Javier Vázquez Delgado recomienda: DC Inédito – Tempest de Phil Jimenez
Queda poco menos de 2 semanas para el estreno en España de Aquaman de James Wan. Servidor la espera con muchísimas ganas, incluso ya he reseñado alguna superproducción suya – Fast & Furious 7 -, sin contar que su siguiente proyecto debería ser el regreso a la gran pantalla de la saga Mortal Kombat. Pero si tengo tantas ganas del estreno, es porque Aquaman y todo su universo submarino ha calado muchísimo en mi, y no podía dejar pasar este mes dedicado al rey y señor de las profundidades marinas sin hacer algo especial. En mi primer Clásicos DC, ya reseñaba una de las obras cumbre, las Crónicas de Atlantis.
Así que en mi primer DC Inédito, vamos a ir junto a Phil Jimenez de vuelta a las profundidades, a por otra de esas obras que jamás han visto la luz traducidas en España. Claro que si tengo tanto éxito como en mi anterior artículo, le pueden quedar los días contados a que esto se considere inédito. Mi compañero Gustavo ya reseñaba la reedición de la obra pocas semanas después de mi Clásicos DC. A fin de cuentas, tras más de veinte años tras su publicación, en DC Comics han reeditado recientemente bajo el título Aquaman: Tempest, y también analizaremos los complementos a la obra original.
I’m so grateful @DCComics reprinted #Tempest, the work in comics I’m probably most proud of (& then I realized it’s where I came out publicly, and was a tribute to my bf Neal Pozner, who had passed away — so perfectly timed not just for #Aquaman but for #lgbt #pridemonth! pic.twitter.com/3bKeSf5VkD
— Phil Jimenez (@Philjimeneznyc) 1 de juny de 2018
Esta mini-serie publicada entre finales de 1996 y principios de 1997 tuvo un claro autor: Phil Jimenez, quien no sólo era el guionista, también fue el dibujante. A ello se le sumarían las tintas de John Stokes y los colores de Carla Feeny, pero claramente es una obra muy personal para artista nacido el 12 de julio de 1970 en Los Angeles, California. Podría desglosar la biografía y carrera del autor, pero creo que sería injusto hacerlo después del magnífico trabajo que hizo el año pasado nuestro compañero Miguel Ángel Crespo que podéis leer aquí. Aprovechamos la ocasión para recordar que también tuvimos el placer de poderle entrevistar, y es un complemento perfecto a este artículo.
El personaje de Garth fue creado en febrero de 1960 por Robert Bernstein y Ramona Fradon, en las páginas del Adventure Comics #269. En aquella época teníamos 3 historias, una de Superman, otra de Green Arrow y finalmente una de Aquaman. En aquella época lo habitual es que los principales superhéroes tuvieran un ayudante (sidekick), y en el caso de Aquaman llegó el joven de ojos púrpura llamado Garth, quien recibiría el apodo de Aqualad. En un principio, su origen era muy similar al de Aquaman, era un atlante abandonado por las supersticiones, que de algún modo logró sobrevivir. Además, tenía un gran miedo a todo tipo de peces, algo que en su primera aparición Aquaman lograría curar. Por ese motivo, Garth no se quedaría en Atlantis sino que lo acompañaría en sus aventuras, convirtiéndose en el primer Aqualad. Garth acabó siendo uno de los 4 Jóvenes Titanes originales que aparecieron en el Teen Titans #1 de Bob Haney y Nick Cardy en febrero de 1966, junto a Robin, Kid Flash y Wonder Girl. Así sería hasta el Teen Titans #19, donde dejaría durante una temporada la formación para regresar a Atlantis, mientras Aquaman buscaba a Mera, y su lugar en el cuarteto lo ocuparía Speedy.
Con el paso de los años, iríamos sabiendo más sobre los orígenes de Garth. No sería propiamente de Atlantis, sino de una comunidad conocida como los Idilistas, quienes predicaban con la paz y por eso se apartaron del resto de la nación acuática. Sus padres eran el Rey Thar y la Reina Berra, convirtiéndole en el príncipe de los Idilistas. Antes de su nacimiento, el Rey Thar enloqueció creando un basto arsenal de armas para acabar sus enemigos, provocando que su propia comunidad lo asesinase. Al tener los ojos púrpura, y siendo los atlantes una gente muy supersticiosa, provocó que al nacer Garth tuviese el mismo destino que Aquaman, pues había nacido rubio igual que el maléfico Kordax. Esta historia se contaría en los números de Adventure Comics #453-455 a cargo de Paul Kupperberg y Carl Potts en 1977. Durante esos años entabló una relación amorosa con Tula, más conocida como la primera Aquagirl, haciendo ambos de niñeras del Aquababy, el bebé de Aquaman y Mera.
Su relación duró hasta la llegada de Crisis on Infinite Earths, donde Tula fue uno de los personajes que perecieron durante el mayor evento que jamás se había publicado hasta aquel entonces. Algunos personajes sufrieron cambios con la unificación de Tierras, pero no fue el caso de Aqualad, donde podemos ver el repaso a su trágica vida en el Teen Titans Spotlight #10, de mayo de 1987, a cargo de John Ostrander y Erik Larsen. Este es uno de los números que se incluye en la edición de 2018 titulada Aquaman: Tempest. La continuación, también incluida, la veríamos en enero de 1988 en el Teen Titans Spotlight #18 de Dan Mishkin, Gary Cohn y los dibujos de Art Thibert. Si no habéis leído nada del personaje y llega esta edición a vuestras manos – o es la edición que finalmente ECC publica en España -, recomendamos leeros estas 2 primeras historias del final del tomo antes de la historia principal que nos ocupa hoy.
Tras la genial obra Atlantis Chronicles de Peter David y Esteban Maroto, uno de los personajes creados allí que quedaría en continuidad sería el poderoso mago Atlan. Este sería el verdadero padre de Orin, quien acabaría siendo Aquaman. Y en el caso de Garth, se volvería un padre adoptivo, quien le ayudaría no sólo a explotar todo su potencial mágico, sino a cumplir con el destino que este le aguardaba. El tomo de Aquaman: Tempest no se lanza directamente a la mini-serie de 4 números de Phil Jimenez, sino que tiene una previa del propio autor junto a Scot Kolins, el Showcase #1 de 1996, donde se afianza esa relación tan importante que hay entre mentor y alumno, entre Atlan y Garth. Aquí ya aparece con un traje totalmente negro, cambiando su habitual aspecto rojo y azul, pues ya está dejando atrás el ser considerado Aqualad.
Garth no ha sido el primer superhéroe vinculado al universo DC que ha llevado el apodo de Tempest. El primero de todos fue Joshua Clay, miembro de la segunda Doom Patrol, la surgida en las páginas de Showcase #94 a manos de Paul Kupperberg y Joe Staton. Joshua moriría en Doom Patrol Vol.2 #55 de 1992, volviendo para el Doom Patrol Vol.5 #4 como Black Lantern durante los eventos de la Blackest Night. El segundo en orden cronológico en ser apodado Tempest fue Christopher Champion, uno de los miembros de la Atari Force de 1982 de Gerry Conway y Roy Thomas. Así pues, para finales de 1996, no había nadie vivo y/o en continuidad con el sobrenombre de Tempest, así que al igual que hizo Dick Grayson, dejó atrás su nombre de ayudante para convertirse en un superhéroe por si mismo. También durante esta mini-serie adquiriría de vuelta la parte roja del traje. Lo curioso es que no lo añadió a su nuevo traje negro, sino que iba desnudo, sólo tapado con una larga manta roja, antes de decidir vestirse para la ocasión.
En ese momento estaba desnudo, pues había pasado la noche con su amada Tula. ¿Pero no llevaba más de una década muerta? En esta mini-serie regresa a la vida, algo que no parece sorprender a Garth. De hecho, en un momento, confunde a Letifos, una mujer medio humana medio tiburón – similar a las sirenas – con una reencarnación de Tula. Su encuentro inicial en las páginas del Aquaman de Peter David es lo que provocan que Garth casi muera, y sea rescatado y entrenado por Atlan hasta la llegada de esta mini-serie. Pero el “regreso” de Tula no es más que una treta del villano que esta obra, quien al principio logra atrapar tanto a Poseidón como a Neptuno para utilizar sus poderes. Necesita escapar de donde se encuentra atrapado, y Garth es la clave para ello. Por ese motivo el joven idilista es empujado por fuerzas oscuras para cumplir su destino, quien por desgracia si estaba más maldito de lo que él y Atlan pensaban.
Esta historia no sólo aclara el destino de Garth, ahora Tempest, sino también su pasado. Lo que nadie del Valle Oculto sabía realmente, era que la aparente locura del Rey Thar estaba justificada. Al igual que ocurría en las páginas de Atlantis Chronicles entre el Rey Orin y su hermano Shalako, aquí también tendríamos una disputa entre hermanos. Sliz estaría celoso de su hermano, creyendo que el trono le pertenecía a él. Por eso se dedicó a las artes oscuras y la necromancia, haciendo que su hermano lo expulsara de la comunidad. Años más tarde regresaría con un ejército, lo que provocaría el armamento del Rey Thar. Dicho conflicto pasó inadvertido por el resto de idilistas, y creyeron erróneamente que su rey había enloquecido. Afortunadamente, antes de morir logró atrapar a su hermano, ahora llamado Slizzath, en una prisión dimensional.
De ella logra escapar tras manipular al pobre Garth, el cual logrará escapar apenas con vida de esta nueva versión de su tío, convertido en una especie de demonio no-muerto marino – creo que la transformación de Corum Rath tiene cierta inspiración/tributo a Slizzath -. Al escapar, lograría re-encontrarse con el resto de idilistas del Valle Oculto, incluido su madre Berra, la cual Garth creía que había muerto. Ella lo abandonó de pequeño para que muriese, pues al ver que tenía los ojos púrpura como su padre, sabía que adquiriría sus bastos poderes y que provocaría que Slizzath regresase para acabar con ellos. Sabiendo la verdad, tanto de su padre como de su madre, reunió toda la tecnología idilista almacenada por su padre, y plantaron cara para acabar de una vez por todas con la amenaza de su tío. Con ello, Tula volvería a quedar muerta hasta que, al igual que en otros casos, reaparecería como Black Lantern durante la Blackest Night #2 de Geoff Johns, quien mataría a su amado Garth.
Hasta ese momento, la nueva vida como Tempest fue bastante tempestiva. Tuvo una larga rivalidad con uno de los hijos de Aquaman llamado Koryak, a la vez que era el diplomático de Atlantis en las Naciones Unidas. Dolphin, quien por aquel entonces era la amante de Aquaman, dejó a Orin para juntarse con Garth. Ambos tendrían un hijo llamado Cerdian, siendo el segundo personaje vinculado a Aquaman a tener descendencia – después del propio Aquababy -, y el tercer Titan original en tener un hijo, tras Speedy/Arsenal y Donna Troy. Esto hizo que dejase de ser miembro de los Titanes para estar con su familia en Atlantis. Sus poderes mágicos llamaron la atención de The Spectre cuando quiso erradicar toda la magia, provocando la destrucción de Atlantis. Garth sobrevivió, no así su mujer y su hijo. Tras recuperar sus recuerdos, y con el apoyo de Letifos, acabaría siendo el nuevo Rey de Atlantis, a la espera del regreso de Mera. Incluso tendríamos una nueva aparición de Slizzath en Titans #15 de J.T. Krul, un preludio a los hechos que ocurrirían durante Blackest Night.
Con respecto a la mini-serie Tempest, tenemos un fantástico trabajo por parte de Phil Jimenez, en ambas facetas. En la parte de guion, toma toda la historia conocida, y simplemente le añade un giro para elaborar una gran trama, sin derruir el trabajo anterior. Muchos autores prefieren omitir todo aquello que no les interesa, para hacer un relato que se ajuste a sus deseos. Se podrá excusar Geoff Johns todo lo que desee con el “reinicio” de los New 52, pero podría haber sido mucho más fiel al trabajo de autores como Peter David o Phil Jimenez, en su gran etapa en Aquaman. Y a nivel visual, no me atrevería decir que es su mejor obra, pero su trabajo junto a John Stokes y Carla Feeny es sin duda espectacular. No llegaría a poner Tempest por encima de las Atlantis Chronicles, pero este tomo de Aquaman: Tempest, con sus añadidos, pone la balanza más igualada, y quizás muchos se decantasen en primera instancia por la obra de Jimenez, si bien recomendamos tener ambas para cualquier aficionado al universo DC y el de Aquaman en particular.
Como sabemos, Garth murió en Blackest Night mientras que Aquaman regresaba a la vida. Al “reiniciarse” el universo DC con los New 52, los únicos superhéroes de Atlantis fueron Arthur Curry y Mera. Durante la etapa de Geoff Johns en la serie Aquaman, hubo alguna mención de alguien con “ojos púrpuras”, pero no llegó a salir ni en esta etapa ni en su continuación, a cargo de Jeff Parker. De hecho, no fue hasta el cambio de autores durante el DC You, que Garth no volvía a aparecer en la colección. Concretamente sería en el Aquaman #42, a cargo de Cullen Bunn y Trevor McCarthy. Si con Nightwing le cambiaron su rojo característico por el azul, aquí hicieron a la inversa, apareciendo Tempest con un traje muy similar al que siempre llevó pero de color azul. Tras ello se uniría a los Titanes originales en la mini-serie Titans Hunt de Dan Abnett y Paulo Siqueira.
Con Rebirth ha formado parte de la serie Titans durante la etapa de Dan Abnett, y ha sido un personaje que ha ido apareciendo de forma esporádica pero recurrente en toda su etapa en Aquaman, y su traje ha sido re-diseñado un poco aunque sin perder el azul. Respecto a Tula, ya hemos comentado que su regreso a la vida en New 52 ha ido a mejor. Dolphin por fin regresó cuando Stjepan Šejić fue el dibujante de la serie Aquaman. De momento se tanteó el romance con Arthur, tal y como pasó en su día, pero aún no ha habido ningún contacto entre ella y Garth. Pero parece que no saben algunos autores escribir a Garth sin que tenga un interés romántico, y actualmente, es Lilith, más conocida como Omen. Dado que no parece que el nuevo Aqualad vaya a sentir interés alguno por Tula, veremos si DeConnick o alguno de los futuros autores de la serie Aquaman, decidirá que el gran amor de Garth es nuevamente Tula, Dolphin, se quedará con Lilith o será un lobo de mar solitario.
En cualquier caso, su interés romántico es lo menos problemático del personaje. Si bien en los últimos arcos de la serie Aquaman, incluyendo su reciente cruce con la Justice League, se le ha dado algo más de protagonismo, aún tiene que llegar el día que veamos el mismo Tempest que vemos en la mini-serie de Phil Jimenez. No es un problema único de Garth, pues casi todos los Titans parecen ser una molestia para algunas personas de la editorial, y no se aprovecha todo el potencial que tienen. Y el futuro para algunos de ellos, ahora mismo, es más bien nefasto. ¿Logrará Garth emerger de estas turbulentas aguas, para reivindicar su puesto al lado de otros personajes como Aquaman, Mera o Dolphin? Al menos, siempre nos quedará esta estupenda obra de Phil Jimenez para disfrutar de la evolución de Garth, equiparable en muchos aspectos a otra enorme obra que supuso un cambio importante, como fue para Dick Grayson el New Teen Titans: The Judas Contract de Marv Wolfman y George Perez.
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