Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga. El Inmortal Puño de Hierro 2. Las Siete Ciudades Celestiales. Parte 1

 

Edición original:The Immortal Iron Fist 7-10 y Annual 1 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Ed Brubaker y Matt Fraction.
Dibujo:Travel Foreman, Leandro Fernández, Khari Evans, David Aja, Roy Allan Martínez, Scott Koblish, Howard Chaykin, Dan Brereton, Jelena Kevic Djurdjevic y Kano.
Entintado:Derek Fridolfs, Francisco Paronzini, Leo Fernández, Víctor Olázaba y Raúl Allen.
Color:Dan Brown, Matt Hollingsworth, June Chung y Edgar Delgado.
Formato:Tomo en tapa dura, 144 páginas.
Precio:15 €.

 

En el día de hoy, continuamos con nuestras reseñas de aquellos tomos del sello Marvel Saga que consideramos más dignos de mención, tocándole el turno esta vez al segundo tomo dedicado a la colección El Inmortal Puño de Hierro que Matt Fraction y Ed Brubaker al guión, junto con, principalmente, David Aja a los dibujos tejieron como un verdadero trío de ases, componiendo la que, desde luego para mí, es la mejor etapa jamás escrita y dibujada del personaje.
En el tomo anterior, concebido, recordemos, como una serie limitada, se nos presentaba de nuevo a Danny Rand como empresario por un lado y portador del Puño de Hierro por el otro, que le otorgaba el cargo de defensor de la mística ciudad de K’un L’un, adivinándose que detrás del Legado del Puño de Hierro había mucha historia que merecía ser contada, que Danny no era si no el último en portar un ominoso legado que había pasado por muchas otras manos además de la suya.
Además, conocíamos más datos acerca de Wendell Rand, el padre de Danny que descubriera la existencia de la legendaria K’un L’un antes que él (residiendo en ella y formándose en artes maciales), y se presentaba en escena a un carismático personaje, Orson Randall, predecesor inmediato de Danny como protector de K’un L’un y, además, tutor de Wendell Rand, lo que daba pie a interesantes historias que debían ser contadas y que, a la postre, terminó por, afortunadamente en este caso, dar una serie continuada al personaje y no quedarse en una limitada.

Este tomo comienza con una historia (número siete de la colección) que nos habla de uno de esos personajes que portaron el Puño de Hierro antes que Danny, y que además, ya había sido presentado en un par de páginas del tomo anterior. Me refiero sin duda a Wu Au Shi, la Reina de la Bahía Pirata Pinghai, en una historia que dibujan a seis manos Travel Foreman (páginas 1 a 6 y portada), Leandro Fernández (páginas 7 a 13) y Khari Evans (páginas 14 a 22), cada uno imprimiéndole su particular estilo a esta suerte de fábula oriental en el que se nos narra toda la vida de este personaje, desde su ingreso en el templo de K’un L’un, pasando por su ascensor a protectora de la mística ciudad, su enamoramiento de un pescador, y su entronización como Reina de la Bahía Pirata Pinghai. Sin duda, una historia muy entretenida e interesante, que una vez más, nos da prueba fehaciente de que Danny Rand solo es un elemento más en el completo tapiz del Puño de Hierro, girando siempre la etapa de Brubaker y Fraction en torno a la idea del legado y la responsabilidad de portar tan pesado manto.

El que sean tres dibujantes los que se encarguen de dar forma a esta historia, lejos de sacar al lector de la trama, lo integra más en ella, y es que cada dibujante, de forma continuada se encarga de una parte de la biografía de Wu Au Shi, por lo que los cambios y saltos de estilo no sólo no se antojan aleatorios si no que podría decirse que son hasta necesarios, dotando a este número de una originalidad y personalidad propia que no siempre podemos ver en el cómic mainstream.

A continuación, el tomo sigue con los números 8 a 10 de la colección (pasando por el magnífico annual del que luego hablaremos) que se corresponden con las partes 1 a 3 (esto es, la mitad de la saga) de Las Siete Ciudades Celestiales, arco argumental que da título al tomo, y que narra el comienzo de un torneo al que Danny Rand como actual Puño de Hierro está obligado a participar para defender la grandeza de K’un L’un frente al resto de las seis ciudades celestiales o místicas que sólo confluyen en La Tierra muy de vez en cuando. La serie no pierde su calidad que la define en estos tres números, en los que se muestra como existe todo un “Juego de Tronos Místico” alrededor de este misterioso torneo, de sus campeones elegidos, y de la propia K’un L’un.
Adicionalmente, ya se comienza a atisbar que las cosas no son exactamente como se le han contado a Danny, intercalándose además la historia de Danny con la de su padre, Wendell Rand, y la amistad que éste trabó con La Serpiente de Acero (villano mítico unido al personaje y además, hijo de Lei Kung, líder de K’un L’un), quien también se dará cita en este completo volumen.

La historia de Danny está magistralmente dibujada por David Aja, demostrando el salmantino el gran talento que lo caracteriza, que sobre todo se proyecta en el magnífico diseño de los distintos representantes de cada ciudad. La historia de Wendell, por su parte, es dibujada por Roy Allan Martínez (número 8), Scott Koblish (número 9 junto con Roy Allan Martínez) y Kano (número 10) que, como ocurre en otros números de esta colección, se introducen en la historia para que el lector sea consciente del cambio de tercio y argumento por el que la trama va a discurrir.

En conjunto, forman un dibujo cohesionado y muy bien trazado que provoca que en este caso me sea imposible elegir a un dibujante sobre otros a lo largo del tomo, habiendo disfrutado muchísimo por mi parte la lectura de este Marvel Saga.

Finalmente, entre los números 9 y 10 de la colección, y respetando el riguroso orden cronológico de publicación, se inserta el primer Annual de la colección, el cual, guionizado como siempre por Brubaker y Fraction, cuenta en esta ocasión con toda una leyenda como Howard Chaykin para encargarse del dibujo correspondiente al tiempo presente, y con Edgar Delgado, Dan Brereton y Jelena Kevic Djurdjevic para narrar los tiempos pasados.

En esta ocasión, se narra una historia algo más larga (29 páginas de extensión) en la que Danny conocerá a un antiguo y misterioso compañero de correrías de Orson Randall (y por tanto, también de Wendell Rand) que le aportará más datos sobre el misterioso portador del Puño de Hierro y sobre las correrías que éste tenía con su banda de pícaros, configurándose una divertidísima historia que en este caso, prácticamente deja de lado la mística de las artes marciales para abrazar el estilo pulp, sin que en ningún caso sintamos como lectores que el cambio de tercio de la historia desentona con la colección, si no todo lo contrario.

Como en los casos anteriores, cada dibujante hace gala de su propio estilo, cada uno muy propio para el tipo de historia que se cuenta, siendo una de las mayores maravillas de esta colección el que existan tantos dibujantes que, en vez de hacer la colección irregular le otorguen coherencia, al estar perfectamente planificado cuándo se hacen los cambios de un ilustrador a otro, y a qué razón obedecen los mismos.

Sin duda, este tomo (como el resto que integraran esta parcela del sello Marvel Saga) es una compra obligada para el lector fan del personaje, o aquel que quiera conocer más de él y no sepa por dónde empezar, siendo ésta quizás la mejor etapa posible para arrancar con el personaje.



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