Javier Vázquez Delgado recomienda: Tragones y Mamporros

 


Edición España: Editorial Hirukoa – 2018
Guión: Jagoba Lekuona
Dibujo: Jagoba Lekuona
Entintado: Jagoba Lekuona
Portada: Jagoba Lekuona
Precio: 1,99 euros (serie limitada de seis números de treinta páginas, en formato digital)

 
Prólogo: algo más que una simple parodia

Interrúmpanme si ya se la saben pero ¿saben ustedes aquella canción que dice «¡Dragones y mazmorras! Un mundo infernal. Se oculta entre las sombras, la fuerza del mal…» Como mi cabeza es así, la cancioncita ha estado rebotando por mi cabeza, desde el momento en el que tuve la oportunidad de leer la propuesta que Jagoba Lekuona ha elaborado, en la forma de mini-serie digital.

Si uno valora el libro por la cubierta y el tebeo por el título, bien parecería que su responsable ha tirado abiertamente por la parodia, pero no debemos quedarnos en la superficie. Detrás de Tragones y Mamporros hay una historia en la que, tomando algunos de los tópicos de los juegos de rol y de la literatura fantástica, la frontera entre ficción -el relato- y realidad -los sistemas roleros- se difumina, para crear un mundo en el que los protagonistas tiran sus propios dados.

Aventuras en pareja

La historia comienza cuando Rolo y Merle -el dúo protagónico- echan a suertes quién ha de entrar en la consabida torre del consabido brujo. El primero es una torre de músculos y no parece tener muchas luces; el segundo dice ser brujo y se jacta de ser el cerebro del equipo. Muy pronto será evidente que ni el fuerte es tan necio ni el mago es tan ladino, lo que rompe con la impresión inicial que provoca su aparición. Quienes hayan leído lo suficiente del conjunto de obras que se engloban dentro de la categoría de la fantasía heroica, acaban percibiendo las semejanzas entre las mismas y el uso de determinados tópicos. Esta premisa es predicable de cualquier género -literario o extra-literario- pero, para el caso que nos ocupa, lleva a pensar en otras parejas célebres, como Fafhd y el Ratonero Gris, Elric y Moonglum, Rincewind y Dosflores o los hermanos Majere (que eran unos mercenarios), por citar algunos ejemplos. Sin embargo, el afásico fortachón demuestra prontamente destellos de astucia y el mago, un poco pagado de sí mismo, cierta tendencia a la torpeza. Como el propio autor se encarga de aclarar, originalmente eran un único personaje -lo que lleva de nuevo a pensar en los gemelos Caramon y Raistlin- pero el desarrollo de la historia acabó llevándole por un sendero inesperado.

Esta primera andanza -que corresponde con el modelo clásico de partida rolera introductoria- introduce no solo a los personajes sino, también, las premisas de su mundo. Merle y Rolo conforman una pareja de aventureros / saqueadores / buscadores de tesoros sin mucho recorrido. Aspiran a ganar prestigio entre su gremio -algo que hacen a través de una clasificación que recuerda poderosamente a la evolución de personaje de cualquier juego de rol- pero, para ello, necesitan que sus éxitos se vean refrendados por pruebas tangibles. Un tabernero -a caballo entre el responsable del bar de Deadpool y un director de juego- se encarga de dar fe de los logros y trasladarlos a un listado donde están las consabidas subidas, bajadas, entradas y salidas. Los protagonistas quieren conseguir fama y fortuna, pero, para ello, han de afrontar riesgos mayores de los que, por cualidades y por valor, están dispuestos a tomar. La aparición de un tercer personaje -que parece tener más cerebro que este tándem- será el factor desequilibrante que nos lleve a la aventura central de esta serie limitada.

Lekuona se encarga de dejar patente a la audiencia lectora que, pese a las inspiraciones tomadas -que son unas cuantas- no se va a limitar a transitar por el gastado camino habitual. Para empezar, está la ya indicada mezcla entre juego de rol e historia de fantasía, como lo demuestra el hecho de que Rolo y Merle usen un dado de veinte caras para decidir quién ha entrar en primer lugar en la guarida del malo. Para seguir, el sistema para ir ganando prestigio en este mundo y, en todo caso, la declaración de intenciones del título de la obra.

En el momento en el que escribo estas líneas, son dos los números de esta serie que se pueden adquirir en tiendas virtuales. El primero es, más bien, un prólogo de la historia principal, la cual arranca en su continuación; el segundo empieza con un interludio en el que, solo con imágenes, el autor presenta al adversario principal de la narración y pone a Rolo y Merle en el camino de su encuentro. El deseo de demostrar su condición de aventureros auténticos y la codicia de una montaña de oro, serán los cebos en los que piquen para embarcarse en la historia de su vida o, quizá, la última historia de sus vidas.

Cada número se cierra con una breve explicación para la parroquia lectora, en la que los personajes explican algunos aspectos de su mundo, rompiendo directamente la cuarta pared. Es un detalle simpático que se agradece, pues ayuda a sumergirse más profundamente en la propuesta del tebeo.

Avance del cómic en la página de la editorial

Epílogo: al habla, Jagoba Lekuona

Una vez terminada la reseña, solo queda ceder la palabra al autor, que concedió una entrevista al programa de radio a la carta Hacer para el desarrollo, en la emisora universitaria Radio Campus:

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