Javier Vázquez Delgado recomienda: Ángulo Muerto: Antología de cómic de terror

 
Angulo_muerto_ecc

Edición original: Horror Anthology Comic Shikaku, Bunkasha 2016.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones 2018.
Guión: Hideshi Hino, Junji Ito, Kanako Inuki, Michiru Noroi, Nooto Osada, Amagappa Shoujogun, Yôusuke Takahashi.
Dibujo: Hideshi Hino, Junji Ito, Kanako Inuki, Michiru Noroi, Nooto Osada, Amagappa Shoujogun, Yôusuke Takahashi.
Traducción: Olinda Cordukes Salleras.
Formato: Tomo manga rústica con sobrecubierta (A5), 208 páginas.
Precio: 14,95€.

 

En los últimos años, ECC Ediciones se ha ganado el derecho a ser considerada una de las editoriales españolas más vinculadas con el género del terror japonés. Esto ha surgido, primordialmente, por la vinculación establecida entre la empresa y el nombre de Junji Ito, quizá el más reconocido mangaka de horror nipón y del cual han publicado ya un buen puñado de obras. Las reconocidas obras de Ito, junto con obras del corte de Masaaki Nakayama (Semillas de ansiedad y su secuela), alguna incursión clásica en el género de Koike y Kojima (La leyenda de Kujaku) o el horror con una pincelada de irreverencia de Deathco, ha dado pie a esa unión de la editorial con el tan exitoso terror japonés en occidente. Por ello, el anuncio de la llegada de Ángulo Muerto: Antología de cómic de terror, supuso una alegría para los aficionados al género, que tenían la posibilidad de ver por fin reunidos en un solo tomo una selección de autores que no se limitan al típico Ito. Un compendio de relatos y de estilos que resulta bastante más resultón de lo esperado inicialmente, y que hará las delicias tanto de los ya curtidos en el horror como a aquellos curiosos que se acerquen por primera vez al género. Mezclando composiciones, narraciones y arte muy dispares entre sí, Ángulo Muerto aglutina en sus poco más de 200 páginas una buena muestra de clasicismo y modernidad girando alrededor de un mismo tema: el terror y el folklore oriental.

Como podéis sospechar desde el momento en que leéis su título, Ángulo Muerto es un tomo único que recopila una serie de historias cortas de varios autores relacionados con el mundo del terror. Evidentemente, para el público alejado del panorama del horror japonés y del manga clásico, o que sean recién llegados a este mundillo, hay dos autores que, por encima del resto, te llaman la atención quieras o no. Me refiero evidentemente a Junji Ito, el denominado hasta la saciedad como maestro del terror; y, por supuesto también, al gran Hideshi Hino, una leyenda del cómic japonés clásico que, curiosamente, es una de las mayores inspiraciones del propio Ito. Sin embargo, aunque la presencia de un par de relatos de estos dos autores ya suponga casi ir a tiro hecho para la mayor parte de la gente que se acerque a esta antología, hay varios nombres quizá menos destacados, pero de un peso similar en el mundo del horror. El genial Yôsuke Takahashi, una de las grandes referencia del terror nipón desde los años 70; Kanako Inuki, una mangaka que ha sabido como ninguna introducir a la figura femenina en las historias cortas de este estilo; la frescura y el contraste que aporta al tomo Amagappa Shoujogun con su relato y su arte. Todos ellos, con la presencia de otros autores que han dedicado su producción al miedo, han aportado su granito de arena para formar un compendio que deja bastante mejor sabor de boca del que esperas en un comienzo.

Blancanieves_Ito

Ángulo Muerto es un recopilatorio que tiene su principal baza en dos puntos principales. Por un lado, la claridad de ideas de los autores, que saben que todo su relato tiene que circular en torno a la mística del horror y la parafernalia nipona. Por el otro lado, la ruptura de esa homogeneidad temática con una variedad y flexibilidad asombrosa a la hora de la narración, del mensaje, el estilo, el ritmo, el enfoque… Ángulo Muerto es un tomo muy diverso, que aglutina lo mejor de cada casa, todo ello en una serie de relatos cortos y muy ágiles que permiten interiorizar la manera de ser y de transmitir de cada autor. Son relatos lo suficientemente bien trabajados y planificados como para seguir una coherencia sin ser lastrados por un ritmo lento que arruine la necesidad de sorpresa que requiere el terror.

Decía en otras reseñas de tomos de este estilo (principalmente de Ito y similares), que el gran problema que tienen los compendios de relatos cortos de terror de un único autor es que al final los planteamientos y giros terminan siendo previsibles, perdiendo la capacidad de asustar o mantener la atención. A la tercera o cuarta historia ya empiezas a intuir por donde van a ir los tiros, y aunque muchas veces la calidad y brillantez del autor suple eso, la realidad es que solo los más acérrimos se acercan a varias obras de ese corte. En Ángulo Muerto ocurre justo lo contrario, no da tiempo a familiarizarse con ningún elemento de las obras, y tan pronto tenemos un relato salpicado de humor con estilo clásico, de repente saltamos a una adaptación de un cuento occidental, a una serie de leyendas urbanas, o una inventiva narración que vincula el terror con el mundo editorial. Ángulo Muerto contiene la esencia del terror japonés, y el continuo cambio de estilos artísticos y narrativos no hace más que satisfacer al lector, ya que tanto el veterano acostumbrado al género como aquel que lea de nuevas, encontrará motivación y frescura suficiente en la elaboración, más allá de la evidente calidad de las historias y el llamativo aspecto gráfico.

Prologo_Takahashi

Entrando en harina, tenemos que comenzar diciendo que Ángulo Muerto se compone de un total de 9 capítulos, cada uno de su padre y de su madre, pero que se hilan entre sí por ese regusto que solo puede dejar el terror japonés, presente tanto en el arte como en la manera de enfocar el relato, los elementos y la simbología… todo rezuma un algo que dice Japón por todas partes. Curiosamente el volumen abre con una historia que está vinculado al 100% con el mundo occidental, y que supone la primera vez que esta adaptación llega a nuestro país en un recopilatorio. Hablo de la versión de Blancanieves de Junji Ito, que coge el mítico cuento que hicieron popular entre los hermanos Grimm y Walt Disney y lo mete de lleno en la mitología nipona. Usando la envidia como elemento conductor del terror, Ito nos brinda con su habitual estilo oscuro y saturado de tinta una brillante adaptación en la que tenemos una protagonista que nos recuerda irremediablemente a Tomie y una serie de variaciones que acerca el relato al estilo del autor, con Blancanieves muriendo y resucitando como espectro aterradoramente bello, los enanitos convertidos en 7 almas errantes y la locura y obsesión como elemento final. Todo ello manteniendo las bases clásicas del cuento, como el espejo parlante y demás. Una adaptación algo breve pero que cumple con su cometido y visualmente deliciosa.

De Ito pasamos a otro genio del género, Yôsuke Takahashi, que en Un cuento que finaliza en el prólogo da una verdadera lección de inventiva narrativa y de la posibilidad de mezclar, sin ridículo ni caricaturas, el humor y el horror. Nos encontramos ante un relato de estilo clásico, muy marcado por el diseño casi infantil de sus personajes, pero que innova en cuanto a la narración y hace sátira de los típicos relatos de maldiciones y espectros. Tenemos a un muchacho que recibe sin quererlo el poder de ver a los muertos por parte de una desconocida muchacha pero, lo que en otras historias daría lugar a una aventura de exorcismos y caza de yokais, en este caso cuenta con la inesperada negativa del muchacho a llevar ese peso sobre su espalda. Como digo, un relato muy ágil y divertido, con algunas escenas muy buena dentro del género, y que llama la atención por ese corte clásico y la capacidad de Takahashi para dar una vuelta de tuerca a la narración y conseguir un relato corto pero brillante, que incluso deja con ganas de más.

Medicina_espiritual_Inuki

Medicina espiritual es la primera de las dos historias de la mangaka Kanako Inuki para esta antología de terror, y personalmente me resulta la más interesante. Nos encontramos ante un relato en el que el protagonista es un médico que tiene que pasar consulta a sus pacientes, algo que parece no tener que ver con el terror pero que da el giro cuando vamos descubriendo que esos enfermos no son lo que realmente parecen. Un capítulo muy marcado por el cambiante estilo artístico de Inuki, con el que refleja a la perfección el carácter de los personajes, y en el que si bien no encontramos horror exacerbado, si que podemos ver ese surrealismo que a veces se vincula al género, especialmente en los diseños y las “enfermedades” que presentan los pacientes del pobre y hastiado doctor. Todo ello unido a la gran cantidad de interesantes juegos de palabras que plantea la autora en su versión original.

Amagappa Shoujogun firma el siguiente relato, El ratón de biblioteca, que personalmente me ha parecido de los más satisfactorios del tomo a nivel terror como tal. Shoujogun hace un gran trabajo a la hora de combinar su estilo habitual, delicado y detallado, más propio de un slice of life que de un relato terrorífico, con el ritmo y la estructura típicas de la leyenda urbana, para conseguir una historia que impacta y aterroriza, jugando además con lo cotidiano de la situación y la detallada y grotesca resolución de la historia. Arte, narración y detalles perfectos en una historia que deja un genial sabor de boca.

Biblioteca_Shoujogun

Llegamos al momento de Hideshi Hino, que nos presenta en este caso la historia titulada Una leyenda del circo. El terror japonés está en muchas ocasiones vinculado al ambiente malsano y grotesco del mundo de los circos de fenómenos, y Hino vertebra su historia alrededor de ellos, dándose a sí mismo la posibilidad de incluir sus bizarros y llamativos diseños, a la par que da una dimensión poco habitual a los “freaks” que pueblan la carpa. Un relato de monstruos bastante más humanos de lo que se pueda esperar, que realmente encierra la historia de amor de una madre y su hijo, ilustrando el verdadero terror de perder a la persona que más quieres y el miedo de tener que enfrentarse a la soledad. Todo ello con el habitual e inconfundible estilo artístico de Hino, donde la tinta no escasea para nada.

Pasamos ahora a Un libro de ilustraciones repulsivas, de Michiru Noroi, que dentro de lo que cabe es el más occidental y típico de los relatos que encontramos en este tomo. No obstante, Noroi no deja de conseguir una gran historia, que basa el terror en el suspense y el misterio, recordando en ocasiones al estilo de Stephen King. Esta breve historia nos pone en la piel de un joven escritor frustrado y su pareja que, por casualidades de la vida, encuentran un misterioso y horrible libro de ilustraciones. Ninguno de ellos es capaz de determinar la procedencia del mismo, pero al mismo tiempo que parece que el libro ayuda al escritor a salir de su bloqueo de inspiración, va sumiendo a la pareja en un terrible mundo de pesadillas. Como digo, una historia muy bien planificada y trabajada con un estilo más occidental incluso en el apartado artístico, con viñetas y trazo en la línea que encontraríamos en un trabajo de, por ejemplo, Charles Burns.

Circo_Hino

Volvemos con Kanako Inuki, que repite aparición con Mujeres en la oscuridad, un trío de breves historias que tienen como hilo conductor el protagonismo del género femenino. Utilizando de nuevo la estructura típica de las leyendas urbanas, en esta ocasión Inuki atrae la atención del lector por el bizarro y llamativo apartado gráfico, con un diseño de rostros impactante e inolvidable, un planteamiento enrevesado y enfermizo de las historias y, sobre todo, una buena dosis de costumbrismo japonés, basando todos los relatos en la descompensada relación hombre-mujer que se da en los matrimonios de la sociedad japonesa. Celos, envidia, infidelidad, problemas económicos, trabajo, estatus… Temas muy típicos que terminan cayendo en una espiral enfermiza que culmina en el horror y el crimen.

Ángulo Muerto culmina con dos relatos más. Por un lado tenemos El pájaro enjaulado, de Nooto Osada, una historia plagada de simbolismo que destaca sobre todo por su artesanal y emocional estilo artístico. Y por el otro, He empezado El tejón, de nuevo con Yôsuke Takahashi a los lápices, y donde con unas pocas viñetas es capaz de contar la típica historia de folklore japonés con la aparición de un espíritu lascivo que atrae a un hombre a sus redes para culminar en su desgracia.

Mujeres_oscuridad_Inuki

Hay poco más que añadir a la reseña de este tomo, que la verdad es que me ha resultado más interesante de lo esperado inicialmente, con unas historias bastante interesantes y el buen sabor de boca que te deja la variedad estilística y de enfoques. Como ya he dicho, ese punto fuerte que tiene el volumen es algo que hará las delicias de los habituales del género, que encontraran un tomo de lectura rápida y que no decae en ningún momento, y animará a los novatos en el terror, que tienen ante sí una gran oportunidad no solo de acercarse al género con historias poco exigentes, sino también de conocer una serie de autores y estilos muy heterogéneos y, sobre todo, parte de algunos de los clásicos más recomendables. Quizá el único pero que le encuentro a la edición es su precio. Como siempre es justificable debido al poco potencial de ventas que le verá la editorial al producto como ya ha ocurrido en otras ocasiones dentro del género, pero teniendo en cuenta la situación del mercado, y pese a que el formato es más grande del habitual, se me antoja un precio algo elevado para el número de páginas. La edición aun así es buena, con los habituales problemas en ECC con el gramaje de las páginas, que las hace algo transparentes, pero que en este caso el abuso de tinta por parte de los autores enmascara un poco. Aparte de eso, la verdad es que el trabajo editorial es bueno, con una portada idéntica a la original, potente y llamativa, una buena maquetación y traducción y ningún problema en la impresión por parte del temido efecto moiré. En resumen, Ángulo Muerto es un compendio estupendo de relatos de terror que todo aficionado al género debería tener.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares