Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Deluxe. Los Vengadores vs. La Patrulla X 2.

 

Edición original:Avengers Vs. X-Men 6-12 e Infinite Comics USA.
Edición nacional/ España: Panini Comics.
Guión:Matt Fraction, Jonathan Hickman.
Dibujo:Olivier Coipel, Adam Kubert.
Formato:Tomo en tapa dura, 264 páginas.
Precio:.

 

Con el debido respeto y, desde luego, siempre con el permiso de la Primera Familia, no es arriesgado manifestar que tanto Los Vengadores como los X-Men son quizás los grupos más carismáticos de La Casa de las Ideas, algo que además hoy en día es conocido por todo el mundo dada la ya granada intervención cinematográfica de ambos en el noveno arte (que, por tema de derechos, todavía no les ha hecho coincidir en la gran pantalla, algo que no sabemos si cambiará con la compra de Fox por parte de Disney).
Y es que, unos son los Héroes más Poderos de la Tierra, reunidos para afrontar aquellas amenazas que superan el poder individual de cada uno de sus miembros, y otros son la unión de aquellos mutantes que, perseguidos y odiados por su condición, luchan por el entendimiento y la unión entre el Homo Sapiens y el Homo Superior, toda vez que creen que un mundo mejor es posible.
Ambos grupos no son cerrados ni de formaciones fijas, lo que ha llevado a que muchos X-Men hayan acabado formando parte de las filas de los Vengadores (como Bestia o Lobezno por citar dos de los muchos ejemplos existentes), y si algún vengador en cuestión era mutante, ha vuelto a engrosar los reclutas de la Patrulla X cuando así lo ha requerido o incluso a compaginar la permanencia en ambos grupos.

Por ello, el enfrentamiento entre ambas facciones se antojaba forzado e imposible, sobre todo cuando en los últimos tiempos cada vez era más difícil distinguir la línea entre vengador y miembro de los hombres X (si el vengador en cuestión era mutante).
Sin embargo, el evento Vengadores vs. Patrulla X, cuya primera mitad reseñamos aquí hace escasos días, encontró la excusa perfecta: La llegada de la fuerza Fénix a la tierra, advenimiento que era visto por los mutantes como algo profético y mesiánico, dada la condición de Hope Summers como esperanza de toda la raza con el Gen X, una raza que se había visto diezmada desde los días de Dinastía de M; y como perturbador por los Vengadores, que veían la llegada del Fénix como el anticipo de una mayor destrucción, como siempre que esta fuerza entraba en contacto con cualesquiera planetas.

El anterior tomo se dedicaba a contar como se gestaba este conflicto, con un resultado a mi parecer un tanto forzado, llevado a cabo por los pesos pesados de la editorial en aquel momento: Jason Aaron, Brian Michael Bendis y Jonathan Hickman, que dejaban el relevo de la escritura para la conclusión del evento mutante del año al propio Hickman (Vengadores, Cuatro Fantásticos) y Matt Fraction (Ojo de Halcón, Puño de Hierro) que se encargan principalmente del guión.

Al final del primer tomo de dos que compone la serie en su publicación en España, la fuerza Fénix llegaba… y en lugar de refugiarse en un solo mutante, y de hacerlo de hecho, en Hope Summers, la historia daba un giro de ciento ochenta grados y creaba cinco manifestaciones del fénix albergadas por Scott Summers, Emma Frost, Namor, Coloso y Magik. Con el Fénix en su interior, cada uno de sus poseedores trata de salvar a la raza mutante, siempre con la mejor de las intenciones, pero llevados por un objetivo deificante que acaba por ignorar la humanidad y bondad más básicas en post de un objetivo de aspiraciones mucho mayores.

Por ello, veremos cómo en su afán por arreglar el mundo, los distintos receptáculos del Fénix se enfrentarán a todo tipo de héroes marvelitas, causando los estragos que consideren necesarios, sin que puedan ser visto como villanos al uso, desde el momento en el que se explica perfectamente que su comportamiento está influenciado por la entidad cósmica que anida en su interior, la cual además, propicia los enfrentamientos entre ellos.

De este modo, y de manera muy inteligente, acabamos teniendo una Patrulla X que, a excepción de Hope y de Wanda Maximoff cuyo papel en esta guerra sin sentido es construido por ellas mismas, y de un Lobezno que tiene claro desde el principio que cualquier alianza con el Fénix está condenada a la destrucción y de algún otro personaje sin ser el objeto de esta reseña incidir en el comportamiento de todos ellos, la gran mayoría de los mutantes se convierten de esta manera y a pesar de tener objetivos en principio positivos y de buen fin, en una suerte de Hermandad de Mutantes Diabólicos, a la que tocan por el extremo contrario.

Así, se construye una historia que pese a lo forzado del enfrentamiento en el tomo anterior, mejora mucho en éste, alcanzando una conclusión inesperada y bien orquestada que da al evento carácter y fuerza como serie completa, salvando en parte el desaguisado del anterior volumen.
En lo relativo al dibujo, éste también mejora con creces, siendo en este caso Adam Kubert y Olivier Coipel los que principalmente llevan la batuta de la ilustración, regalándonos unos diseños nuevos y preciosos de cada uno de los mutantes que poseen la Fuera Fénix, y resultando una verdadera maravilla cada uno de los enfrentamientos entre los distintos personajes, en los que las distintas manifestaciones del poder del Fénix convierten el tomo en un auténtico festival de fuegos artificiales, sacando lo mejor de cada dibujante y de los enfrentamiento superheroicos en general.

Sin duda un tomo que, sin ser una maravilla da impulso a una historia que flaqueaba mucho más en su mitad, al menos en opinión de este redactor.



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