Javier Vázquez Delgado recomienda: Colección Extra Superhéroes. El Imperativo Thanos. Primera Parte.
Edición original:The Thanos Imperative: Ignition, 1-6 y Devastation.
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:Dan Abnett y Andy Lanning.
Dibujo:Brad Walker y Miguel Sepúlveda.
Entintado:Andrew Hennesy.
Color:Will Quintana, Jay David Ramos y Rain Beredo.
Formato:Tomo en tapa blanda, 496 páginas.
Precio:27,50 €.
Cuatro años, cuatro años ha tardado Panini en, con muy buen juicio ir recopilando la totalidad de las obras que Dan Abnett y Andy Lanning (sin olvidar a Keith Giffen) que dieron lugar a la marvel cósmica que conocemos hoy en día, cuyo máximo exponente son desde luego, y por derecho propio, los Guardianes de la Galaxia. Unos Guardianes que tomando un concepto antiguo, resurgieron en el año 2008 como un grupo de parias compuestos por personajes marvelitas largo tiempo olvidados que trataban de hacer del espacio un lugar mejor. Pero para llegar hasta allí la planificación fue muy meticulosa y llevada a cabo, casi en su totalidad, por ese binomio tan bien engrasado que forman parte DnA.
Este tomo, llamado el Imperativo Thanos en referencia a la principal saga que ocupa sus páginas, pero sin limitarse a recoger solo esa serie limitada, supone el final de un largo camino, un final que sin ser perfecto, refleja la consecución de todo el trabajo llevado a cabo durante años por DnA desde la miniserie de Nova en Aniquilación, pasando por Aniquilación: Conquista, el volumen 3 de Nova, Guerra de Reyes, Reino de Reyes y sus Guardianes de la Galaxia. Pero para valorar un cómic lo mejor es hablar de él, así que allá vamos.
Comenzando por el Imperativo Thanos, primera de las sagas que compone al completo este volumen (de cuyo resto de componentes hablaremos en una reseña a parte que verá la luz este mismo viernes), la misma comienza donde dejamos Guerra de Reyes y hacia donde iban dirigidas todas las mini series que conformaban Reino de Reyes. En la batalla final de la guerra Kree-Sh’iar donde Rayo Negro como líder de los Kree y el golpista Vulcano como majestor de los Sh’iar se enfrentaban a muerte, una bomba que contenía todo el poder de las cuerdas vocales de Rayo Negro, lanzada para acabar con tan cruenta guerra, acababa por desgarrar la galaxia, cuyo tejido ya estaba muy resentido desde la Guerra de la Aniquilación, abriendo la puerta a otro Universo.
Este Universo, bautizado como el Cancerverso, se trataba de un lugar donde las contrapartidas de numerosos personajes del Universo Marvel, principalmente Vengadores (liderados por un Capitán Marvel que venció a la muerte, al cáncer, gracias a inombrables pactos con cósmicas entidades), habían vendido su alma y su ser a una especie de dioses primigenios con clara inspiración y desarrollo lovecraftiano que a cambio de garantizarles la vida eterna, les convertía en seres sedientos de la esencia misma de la existencia que palpitara allí donde fueran. Por ello, si se les concedía acceso a un universo totalmente nuevo del que poder alimentarse para rendir tributo a sus dioses, el conflicto estaba servido. Si a ello le sumamos que al final de la colección de Guardianes de la Galaxia, Thanos había resucitado, todas las piezas estaban en su sitio para que DnA, una vez más, nos narraran la última batalla por la salvación de todo el universo conocido.
A partir de aquí, serán Nova y los Guardianes de la Galaxia quienes principalmente traten de acabar con la amenaza del cancerverso, estableciendo una tirante alianza con un Thanos que juega bajo sus propios planes, como no podía ser de otra manera.
De este modo, se gesta una saga que, sin ser la mejor de este dúo dinámico de escritores, supone una emotiva y bien orquestada despedida de los mismos respecto de una parcela cósmica marvelita que nunca brilló tanto como cuando estuvo dirigida por DnA.
En cuanto al dibujo de esta saga, Brad Walker (que dibuja el One Shot del Imperativo Thanos titulado Ignition) y por Miguel Sepúlveda (que dibuja el resto del evento), acometiendo este último a quien no le era desconocida la Marvel cósmica, un dibujo muy continuista con lo que pudimos ver en la mayor parte de Guerra de Reyes (que dibujó principalmente Paul Pelletier) y en Guardianes de la Galaxia (de la cual muchos números fueron ilustrados por Brad Walker), de forma y manera que Sepúlveda da la sensación de sin perder estilo propio, dibujar muy similar a sus compañeros, dando una sensación de coherencia en toda la saga, que está llena de momentos que hacen brillar a sus personajes gracias al trazo del dibujante, mostrándonos un cancerverso y un Thanos que resultan tan atractivos como interesantes.
Del resto de cómics que componen este volumen hablaremos el próximo día, para darles el protagonismo que merecen. Sin embargo, ya desde ahora, recomiendo encarecidamente la compra de este volumen, y ello por cuanto no sólo resulta muy entretenido y coherente con todo lo escrito por DnA hasta ahora (si bien sin llegar al nivel de los primeros números de Nova o de Aniquilación Conquista y desde luego, no al de Guardianes de la Galaxia), si no que resulta un imprescindible para quien haya seguido estos volúmenes desde hace cuatro años y quiera hacerse con la que quizás sea la mejor marvel cósmica del Siglo XXI.
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