Javier Vázquez Delgado recomienda: Colección Jim Starlin 12. La Cruzada del Infinito. Segunda Parte

 

Edición original:The Infinity Crusade 4-6, Warlock Chronicles 4-5 y Warlock And The Infinity Watch 20-22 USA.
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:Jim Starlin.
Dibujo:Ron Lim, Tom Raney y Ángel Medina.
Entintado:Al Milgron, Keith Williams y Bob Almond.
Color:Ian Laughlin, Gina Going-Raney y Reneé Witterstaetter.
Formato:Tomo en tapa dura, 256 páginas.
Precio:19,95 €.

 

Otro año que se nos va, y un año nuevo que empieza. Diciembre marca el fin de nuestro calendario y también del plan editorial que Panini Cómics nos ha brindado durante este 2018. De entre todo ese plan editorial, quizás la aportación más celebrada haya sido esta Colección Jim Starlin, cuyo último tomo reseñamos hoy, y que durante doce meses nos ha ofrecido la llamada Trilogía del Infinito al completo, así como la mayoría de crossovers y tie ins de los mismos. En este caso, le llega el turno al último tomo, titulado La Cruzada del Infinito, Segunda parte, y que reúne los números cuatro a seis de este último evento cósmico, los números veinte a veintidós de Warlock y la Guardia del Infinito, y los números cuatro y cinco de Las Crónicas de Warlock, esa colección de tan solo ocho números que surgió como complemento a los eventos de la Cruzada y que llegó un poco más allá de dicho crossover cósmico.

Al igual que el tomo anterior, en este caso cada colección se complementa con La Cruzada del Infinito para que el lector pueda disfrutar de una experiencia de lectura muy completa, pues la realidad es que todo lo que ocurre tanto en estos números que marcarían el ecuador de las dos colecciones que llevaban a Warlock en su nombre es de una importancia manifiesta para lo narrado en La Cruzada del Infinito. En ese sentido, podemos calificar muy acertada la decisión de Panini de publicar de este modo el evento cósmico, puesto que de hacerlo de otra manera (por ejemplo publicando en un solo tomo La Cruzada del Infinito al completo y en otro tomo estos números de Warlock y La Guardia del Infinito y de las Crónicas de Warlock) el lector se habría encontrado muy disperso en la lectura del evento.

A modo de resumen, y retomando lo que ya decíamos en la reseña del tomo anterior, dedicado a la primera mitad de las tres colecciones mentadas, La Cruzada del Infinito narra como la parte benigna a la par que femenina de Adam Warlock, llamada La Diosa (de la que éste se desprendiera poco después de esgrimir el Guantelete del Infinito) toma conciencia de si misma. Esta Diosa decide reclutar a una serie de héroes Marvel caracterizados por su fuerte fe en algo (Spiderman, Capitán América, Estela Planteada, Thor, Dragón Lunar y Gamora entre muchos otros) estando dispuesta mediante el uso de un buen número las llamadas “unidades de almacenamiento cósmico” (e las que el mítico Cubo Cósmico sería parte de ellas) a llevar al Universo al alcance de la idea de Bien absoluta mediante el “Arrebatamiento”.

En qué consiste este arrebatamiento (rapture, en el inglés original) es algo que prefiero que el lector descubra por sí mismo, pero digamos que implica desde luego la ayuda de los héroes Marvel a los que La Diosa ha lavado el cerebro para su consecución, y que a su vez, supondrá el enfrentamiento entre los distintos empijamados marvelitas, puesto otros como Mr. Fantástico, Iron Man, Visión o Pip el Troll entre otros muchos, se oponen a la idea de La Diosa por la poca ética de dicha encarnación de Warlock que anula la voluntad y razocinio de todos sus seguidores en post de un bien supuestamente mayor que amenaza gran peligro.

Como ya decía en la reseña del tomo anterior, si bien resulta innovador que Jim Starlin a través de su guión llevara a los comics Marvel en pleno 1993, la idea de que la religión y el proseletismo entraña un gran peligro por mucho que los fines perseguidos en principio sean buenos, este evento no deja de estar a años luz de lo que supuso El Guantelete del Infinito, e incluso de La Guerra del Infinito que ya adolecía de repetitivo y al que le faltaba la emoción del primero pero que aún así, sale mucho mejor parado esta Cruzada del Infinito que acaba por resultar más reiterativa que el evento anterior y de un final abrupto y descafeinado.

Sin embargo, no dejamos de estar ante la prosa de Jim Starlin y ante el juego de conceptos cósmicos que este gran guionista realizada, por lo que el entretenimiento está asegurado.
En cuanto al dibujo, Ángel Medina se encarga de los lápices de Warlock y la Guardia del Infinito, Ron Lim dibuja el evento principal de La Cruzada del Infinito, y Tom Raney (el mejor de los tres sin duda) se encarga del dibujo de Las Crónicas de Warlock, alcanzando unos resultados idénticos a los que ya comentaba en el tomo anterior, cuya reseña podéis consultar aquí.

En cuanto a la publicación de Panini, al margen de que existen algunos tie ins que se quedan en el tintero (y que son comentados en los extras de este tomo) la realidad es que sería deseable que de alguna manera la editorial publicara los números de Warlock y la Guardia del Infinito que restan, esto es, los que van desde el 23 hasta el 42, algo que por el momento este redactor desconoce si se realizará pero que de no publicarse dejaría coja a una colección cuya mitad hemos podido disfrutar a través de la lectura de estos tomos mensuales, y que además dejaría para el lector actual sin la resolución de la identidad y propósito del misterioso Maxam.

Sin embargo, tenemos cuerda cósmica para rato, pues en Enero llegará la publicación de la saga Poderes Cósmicos de Ron Lim y Ron Marz que será oportunamente reseñada en esta casa y que dará un paso más en la que casi totalidad de la publicación del material cósmico noventero.



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