Javier Vázquez Delgado recomienda: Gasolina [Pilot Paradise]

 

Edición original: Essence (Futuropolis. Enero 2018)
Edición nacional/ España: Gasolina. Ponent Mon. Octubre, 2018
Guion: Fred Bernard
Dibujo: Benjamin Flao
Color: Benjamin Flao
Formato: Cartoné, 184 páginas
Precio: 32€

 

Gasolina de Fred Bernard y Benjamin Flao es una sorpresa realmente agradable.
Esta primera colaboración entre los dos autores franceses publicada a principios de año por Futuropolis, demuestra un alto grado de compenetración y entendimiento y augura nuevas colaboraciones para el futuro.

Estamos ante una fábula filosófica, mística y ecológica. Achille conduce su coche por un entorno desconocido y caótico acompañado de una joven enigmática que le interroga sobre cosas que no recuerda. Achille cree estar soñando pero en el fondo teme que no se trate de una pesadilla, sino de una situación mucho más definitiva. De todas formas, su principal preocupación es conseguir gasolina en cada etapa del camino para poder seguir adelante.
La atmósfera de Gasolina nos recuerda a la de El Garaje Hermético de Moebius, con sus desiertos infinitos, sus talleres mecánicos polvorientos y sus decorados mutantes. No es solo una mera referencia, Bernard y Flao se apoderan de la esencia de aquella obra maestra de los 80 para tejer su relato fantástico y filosófico. También encontramos ecos de algunos relatos de Los jardines de Edena, de Moebius otra vez, especialmente del relato titulado Reparaciones. Y sin embargo, y aunque suene paradójico, los autores han conseguido tejer una historia original, a ratos intensa y tremendamente hermosa.

Gasolina trata de describir la sensación de impotencia que nos produce el paso del tiempo, las cosas que nunca acabaremos de realizar en nuestra vida y sobre todo es un alegato a favor de la ingenuidad.
Achille, presionado por la chica sin nombre, trata de recordar su pasado inmediato pero lo que le viene a la mente son los recuerdos de su infancia, sus frustraciones juveniles y las de su matrimonio. Su acompañante le somete a una especie de juicio sobre su comportamiento y de cómo su pasión por la mecánica, por los coches, ha afectado a su vida personal. Pero lo urgente, lo que apremia es reconstruir el puzle de sus actos más inmediatos porque son imprescindibles para entender lo que le depara el futuro en este universo desconocido donde se halla.

La historia se centra en la relación entre Achille y la chica desconocida, los episodios de repostaje de combustible nos sirven para desentrañar donde se desarrolla esta trama y los recuerdos de Achille para conocerle mejor. Aunque esperados, los acontecimientos nos interesan y los personajes acaban pareciéndonos entrañables.

Los autores introducen en la historia pequeños homenajes, respetuosos guiños a obras emblemáticas de la BD, así podemos encontrar personajes como Milú, el perro que acompaña a Tintín en sus aventuras. También encontramos artilugios como el famoso submarino en forma de tiburón que aparece en El tesoro de Rackham el Rojo en la misma serie creada por Hergé o descubrimos una ciudad sumergida en la tierra a la que se accede por una grieta en el terreno, en la superficie como en el maravilloso relato breve The Long Tomorrow de Dan O’Bannon y Moebius. Son pequeños apuntes que implican tanto al protagonista como a los lectores.

Un aspecto curioso de esta obra es el estilo de dibujo de Bejamin Flao. Original pero con múltiples influencias. El arte de Gasolina me recuerda poderosamente al de Moebius de los años 70. El que se prodigaba por varias revistas con historias cortas, a veces meros esbozos de cuentos, dibujados de una manera muy suelta pero conservando lo esencial de su personalidad y de su calidad. Flao tiene esta soltura y también mucha calidad. Sabe alternar diversos registros como el expresionista, cercano a Alberto Breccia, el virtuosismo de Moebius y un registro más caricaturesco. A veces también le podemos ver ramalazos de Jean-Claude Mézières. Como podéis comprobar, ilustres maestros.

El color es un elemento fundamental en el arte del dibujante de Nantes. Flao alterna páginas barrocas, con otras más ágiles y desnudas. La paleta de colores del artista francés oscila entre los rojos intensos y los naranjas pálidos pasando por los azules nocturnos y los verdes relajantes. A veces el color inunda la página, a veces solo acompaña el trazo, pero siempre le da una atmósfera peculiar y reconocible a la escena.

El artista utiliza un formato peculiar de página, prácticamente cuadrada. Por ello la divide en dos tiras de dos viñetas, aunque a menudo utiliza la viñeta única o un esquema más convencional de tres tiras de dos viñetas. Su narrativa es eficaz y prima la enfatización teatral de los movimientos corporales y de las expresiones faciales que combina con grandes planos generales llenos de poesía y misterio.

Fred Bernard es un reconocido escritor e ilustrador de cuentos infantiles y juveniles. Nació en Beaune, en la región de Borgoña, el año 1969. No siguió la tradición familiar de trabajar en la albañilería y se decantó por estudiar arte en la Escuela Émile-Cohl de Lyon. Allí conoció a François Roca con el que realizaría numerosos libros infantiles ilustrados con los que obtendrían numerosos premios y buenas ventas. En el 2003 realiza su primera BD titulada La Tendresse des crocodiles de la que se encarga del guion y de los dibujos. También crea la serie Une aventure de Jeanne Picquigny (2003-2016) con los dibujos de François Roca y obras sueltas como Little Odyssée (2008), L’Homme bonsaï (2009), Ursula, vers l’amour et au-delà (2011) Gold Star Mothers, con guion de Catherine Grive (2017) y Essence, dibujada por Benjamin Flao (2018)

Por su parte Benjamin Flao nació en Nantes en 1975. Estudia artes gráficas en la Escuela de Saint Luc en Tournai y luego en la Escuela Émile-Cohn, como Bernard, pero 7 años después. Su primer trabajo publicado es Carnets de Sibérie, mammuthus expéditions (2002) que inaugura su colección de Carnets de voyage. La serie Mauvais garçons (2009) con guion de Christophe Dabitch con dos tomos, Heq: le chant pour celui qui désire vivre (2012) que adapta un texto del noruego Jørn Riel y Kililana song (2012-2013) de la que realiza guion y dibujos son sus obras más relevantes. Finalmente la publicación de Essence (Gasolina) en 2018 con guion de Fred Bernard le ha granjeado el favor de crítica y los lectores.

La edición que Ponent Mon hace de esta obra es prácticamente de lujo. El libro es en tapa dura, la impresión es muy buena y el papel aceptable, aunque tiende a ondularse un poco. El precio es elevado pero el contenido a mí me ha compensado con creces.

Leer Gasolina es como volver a adentrarse en un universo extraño, caótico pero reconocible. La historia con moraleja ecológica no es muy sorprendente pero tanto el tono agradable como el carisma de los personajes nos seducen y nos implican. Otra cosa es el dibujo; Flao tiene un estilo poderoso y una capacidad narrativa muy eficaz. En Gasolina se cita con los grandes maestros de la BD de los 70 y 80 del siglo pasado y no sale mal parado de la comparación. Flao supera la prueba con nota. Además… en el cosmos de Gasolina también amanece, que no es poco.

Salut!



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