números de Karl Kessel, aparte de las series anteriormente nombradas.
Y sin embargo, una de las más desconocidas es la que hoy os traemos, Elseworld’s Finest, o como lo ha traducido ECC Ediciones, Los mejores de otros mundos, es precisamente un Otros Mundos que homenajea a su manera a la famosa colección clásica. Porque, seamos honestos, muy mala tiene que ser una historia de Superman y Batman para que aburra, puesto que ambos personajes, aun siendo tan distintos, tienen una química espectacular. Pero no solo ellos dos son capaces de regalarnos historias apasionantes y divertidas, sino que también otros miembros tanto de la batfamilia como de la superfamilia demuestran ser capaces de hacer un buen equipo juntos. Es el caso de Supergirl y Batgirl, otros dos personajes históricos e icónicos que también tienen su World’s Finest particular, con una historia también de Otros Mundos escrita por Barbara Kessel y que ECC recopila en este tomo junto a la de John Francis Moore con sus contrapartidas masculinas como protagonistas.
En la primera historia de este recopilatorio, nos encontramos en el año 1928, con un Jimmy Olsen en su adolescencia, repartiendo periódicos por Metrópolis, y que por casualidad se topa con Clark Kent, quien lleva ya unos años trabajando como periodista para el Daily Planet. Su encuentro les llevará a recorrer varios miles de kilómetros en busca del padre de Lana Lang, un famoso profesor que ha estado investigando sobre Argos, una ciudad perdida de la que se habla en pergaminos de culturas clásicas. El profesor Lang es secuestrado por la Liga de los Asesinos, liderada por un Ra’s al Ghul que aquí es una especie de Alí Baba, un príncipe de los ladrones árabe que tiene por supuesto un plan de dominación mundial para la que necesita encontrar Argos. Por el camino, nuestros héroes se encontrarán con un Bruce Wayne parisino, que les ayudará en principio por puro interés comercial, en su complicada empresa. Pero si Wayne está cambiado, esperad a ver a Luthor, convertido en un pirata ruso de armas tomar, y que por supuesto también tiene su papel en esta historia.
Honestamente, no esperaba nada de esta obra, y debo decir que me ha sorprendido gratamente. Ni siquiera soy fan de las historias pulp de aventuras, pero el simple hecho de sorprenderme con algo distinto, y sobre todo conseguir que me olvide de los clásicos Superman y Batman, para ofrecerme algo distinto, pero con Clark y Bruce, me parece algo genial. Hay poco de superhéroes en esta historia. Sí, Clark mantiene más o menos sus poderes, y Bruce tiene su particular traje de Batman, pero ninguno de esos dos nombres se mencionan en prácticamente todo el cómic, puesto que esto no es una historia de superhéroes, sino una historia muy clásica de aventuras que poco tiene que envidiar a Indiana Jones en la que Clark y Bruce unen sus fuerzas para salvar la humanidad. Es decir, lo que han hecho siempre, pero en un contexto muy distinto. Bravo por John Francis Moore. Hay que decir también que los personajes están algo cambiados. Bruce es un canalla, un cazatesoros y un hombre de fortuna, es decir, una especie de Han Solo, mientras que Clark es el típico hombre de a pie normal y corriente que sin embargo resulta tener una valentía interna sorprendente, siendo además más inocente de la cuenta. Esto para los más puristas puede suponer un escollo, a mí sin embargo me pareció que encajaban muy bien en la historia que Moore nos plantea.
En la historia de Barbara Kessel, nos encontramos en cambio una perspectiva muy diferente. Para empezar, y como comentaba al principio, nos encontramos a Supergirl y Batgirl como protagonistas, y el estilo de la obra va a ser más acorde a lo que estamos acostumbrado en World’s Finest, es decir, una historia superheroica. Con el Joker como villano principal, este último siendo una absoluta parodia patética de su homólogo original, Kessel nos plantea un mundo en el que Gotham está aislada y controlada de manera estricta por Batgirl y sus sistema Oráculo, que ha llegado a tal punto de paranoia y sobreprotección que ha sumido la ciudad prácticamente en un régimen tiránico y completamente aislado del resto. Si bien esto empieza a cambiar, y Batgirl comienza a abrirse un poco más, invitando a la Sociedad de la Justicia, liderada por Wonder Woman, a su ciudad, así como al filántropo Lex Luthor, que promete instaurar unas reformas en la ciudad para mejorar la calidad de vida de los gothamitas. Todo saldrá mal debido a un extraño plan del Joker, obsesionado con Batgirl ahora sí de forma sexual, sin remilgos como en su contrapartida masculina, y la mujer murciélago junto con Supergirl, la mujer esperanza de Metrópolis, irán a rescatar al bondadoso calvo, secuestrado por el Joker, en una historia en la que nada es lo que parece.
En resumen, una historia más típica, que por sí sola no brilla demasiado, y es destacable sobre todo por el retrato que hace de Batgirl, que la convierte en una justiciera más paranoica que el Batman más extremo, y que sin embargo no deja de ser una mujer inteligente, algo borde, y que tiene además una vida más allá de la lucha contra el crimen, en la que es ayudada por un Bruce Wayne que hace las veces de Alfred. Supergirl, por su parte, cumple con su papel de heroína inocente y buena, casi infantil, que emite esperanza allá por donde vaya, y que, a pesar del complicado carácter de Bárbara, consiguen en algún momento hacer un equipo superheroico decente con el que salvar la misión del día.
En el apartado artístico tenemos a Kieron Dwyer como dibujante, Hilary Barta como entintadora y Gloria Vasquez y Heroic Age como coloristas todos ellos de la historia de Superman y Batman, mientras que de la de Supergirl y Batgirl se ocupan Matt Haley al dibujo, Tom Simmons en las tintas y Moose Baumann al color. Dwyer y Moore forman un genial equipo artístico en la primera historia, y por ello repetirían un año después en la también decente Superman: el lado oscuro, cuya reseña os dejo aquí por si es de vuestro interés. Dwyer es un veterano dibujante conocido especialmente por su labor en la etapa del Capitán América de Mark Gruenwald, cuyo estilo, si bien en El lado oscuro me pareció más ramplón, en esta obra por el contrario se adapta a la perfección. Dwyer sabe ilustrar los personajes de tal forma que nos creamos que de verdad son personajes de una historia pulp, haciéndonos olvidar que son nuestros héroes pijameros de toda la vida. En los detalles, fondos y matices concretos es quizás más simple, salvo en momentos concretos como en la nave de Luthor, pero en los diseños de los personajes hace un excelente trabajo, especialmente en ese traje supermolón a lo Pantera Negra de Bruce Wayne.
Por otro lado tenemos a Matt Haley, conocido especialmente por su trabajo en la infame The Kingdom, secuela de Kingdom Come. Haley tiene un estilo muy diferente al de Dwyer, más noventero y superheroico, porque también la historia así lo exige. Con unas esbeltas Supergirl y Batgirl, Haley realiza un trabajo muy meritorio, sin ser tampoco brillante, con un dibujo que recoge lo mejor de los noventa y desecha lo peor, logrando incluso que un superhormonado Joker no resulte demasiado ridículo. Gran proeza artística, la idea sin embargo, más bien lo contrario.
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