Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga Daredevil 19. Cruel e Inusual

 

Edición original:Daredevil v2, 106-110 y Daredevil: Blood Of The Tarantula USA.
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:Ed Brubaker, Ande Parks y Greg Rucka.
Dibujo:Crhis Samnee, Paul Azaceta y Michael Lark.
Entintado:Stefano Gaudiano.
Color:Matt Hollinsworth.
Formato:Tomo en tapa dura, 168 páginas.
Precio:18 €.

 

Continuamos con la reseña de aquellos tomos del sello Marvel Saga que consideramos en la redacción más dignos de mención, por incluir en ocasiones grandes etapas de autores de renombre al frente de inolvidables personajes del vasto acervo marvelita.
Entre dichas destacables etapas, no puede ni debe faltar el Daredevil de Ed Brubaker y Michael Lark, una etapa que en clave continuista con la que dejaron Brian Michael Bendis y Alex Maleev (y por extensión, con la de Frank Miller y Klaus Jackson), trataban de continuar ese espíritu de género noir que tan bien le sienta al Diablo Guardián, enfrentándolo a la calle misma, lejos de seres y situaciones de corte más sobrenatural.
El último tomo dejaba a Matt separado de Milla Donovan, quien por culpa de la toxina empleada por Mr. Miedo acababa encerrada en un psiquiátrico, sin poder gobernarse a sí misma y por tanto, sin poder compartir su vida con el bueno de Murdock, que una vez más, veía su vida amorosa truncada sin que, para variar, fuera la muerte esta vez la culpable de su corazón roto.
En esta ocasión, y con carácter previo a entrar en el arco argumental que da nombre a este tomo, el volumen comienza con dos números (el 106 del volumen 2 de la colección, y un One Shot que continua dicho número) dedicados a Tarántula Negra que, como vimos en el anterior tomo, había salido de la cárcel, buscando un futuro en libertad condicional, para lo que recababa la ayuda de Murdock. En este par de números, el otrora villano convertido en antihéroe se enfrentará al supuesto resurgimiento de la banda que llegó a liderar en su México natal y que ahora busca su sangre al haberlo catalogado como traidor. Se nota que Marvel tenía la intención de otorgarle una serie propia al personaje, puesto que el paso de Daredevil por estos dos números es más testimonial que otra cosa, lo que no resta entretenimiento al guión de un Ande Parks (que trabaja con argumento de Brubaker) y al dibujo de Paul Azaceta en el número 106, (ilustrador ligado a Dark Horse y al Mignolaverso) que hace gala de un dibujo en el que priman los ángulos rectos y los trazos más simples en favor de un entorno más elaborado.
En cuanto al One Shot, que continúa la anterior historia, éste está ilustrado por un Chris Samnee que hace gala de un dibujo muy cumplidor con especial talento en las escenas de acción más desenfrenadas.

La realidad es que este tipo de historias se incluían en la colección para dar descanso a Michael Lark, ilustrador titular de la serie, que de vez en cuando necesitaba un respiro en la colección, de tirada mensual, lo que no es difícil de imaginar dada la enorme calidad de sus dibujos.
Seguidamente, se incluye Cruel e Inusual, arco argumental de cuatro números (107 a 110 del Volumen 2 de la colección) en los que Brubaker que, demostrándose una vez más fan de los personajes secundarios de Daredevil que tanto han hecho brillar su etapa, rescata del olvido a “Big” Ben Donovan, villano usualmente ligado a Luke Cage, que en el pasado era algo así como el Kingpin negro de la ciudad.

Este villano, que hemos podido ver recientemente tanto en las dos temporadas de la serie de Netflix Luke Cage, como en la tercera de Daredevil, es abogado de profesión, y en esta ocasión se encuentra a un pie de la silla eléctrica por haber asesinado, y por decapitación nada menos, a tres inocentes niños, hermanos entre sí.
A pesar de que Donovan confiesa la autoría del crimen en repetidas ocasiones, ni Dakota North, ni Becky Cloonan, ni Luke Cage, ni Foggy Nelson, ni por supuesto, Matt Murdock, creen que este crimen haya sido cometido por “Big” Ben Donovan, por lo que el abogado ciego pondrá toda su experiencia, como Letrado y como Vigilante callejero para tratar de esclarecer el asunto.
Cruel e Inusual resulta, como era de esperar, un arco argumental de lo más entretenido y agradable de leer, pues sitúa a Murdock en un entorno que es puro noir, en el que salvo por dos o tres momentos de acción, Murdock es más abogado que héroe, y en el que Brubaker critica ácidamente al sistema de justicia, que está dispuesto a llegar hasta donde sea, comprometiendo la inocencia de un condenado a muerte en pro de un fin supuestamente beneficioso para la seguridad nacional.

Lo que quizás sea más atrayente de esta historia, y que por sí solo ya justifica la compra del tomo, es que Brubaker decidió colaborar para el guión de esta historia con Greg Rucka. Ambos autores habían coguionizado Gotham Central, una de las joyas de más valor de DC Comics en la que se narraba la vida y el día a día de los policías de Gotham, en una serie de género negro y policiaco que trataba de dar protagonismo a los agentes de policía de Gotham sin que estos dependieran de cierto Caballero Oscuro.
Así pues, la inclusión de Rucka resulta además de deseable muy acertada, notándose su mano en las partes más “legalistas” de la historia, conformándose un argumento que justifica una vez más la compra de cualquier cómic en el que cualquiera de estos dos guionistas esté al frente.

En cuanto a Michael Lark, el mismo sigue con su estilo de claroscuros que tan bien le sienta a la historia, con ese detalle en rostros y escenas de acción, en los que es capaz de congelar escenas en movimiento, captando hasta el último detalle de cada una de ellas.

Sin duda, si no sabéis que leer sobre Daredevil, este tomo, como toda la etapa de Brubaker y Lark, resulta una compra muy recomendable para hacerse con algunas de las mejores historias del personaje.



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