Javier Vázquez Delgado recomienda: Pescadores de medianoche
Edición original/ Japón: Mayonaka no tsurishi, Landmark Books 2013
Edición nacional/ España: Pescadores de medianoche, Gallo Nero 2018
Guión: Yoshihiro Tatsumi
Dibujo: Yoshihiro Tatsumi
Formato: A5 en rústica con solapas. 200 páginas B/N.
Precio: 19,00 €
Siempre hay alguien que paga el pato. En esta vida todo cuesta algo y cualquier avance, éxito o progreso requiere sacrificios. Desafortunadamente, los que cargan con ese peso no están destinados a conocer gloria alguna. Son los hijos malditos de la historia, aquellos que se quedan atrás para que otros puedan avanzar. Cada época y cada sociedad cuenta con sus propios marginados, relegados al olvido sin tener mayor culpa que la de existir. Muchos intentan salir adelante, pero pocos lo consiguen. Hoy vamos a hablar de un puñado de estos hombres y mujeres que en el Japón de los años 70 intentaron cambiar su suerte, y a duras penas lo consiguieron. Hoy hablamos de Pescadores de medianoche, de Yoshihiro Tatsumi.
La editorial Gallo Nero se ha especializado durante los últimos años en el manga alternativo más clásico e imprescindible. Pese a ser joven y tener poca experiencia en el mercado del cómic japonés en nuestro país, Gallo Nero ha ido a por todas y ya ha publicado varias obra maestras del underground a través de autores como Yoshiharu Tsuge, Junichiro Tanizaki o Masahiko Matsumoto (quien, por cierto, compartía una estrecha amistad/rivalidad con el autor de la obra que hoy tenemos entre manos).
Si algo tienen en común los autores anteriormente citados, es el descontento con la sociedad que les tocó vivir. Como buenos artistas al margen de las tendencias comerciales, y por ende del gran éxito, sus obras hablan de soledad, fracaso y alienación. Sus plumillas navegan entre la tristeza y la nostalgia de la vida, aún a riesgo de naufragar. No son obras vitalistas, y esto puede asustar a más de uno, pero todas ellas ofrecen una lectura profundamente humana que se hace necesaria tanto en los años setenta como a día de hoy.
A finales de los años cincuenta, Tatsumi tuvo a bien acuñar el término gekiga (literalmente «imágenes dramáticas») para referirse a historietas de corte mucho más adulto a las empleadas en el manga de éxito, principalmente dirigido a niños. La corriente surgió de bibliotecas públicas y librerías de alquiler que fueron la cuna de muchos autores de corte alternativo. Algunos estudiosos y aficionados comparan esta circunstancia con la que protagonizó Will Eisner al referirse a sus propias obras como novelas gráficas en lugar de comic books o historietas.
La etapa más prolífica de Tatsumi podría considerarse entre los años sesenta y setenta, coincidiendo con su participación en la revista experimental Garo, buque insignia del gekiga y manga alternativo (para conocer más detalles acerca de esta publicación, recomendamos al lector interesado que visite el Mangazine #4). De aquella época son la mayoría de historias cortas firmadas por el autor, que en España conocimos en los años ochenta gracias a la revista El Víbora.
Siete de las nueve historias que recoge el tomo Pescadores de medianoche fueron seleccionadas entre las cien que creó el autor durante 1972 y 1973. En aquel entonces, tal y como explica el propio Tatsumi en el prólogo del volumen publicado por Gallo Nero, Japón estaba sumergido en un proceso de acelerado crecimiento económico que terminaría por convertir al país en una potencia mundial. El fuerte desarrollo industrial tuvo graves consecuencias como fueron, por una parte, la emisión y vertido de grandes cantidades de residuos contaminantes tanto a la atmósfera como a los ríos y el mar como, por otra, la aparición de marginados sociales que nunca se beneficiaron de ese desarrollo. El autor confiesa que siempre se sintió muy conmovido ante las lamentables circunstancias de la vida y el trabajo de esa gente; por ello, la atmósfera oscura de estas historias refleja bien sus sentimientos de entonces.
La primera historia aquí publicada, que además da nombre al tomo, da buena muestra del tono de las historias a las que se refiere Tatsumi en el prólogo. Narra las aventuras de dos jóvenes en la gran ciudad, a la que acudieron hace algunos años siguiendo cantos de sirena y aún no han sabido adaptarse. La desesperación, hasta el punto de hacer cualquier cosa por salir adelante, es el tema de la historia. En ciertos aspectos, como el dúo protagonista y sus circunstancias, recuerda a la película norteamericana Cowboy de medianoche (J. Schlesinger, 1969). Quién sabe si el autor se inspiró en los personajes de Jon Voight y Dustin Hoffman para contar el miserable modo de vida de estos «pescadores de medianoche».
En Bienvenido a casa, papá, el autor cuenta que se inspiró en una historia que se publicó en los periódicos japoneses de la época y supuso todo un escándalo: el ex-presidente de una importante empresa farmacéutica perdió diez millones de yenes en un casino de Macao, causando un importante perjuicio a la compañía. El protagonista de esta historia, inspirada en ese personaje real de la época, refleja bien cómo el juego puede atrapar a una persona hasta el punto de arriesgarlo todo y, en ocasiones, perderlo.
La tercera historia del recopilatorio, El amanecer del porno, está basada en el auge de la construcción de lujosos bloques de pisos por todas las ciudades y la imposibilidad de la gente corriente de alcanzar ese estatus. Un editor manga de éxito le pide a uno de sus autores, un novato que vive en un pequeño apartamento sin baño con su novia, que pase la noche en su piso de lujo mientras él está de viaje. La joven pareja planea pasar una velada para el recuerdo, pero la situación pronto toma un matiz más que cómico…
Y seguimos con la cuarta historia presentada por Tatsumi, Expreso de medianoche, que refleja el absurdo de la especulación inmobiliaria en la época. El autor cuenta que por aquel entonces, con la burbuja, se difundió el mito de que siempre sería un seguro de vida invertir en la propiedad de la tierra, pues su valor nunca se depreciaría. Por ello, muchos jóvenes se lanzaron a comprar pequeños trozos de tierra incluso en las zonas más pobres y alejadas del país. Una locura que aquí se recoge de manera extraordinaria.
La siguiente historia, El palacio de la mujer, rompe con la tónica imperante en el tomo. Se trata de una historia de ciencia ficción de anticipación que el autor publicó en la revista SF Like. Conoceremos en esta historia a un Tatsumi experimental, alejado de su zona de confort, que logra sorprender con lo que plantea.
La mujer de Yanagase es una de las historias más tristes de la selección. Trata sobre el regreso de una mujer que trabaja en el distrito rojo de Yanagase a su ciudad natal, Nagara, famosa por el río donde se practica la pesca con cormoranes. La protagonista vuelve a su lugar de origen para cambiar de vida, pero los recuerdos del pasado se lo pondrán difícil. Tatsumi cuenta en el prólogo que se inspiró para esta historia durante un viaje a la mencionada ciudad para conocer el arte de la pesca y descubrir uno de los famosos haikus de Matsuo Basho: Ansiedad por ver / pronto la desilusión / botes con cormorán.
La penúltima historia de la colección, titulada Apropiación indebida, tiene como protagonista a un remolcador de basura que se encarga de recoger y transportar la basura de Tokyo hasta la bahía, donde se depositaba para ir ganando terreno al mar. El joven basurero se encuentra un sobre con bastante dinero, y pronto se verá atrapado en una situación de la que no podrá salir fácilmente.
Y por último tenemos El pez linterna, una historia que supone un cierre perfecto para la colección aquí planteada. Un joven no dejará pasar la oportunidad de ascender, salir a la superficie y progresar… pero es un entorno muy diferente al que está acostumbrado y nada saldrá bien.
Al terminar de leer este volumen de historias cortas de Yoshihiro Tatsumi uno siente que los años setenta no quedan tan lejos, por lo menos desde el punto de vista social. Aunque hayan pasado más de cuarenta años, muchos de los temas aquí planteados siguen vigentes a día de hoy y una comprende que la historia, con diferentes personajes, tiende a repetirse. Y no hablamos de la historia con mayúsculas, sino de la que puede vivir cualquier persona desde la intimidad de su vida. Ansiedad, incertidumbre por el futuro… emociones y sensaciones que uno puede sentir hacia los retos que plantea la vida moderna, fuertemente basada en el progreso social.
Venimos a este mundo a vivir, pero en ocasiones nos olvidamos de ello y nos rendimos ante una rutina que nos ahoga. Los personajes de estas historias son conscientes de esta situación y luchan por cambiarla, huyendo siempre hacia adelante, aunque eso implique correr toda la vida.
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