Javier Vázquez Delgado recomienda: 100% Marvel HC. Veneno: Greatest Hits
Edición original:The Amazing Spider-Man 300, 316, 317, 332, 333, 346, 347, 361-363, 374 y 375 y material de The Amazing Spider-Man 298, 299 y 315 USA
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:David Michelinie.
Dibujo:Todd Mcfarnalane, Erik Larsen y Mark Bagley.
Formato:Tomo en tapa dura, 336 páginas.
Precio:32 €.
Poco sabía Marvel que una simple escena en las Secret Wars orquestadas por Jim Shooter en 1984, daría tanto juego a posteriori. Aquel macro crossover, el primero que podemos considerar como tal para la Casa de las Ideas, y que con la idea de vender muñecos de los personajes marvelitas enfrentaba a los más populares de éstos contra el Todopoderoso tuvo consencuencias que en mayor o menor medida se proyectaron sobre las colecciones de cada uno de los héroes que integraban el variopinto grupo que protagonizara aquel evento.
Así, Los Cuatro Fantásticos, La Patrulla X, Los Vengadores, Hulk, todos ellos tendrían un reflejo de lo acontecido en la gran batalla contra el Todopoderoso cuando finalmente volvieran a la Tierra, pero en ningún personaje tuvo tal importancia la experiencia vivida en el hoy mítico crossover como en Spiderman.
Así, en el número 8 de Secret Wars, los héroes se tomaban un descanso para lamerse sus heridas después de su último enfrentamiento contra los villanos que el Todopoderoso había reclutado para su particular partida de ajedrez cósmico. En una sala habilitada al efecto, los distintos empijamados descansaban, hablaban sobre lo ocurrido hacía pocas horas… o reparaban sus trajes rasgados. Peter Parker, procedía como no, a reparar su ajado traje arácnido, y como es hoy conocido por todos, se equivocaba de máquina, entrando en contacto sin saberlo, con un extraño simbionte alienígena que no sólo le daría una apariencia más oscura y acorde a los tiempos del momento, si no que le otorgaría increíbles habilidades muy por encima de las que ya tenía. El simbionte, queridos lectores, había llegado a Marvel.
Comenzaba así, ya en la colección arácnida por antonomasia, The Amazing Spiderman, la conocida como Saga del Traje Negro, orquestada por Tom DeFalco, un autor que no necesita presentación alguna, y que describía como Peter asumía un poder muy superior al que había esgrimido hasta entonces… un poder que exigía el pago de un precio, al tratarse su traje de una entidad alienígena que controlaba a Peter y que necesitaba tomar posesión completa de él para poder subsistir. Con la inestimable ayuda de Los Cuatro Fantásticos, Spiderman acabaría por desprenderse del maligno traje, en una escena en el campanario de una iglesia, cuyos sonoros repiqueteos, letales para el simbionte, pasarían a la historia. El traje negro, aquel ente alienígena había sido vencido por Peter en el número 1 de Web of Spiderman (en una saga, la del traje alienígena, que entroncaba con Amazing Spiderman 258), pero no sería la última vez que oiríamos hablar de él, no, ni mucho menos.
Daremos un salto en la colección de Amazing Spiderman, todavía previa a la primera aparición de Venom para hablar de una trama, confeccionada por Peter David, otro guionista de cómic responsable de algunas de las mejores piezas del noveno arte que ha dado el mercado estadounidense, que terminaría por perfilar a Eddie Brock como uno de los villanos más letales para nuestro amigo y vecino.
Me refiero como no, a la saga del Come Pecados (que comenzaba en el número 107 de la colección arácnida hermana de Amazing, Peter Parker: El Espectacular Spiderman), un psicópata que, obsesionado con los pecados que consideraba que sus víctimas cometían, acababa con las vidas de éstas para tomar sus pecados y poder absolver así a los pecadores. Aquella interesante trama, en la que por raro que pareciera, Spiderman lidiaba con un criminal sádico pero más o menos común, se uniría a la exclusiva que el periódico Daily Globe (histórico rival del Daily Bugle) lanzaría sobre el citado delincuente, revelando su identidad en la prensa. Aquella revelación estaba firmada por el periodista del momento: Eddie Brock.
Sin embargo, Brock, que actuaba gracias a una fuente muy poco fiable acabaría por ser desacreditado por Spiderman que atrapaba al verdadero Come Pecados, lo que tenía como efecto colateral la desacreditación como periodista de sensancionalista Eddie Brock.
En ese momento, Brock, que se revelaba como un ferviente católico, acudiría a confesarse a la iglesia para confesar su odio hacia Spiderman, ese Spiderman que a su juicio, le había quitado todo. Aquella iglesia no era otra que en la que había tenido lugar la batalla final (o quizás deberíamos decir inicial) de Peter contra el simbionte que lo trataba de poseer en el número 1 de Web of Spiderman, constituyendo el odio de Brock hacia Spiderman todo un acicate que haría que el simbionte se uniera a Eddie Brock sin dudarlo dos veces. Veneno, o mejor dicho, el germen de la creación de éste (compartido junto a su misteriosa aparición que sugería lo que estaba por venir en el número 18 de Web of Spiderman de Septiembre de 1986), había nacido, y Marvel todavía no sabía que acababa de crear a uno de sus personajes más populares.
Panini Comics edita en el tomo que pasamos a analizar a continuación las historias iniciales más importantes del personaje, ya como Venom (o Veneno, si preferimos darle el nombre con el que sería conocido en nuestro país) en un interesante volumen que resulta imprescindible para los amantes del personaje o para aquellos que quieran saber más sobre él y no sepan por dónde empezar.
Estos números, los primeros incluidos en el volumen, si bien en realidad sólo se incluye completo el número 300, constituyen la primera aparición de Veneno lejos de misterios e insinuaciones. Veneno aparece ya aquí como un enemigo que resulta ser una versión corpulenta e hipermusculada de Spiderman tal y como lo concibe el diseño del Todd Mcfarlane.
El guión de David Michelinie (junto a McFarlane, padre indiscutible del personaje) concibe aquí a Veneno como un villano unido por dos seres; Eddie Brock y el simbionte que lo adopta como huésped, teniendo ambos en común el profundo odio que sienten hacia Spiderman, cada uno por sus motivos propios. Este punto resulta del todo importante, porque será dicho odio el que impulse los posteriores enfrentamientos entre Spiderman y Veneno y que también se incluyen en este volumen.
Como ya comentaron mis compañeros en el Podcast de Zona Negativa nº 10, dedicado al personaje (podcast que os emplazo encarecidamente a escuchar por resumir muy bien toda la historia del personaje aportando todo lujo de detalles a la misma) sorprende que en origen Venom no tenía ni esa característica lengua que lo popularizaría en el futuro, ni tampoco tenía todavía esos afilados dientes que lo acercaban más al alienígena que poseía a Brock que a una versión oscura y exagerada de Spiderman.
Esta historia de introducción es hoy una de las mejores joyas de la Marvel de los años 80, al presentarse a un enemigo muy superior a Spiderman, cuyo nacimiento (como no podía ser de otra manera) se debe a las decisiones tomadas por el personaje en el pasado, ese pasado que siempre persigue y perseguirá a nuestro amado Peter Parker.
Saltamos unos pocos números en la colección para encargarnos de la siguiente historia que aborda el tomo, y que además resulta ser la siguiente aparición cronológica de Venom. Y es que, el arco argumental que presentara al personaje había tenido un innegable éxito, lo que Marvel no podía desaprovechar, por lo que no tardaría demasiado en regalarnos otro enfrentamiento entre el trepamuros y el peso pesado alienígena.
Estamos ante dos números que resultan una verdadera delicia para el lector, también enclavados dentro de la etapa de Michelinie y Mcfarlane al frente de la colección arácnida, quienes como padres del personaje, darían un paso más en la psique de éste.
Así, se nos revela que Eddie Brock está lejos de haber sido vencido, habiendo alimentado aún más su odio hacia Spiderman al haber sido derrotado por éste (quien consiguió vencerle sólo gracias a su ingenio). Serán los ejercicios físicos de pesas, la adicción, verdadera halterofilia con la que Brock descargue su odio hacia Peter hasta que decida volver a ir a por él. En esta ocasión, Michelinie ahonda más en el hecho de que al unirse al simbionte que una vez poseyera a Peter Parker, es evidente que Eddie Brock conoce la identidad secreta de Spiderman (lo que ya se nos adelantó en la saga anterior), circunstancia que sin duda aprovecha para forzar un enfrentamiento con el arácnido a base de poner su vida privada patas arriba. Este recurso que no resulta nuevo, ni en el cómic superheroico, ni en el propio Spiderman (puesto que Parker ya se enfrentaría a un calvario muy similar por culpa de Norman Osborn, a.k.a., El Duende Verde en épocas mucho más pretéritas de su colección) se utiliza aquí con marcado ingenio, puesto que añaden una vertiente artera y estratega a Veneno como Villano que se revela así como mucho más que un Spiderman violento y musculado.
Otra de las cosas que sorprende de este arco argumental es la enorme violencia que éste destila, tratándose además de un cómic de superhéroes que en principio tiene como público objetivo al adolescente medio. Y es que, en nuestra retina quedarán grabadas escenas como la paliza que Venom infringe a La Gata Negra y que hoy en día probablemente serían vistas con otros ojos. Tampoco podemos olvidar el psicópata juego que Brock lleva a cabo con Mary Jane, que en ocasiones llega a helar la sangre del lector, y que supuso un antes y un después en la historia de Spidey.
Finalmente, no podemos olvidar que aquí ya se empiezan a atisbar los largos y afilados dientes de Veneno que junto a su larga y reptiliana lengua (que todavía no había llegado) lo definirían a posteriori.
Damos otro pequeño salto en la colección arácnida, para contemplar la tercera batalla entre Peter Parker y Veneno, batalla que no llegaba mucho más tarde de la anterior y es que, como decimos, el éxito del personaje era tal y que cada poco tiempo teníamos nuestra demandada ración de Veneno.
Los ochenta habían quedado atrás y nos plantábamos en Mayo y Junio de 1990, meses en los que tendrían lugar estos dos números que analizamos en este apartado y que marcaban el inicio de la popularidad indiscutible de Veneno, que esta década que comenzaba brillaría con luz propia por sobre la mayoría de los personajes marvelitas, al protagonizar contantes series limitadas que demostraban el ansia por Marvel de explotar la gallina de los huevos de oro.
No obstante, todavía era pronto para que tuvieran lugar dichas series, que llegarían mucho más tarde, narrándose en este caso por Michelinie y Erik Larsen (que sustituía aquí a Mcfarlane, padre del personaje, encargándose del dibujo del personaje por primera) el tercer enfrentamiento entre Spiderman y su simbiótica némesis.
Venom aparece en esta ocasión tras un enfrentamiento de Spiderman con los villanos Styx y Stone, tratando (otra vez) de buscar el enfrentamiento con Peter a través de atacar a sus seres queridos con su identidad de Eddie Brock. En esta ocasión, trata de atormentar a la Tía May, buscando así provocar al trepamuros.
Esta historia, pese a pecar de reciclaje y no aportar nada nuevo al personaje en el apartado del guión si que nos regala la apariencia definitiva del personaje, aquella por la que Venom sería conocido en adelante.
Así, Larsen, basándose en el diseño de Mcfarlane, diseña un Venom que es todavía más corpulento, con una apariencia más cartoon y que ya tiene la característica lengua humedad y serpentina con la que lo recordamos a día de hoy, que además posee una cabeza mucho más grande y para colmo de males, es más fuerte si cabe que en ocasiones anteriores.
Sin duda una historia que resulta no sólo entretenida si no de agradecer que se incluya en este cómic, al acabar por rematar el diseño del personaje que ha pasado al imaginario popular.
Poco más de diez números después de su última aparición, llega el cuarto enfrentamiento de Venom con Spiderman, con David Michelinie todavía a los mandos del guión, y con Erik Larsen en el dibujo, que repetía como ilustrador del personaje, lo que no era de extrañar dado el rompedor diseño que le había otorgado pocos números antes.
En esta ocasión, Venom vuelve a buscar el enfrentamiento con Spiderman, cuyo odio por él no acaba nunca, siendo el ingenio una vez más, lo que hará que Spiderman le venza, pese a que en esta ocasión el escenario de batalla elegido por Brock, una isla desierta donde lleva a un Spiderman insconsciente que así no puede huir, como en otras ocasiones, de una batalla que sólo puede terminar con la muerte de uno de los dos.
Este arco argumental marcaría un antes y un después en la historia del personaje, ya que tras su final, el cariz de los enfrentamientos entre Venom y Spiderman daría un interesante giro.
David Michelinie y Erik Larsen se encargarían también de la siguiente aparición de Veneno, solo que en este caso, darían entrada a Mark Bagley para diseñar al siguiente gran enemigo de Spiderman también basado en el simbionte: Matanza.
Comenzaba así, una etapa en la que cada vez que Marvel buscara incrementar sus ventas, tiraría de simbiontes, acabando por crear tramas insultas pero muy efectistas, que anticipaban la debacle de la década de los noventa en la que poco después se vería inmersa la editorial.
La historia comienza con la estancia en la cárcel de Brock, que comparte celda con Cletus Kasady un verdadero asesino y psicópata que por avatares del destino, acaba por recibir parte del simbionte unido a Eddie Brock directamente en su sangre, produciéndose esta accidental circunstancia durante la huida de la cárcel de Eddie que recupera su simbionte mientras está dentro de la penitenciaria institución.
El accidente tendrá como consecuencia la creación de un nuevo simbionte, que respondía a la necesidad de Michelinie de crear un Venom aún más oscuro, al tener éste un anfitrión humano cuya psicopatía convertía a Eddie Brock en una hermana de la caridad.
En realidad, es hoy por hoy bien sabido, que lo que Michelinie realmente quería era matar a Brock y que Venom fuese saltando de huésped a huésped, pero como Marvel no le permitía acabar con su gallina de los huevos de oro, tuvo la idea de crear a Matanza.
Aunque este cómic no es gran cosa, resulta muy interesante porque marca el origen de otro villano muy importante para el universo de Spiderman como es Matanza, que en adelante causaría más de un quebradero de cabeza al arácnido (llegando a protagonizar posteriormente aquel horrible evento máximo exponente de la debacle de la década de los noventa llamado Matanza Máxima).
Además, esta sería la primera ocasión en la que un Spiderman impotente recabaría la ayuda de Venom para acabar con Matanza, un villano muy superior a ambos y que requería de la tregua temporal entre ambos enemigos para poder ser vencido.
Finalmente, saltamos a Febrero y Marzo de 1993, momento en el que David Michelinie y Mark Bagley nos traerían el último enfrentamiento como tal entre Peter Parker y Veneno, puesto que tras la ya cansina relación entre ambos. Y es que, otra vez Venom utilizaba a los seres queridos de Peter (en este caso los padres de éste que resultaban estar vivos, aunque luego todo se revelaba como un complejo complot del Camaleón) para atraerle y enfrentarse a él.
Sin embargo, Parker, que como los lectores estaba cansado de batirse contra Venom cada año y medio más o menos, acababa por llegar a un entendimiento con éste, propiciado por la ex mujer de Eddie Brock, comenzando a partir de aquí las series en solitario del personaje y su paso de villano a antihéroe.
Por supuesto, Peter Parker y Venom (ya estuviera éste usando como huésped a Eddie Brock o a otros personajes como Mac Gargan antiguo escorpión o Flash Thompson que lo elevaría a la categoría de verdadero héroe) volverían a verse las caras muchas veces más, como aliados ocasiones en la mayoría de las ocasiones a partir de este momento, pero también como enemigos cuando el guionista de turno lo consideraba necesario, pero a partir de este momento la relación entre ambos cambiaría y Venom dejaría Amazing Spiderman para permitir a Peter Parker recuperar el protagonismo de su propia colección y enfrentarse a otros retos que no siempre tuvieran que ver con simbiontes venidos del espacio.
Por último, no puede despedirme de vosotros sin antes hacer una pequeña valoración acerca de este tomo recopilatorio como tal, editado por Panini.
En primer lugar, resulta de agradecer que Panini como en otras ocasiones, no se limite a editar recopilatorios que han visto la luz en suelo estadounidense, si no que también apuesta por sus propias edicones, siendo este tomo una mezcla de las ediciones americanas Birth of Venom (Nacimiento de Veneno) y Carnage Classic (Matanza Clásico) con material que ambas no tienen y sin material que dichos recopilatorios si que poseen.
Evidentemente, la editorial quería aquí realizar una recopilación de lo que viene siendo un Greatest Hits, es decir los momentos más recordados del personaje cuando éste estaba en sus inicios, y el tomo consigue lo que promete.
Aquí encontraréis historias cuya calidad de guión (no así del dibujo) va descendiendo de arco argumental a arco argumental pero que no dejan de ser un buen ejemplo de lo que supuso el personaje de Venom para Marvel en sus primeras andanzas editoriales y el germen de una época, la de los noventa que acabaría por explotar hasta la saciedad lo que a priori fue un concepto original que supuso todo un revulsivo para la colección arácnida por antonomasia: The Amazing Spiderman.
Si tengo que achacar algún punto negativo a este tomo, es que Panini haya decidido centrarse directamente en Venom (lo que resulta lógico, dado que este tomo vio la luz casi a la vez que el estreno de su película en cines) y no haya incluido algunos números de Spiderman con el traje negro para centrar más al consumidor en el origen del personaje, como Secret Wars 8, Amazing Spiderman 258, Peter Parker: The Spectacular Spiderman 107 o Web of Spiderman 1 y 18.
Sin embargo, que duda cabe que ello habría aumentado el precio del tomo, que resulta muy económico para tener 336 páginas, y que el mismo está centrado en Veneno como personaje, y no en la historia del Simbionte con Spiderman.
Sin duda, un volumen muy recomendable como he dicho en la introducción para los fans del personaje que no posean todavía este material, que deseen reunirlo en un volumen recopilatorio más cómodo de leer, o para aquellos que no sepan por dónde empezar con un personaje que en muy poco tiempo, se hizo con muchísimo material a sus espaldas.
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