Javier Vázquez Delgado recomienda: In memoriam, Marie Severin
El pasado mes de agosto trajo consigo la noticia de la muerte de tres personas hondamente vinculadas a la historia del tebeo en Estados Unidos: Russ Heath, Gary Friedrich y Marie Severin abandonaron este mundo, dejando tras de sí un legado compuesto por multitud de páginas y páginas publicadas en diversas cabeceras y editoriales.
La noticia de la muerte de Severin me hizo recordar otro mes de agosto, el de 1982, en el que descubrí su trabajo. Un familiar me prestó -en esas cesiones temporales que acaban tornándose definitivas- un número de la colección Pocket de ases protagonizado por la Masa. Era el número siete de la serie y, también en él, descubriría el trabajo de Steve Ditko, pero esa es otra historia. Los diálogos estaban recortados y las aventuras en él contenidas no respetaban la cronología original, pero leí aquel tomo una y otra vez, hasta que su lomo quedó gastado por completo. Hulk luchaba y Banner corría; Betty sufría y «Trueno» Ross se enfadaba. Aventura en estado puro en la que la Masa y su otro yo humano iban de la Tierra a Asgard, batiéndose con soldados estadounidenses, robots gigantes, parásitos estelares o villanos forzudos -pero no tanto como Hulk que, por supuesto, era el más fuerte-. Marie Severin aparecía referenciada como dibujante, en una publicación que no se caracterizaba precisamente por la fiabilidad, pero me quedé con la copla de su nombre, gracias a aquellos dibujos que denotaban talento, oficio, dominio de la anatomía y de la perspectiva. Años después comprobaría que, respecto de aquellos números recopilados, la información era correcta.
Con los años, descubriría su firma en múltiples publicaciones de Marvel. La mudanza para los estudios universitarios me permitió seguir con regularidad las publicaciones de la casa de las ideas en Forum y descubrir más sobre esta ilustradora que, a lo largo de su trayectoria profesional, hizo de todo un poco. Colorista, entintadora, dibujante… fue la co-creadora de Spider-Woman (Jessica Drew) y se convirtió en uno de los nombres propios de la edad de plata del cómic súper-heroico. Como siempre -y no por repetido deja de ser cierto- nos quedan las muestras de su trabajo y la gratitud generada por los buenos ratos pasados gracias al mismo.
Cuando revisaba el ajado ejemplar del Pocket de ases y buscaba referencias sobre el contenido original, descubrí que el guionista de aquellas aventuras dibujadas por Marie Severin no era otro que Gary Friedrich y que el año de publicación era el ya lejano 1968. Cincuenta años después de que aquellas páginas vieran la luz, guionista y dibujante nos han dejado, pero su obra no quedará en el olvido, en la forma del legado de quienes desempeñaron su labor con oficio y profesionalidad.
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