Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC: Doomsday Clock #7

 

Edición original: DC Comics.
Guión: Geoff Johns.
Dibujo: Gary Frank.
Entintado: Gary Frank.
Color: Brad Anderson.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: $4.99

 
Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.

“And then… I saw nothing”

Cuando empecé a leer esta serie, estaba absolutamente emocionado. El primer número de Doomsday Clock fue un bombazo espectacular que honestamente nadie esperaba. Sí, tuvo una oleada de haters, que aún incluso resisten, pero eso es algo que, por el contrario, sí se esperaba. El interés fue creciendo durante los números que Geoff Johns y Gary Frank iban escribiendo e ilustrando respectivamente, hasta llegar al día de hoy. Sin embargo, aún nadie tiene ni la menor idea del rumbo y el objetivo de esta serie, así como otras incógnitas como en qué momento se sitúa esta historia, y cómo ha llegado el mundo a ese punto de caos y odio a los metahumanos. Si tuviera que apostar, diría que esto iba a ser mucho más determinante para el universo DC, y que Metal lo cambió todo, al menos a corto medio plazo, y ahora quizás Doomsday Clock se convertirá en una historia interesante y potente de Johns, que forma parte de la continuidad, pero que no va a transformar y determinar el universo DC y el futuro de sus personajes de la forma en que todos esperábamos, incluido el propio Johns.

En el número anterior, pudimos echar un vistazo a la dura infancia de Marionette y Mime, especialmente de la primera, cuyo nombre real es Erika Manson, que tuvo que ver con sus propios ojos cómo su padre se suicidaba al no soportar la presión de unos mafiosos que llevaban tiempo chantajeándole y robando su dinero y el fruto de su trabajo cada vez en un porcentaje más amplio. Ese duro trauma transformó por completo a Erika, y a su ya por entonces amigo y futuro marido Marcos en los dos supercriminales que conocemos hoy en día, y que son la pareja revelación de esta colección. Un flashback más en esta serie, que se turnaba con la trama del presente en la que el Joker y un amplio grupo de villanos debatiendo qué deben hacer ante la difícil situación de los metahumanos en ese momento. Pero, como bien comentaba mi compañero Víctor en su reseña, nada sabíamos de Johnny Thunder, Rorschach, Saturn Girl, Ozymandias, etcétera. Pues bien, parece que en este número tenemos una respuesta.

Sí, todas las tramas se unen al fin en este primer número de la que podemos denominar segunda parte de esta historia, en la que todos los actores principales se reúnen en un mismo escenario, y todo llega a un punto común, para presenciar algo que llevábamos tiempo esperando…

Aviso de Spoiler

Sí, el Doctor Manhattan al fin hace su esperada aparición. La primera vez que se nos muestra en la historia, al menos en el presente, y sus primeros pasos han sido cuanto menos enigmáticos. Parece que se aproxima una batalla tremenda entre dos titanes azules de universo DC: Superman y el Dr. Manhattan, que además tiene un futuro incierto. Sin duda, lo mejor del número, y lo que de verdad te mantiene con las ganas de leer el siguiente y ver dónde nos lleva esto.

Y más allá de que los lectores al fin consigamos satisfacer nuestras necesidades, lo cierto es que tampoco ha hecho avanzar demasiado la historia. O mejor dicho, sí, la historia ha dado varios pasos hacia delante, tampoco era muy difícil con lo que habíamos visto hasta el momento, pero seguimos sin saber hacia dónde vamos. Los números centrados en el pasado de Rorschach II y de Mime y Marionette han sido excelentes, narrados con una delicadeza y elegancia exquisita, y nadie puede dudar de su calidad, pero no nos han aportado nada a la historia, más que a dar contexto a los nuevos personajes, que, insisto una vez más, son geniales. Es una sensación extraña, porque si bien no sé qué rumbo pretende Johns con esta colección, disfruto su lectura como un niño con una piruleta, y espero la siguiente como agua de mayo, impaciente y contando los días por ver cómo continúa la historia, aunque tenga la sensación de que no va a ser tan trascendente e importante para el universo DC como nos habían prometido con el especial Renacimiento, la Chapa y otros tantos eventos en los últimos años. No obstante, no voy a redundar más en el mismo asunto, y voy a esperar a ver cómo termina la historia, para de verdad emitir un juicio concreto y determinante en ese aspecto, máxime ahora que parece que la trama se ha activado otra vez y va a toda máquina.

En el apartado artístico solo se puede comentar que, aunque Gary Frank sigue a un nivel excelso, sí que se percibe cierto bajón en momentos puntuales, en los que, no sabemos si por el ritmo de la publicación o por cansancio, se observan viñetas y escenas concretas en las que los personajes no están perfilados de la misma forma limpia y perfecta, ni tienen el mismo nivel de detalle que en otras escenas concretas, especialmente en cuanto acción se refiere, que son como han estado siendo hasta ahora, espectaculares.



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