Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC: Scarlet #1

 

Edición original: DC Comics.
Guión: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Alex Maleev.
Entintado: Alex Maleev.
Color: Alex Maleev.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $3.99

 

La llegada de Brian Michael Bendis a DC Comics ha dado mucho que hablar desde que se anunció por sorpresa el pasado mes de Noviembre, y ha sido sin ninguna duda una de las noticias más destacadas en los últimos años en el mundo del cómic. Su estreno se produjo en el famoso número 1000 de Action Comics y ya de manera más concreta en la miniserie Man of Steel, que da inicio a una esperemos larga y fructífera etapa del autor en la colección principal del hombre de acero.

Pero con Bendis no solo llegan las longevas etapas, los inicios lentos y las largas conversaciones, sino también sus colecciones particulares de lo que es digamos su sello personal, en el que mantiene los derechos de algunas de sus colecciones más destacadas, en lo que se conoce como Jinxworld. Algunos de esos títulos son: Powers, Scarlet, Brilliant, The United States of Murder Inc. o Takio, así como nuevas series que ya han tenido su estreno y reseña en esta web como Pearl y Cover. Una de las más conocidas es precisamente Scarlet, que aterriza ahora en DC Comics con un nuevo volumen y una historia que continua en principio al menos en la línea de las anteriores, así como con el mismo equipo creativo: Bendis y Alex Maleev. Hoy os traemos la reseña de este primer número del nuevo comienzo de la rebelde pelirroja de Portland.

En este nuevo amanecer de la colección, no muy halagüeño, nos encontramos con que Portland, la ciudad natal de Scarlet, se ha convertido en una ciudad que se ha declarado en rebeldía contra el gobierno de los EEUU, y que se ha convertido en una arrasada zona de guerra más propia de países como Siria que de una ciudad norteamericana. La líder de todo este movimiento rebelde parece ser la propia Scarlet, que aparece en escena rompiendo la cuarta pared, y dirigiéndose al lector en una reflexión un tanto confusa sobre ella misma y la sociedad americana desde los tiempos de Abraham Lincoln. Y básicamente hasta aquí podemos contar, no porque os vayamos a desvelar nada interesante, salvo una breve escena final, sino porque el número no da más de sí.

Con respecto al personaje principal, Scarlet, Bendis nos muestra una mujer madura y cerebral, bastante moderada y prudente, dentro de la situación límite en la que se encuentra, y con un aparente control del momento en el que se sitúa la acción. Es importante señalar que es un número hecho para nuevos lectores, por lo que no hay que tener miedo a meterse de lleno en el universo de Scarlet si no estás familiarizado con el, aunque también lo disfrutarás si ya conoces la historia del personaje. Sería interesante saber hasta qué punto esta situación se sitúa solo en Portland, en todo el estado de Oregón, o incluso en todo el país, pero por el momento, no tenemos ninguna pista sobre ello.

Así pues, Bendis nos propone un muy interesante planteamiento, con una resolución muy poco atractiva, puesto que no nos dice absolutamente nada, y plantea una reflexión que de momento carece de sentido narrativo, o al menos yo personalmente no he sabido encontrarlo. Aunque es cierto que es un primer número, y no podemos tampoco clamar al cielo, máxime teniendo en cuenta que el estilo del guionista para plantear las historias suele ser muy lento y a largo plazo. No tengo problemas con ese tipo de historias, pero de momento aquí estamos analizando un primer número y cómo tal hay que reflejar lo que cada uno ve y siente. Veremos cómo se desarrolla esta nueva historia de Scarlet, pero de momento es más interesante por lo que plantea de fondo, en su contexto, que por lo que realmente nos cuenta.

En el apartado artístico tenemos, como no podía ser de otra manera, a Alex Maleev como artista completo, haciendo labores de dibujo, entintado y color. El artista búlgaro es un colaborador habitual de Bendis, hasta el punto de que prácticamente todo su trabajo de interior lo ha realizado con el guionista de Cleveland, siendo su obra más destacada Daredevil, aunque también han colaborado en Moon Knight, Spiderwoman o Infamous Iron Man, la más reciente. El estilo de Maleev es fotorrealista, estático y con colores de contraste entre muy vivos y muy pálidos. En el caso de Scarlet, se percibe un cambio notorio en este aspecto, especialmente en el color, que bien puede estar influido por la trama casi apocalíptica, pero que sin ninguna duda se hace notar. Aquí nos encontramos a un Maleev más gris, en el sentido literal, es decir, con tonos muy pálidos y cohesivos sin apenas contrastes, incluso en el siempre llamativo color de pelo de Scarlet. Una historia distinta, con un nuevo tono que es bastante coherente con ella, y que por momentos me recuerda mucho, al menos a nivel artístico, a Mitch Gerads en The Sheriff of Babylon. Esperemos que esta colección alcance las cotas de calidad de la obra de King.



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