Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNCine – Crítica de Spider-Man: Un nuevo universo, dirigida por Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman

 

Dirección: Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman.
Guión: Phil Lord, Rodney Rothman.
Música: Daniel Pemberton.
Reparto: Shameik Moore, Jake Johnson, Hailee Steinfeld, Mahershala Ali, Brian Tyree Henry, Lily Tomlin, Luna Lauren Velez, Zoë Kravitz, John Mulaney, Kimiko Glenn, NicolasCagw, Kathryn Hahn, Liev Schreiber, Chris Pine.
Duración: 117 minutos.
Productora: Sony Pictures Animation, Marvel Animation, Marvel Entertainment, Columbia Pictures, Pascal Pictures, Sony Pictures Entertainment, Lord Miller, Avi Arad Productions, Columbia Pictures.
Nacionalidad: Estados Unidos.

 

“Si no destruyo el colisionador, ninguno de nosotros tendrá un hogar al que poder volver” Miles Morales

Pese a que en el calendario chino, 2018 se conoce como el año del Perro, en el universo comiquero este curso se recordará como el año de la Araña. Tras ocho largos años (para unos más que para otros), Dan Slott ponía punto y final a su etapa de El asombroso Spider-Man. Sin embargo, la popularidad del trepamuros se extendió más allá de las viñetas. Vengadores: Infinity War, estrenada el pasado mes de abril, supuso no sólo un record absoluto en la taquilla mundial superando los 2.000 millones de dólares sino un desenlace para el superhéroe arácnido que aún pone la piel de gallina a muchos de nuestros lectores. Por si esto fuera poco, cuando el verano daba sus últimos coletazos, Marvel’s Spider-Man irrumpía, en exclusiva, para las consolas Playstation 4. El videojuego de Insomniac se convirtió, desde el momento mismo de su estreno, en candidato a juego del año y en uno de los mejores videojuegos superheroícos de todos los tiempos, capaz de mirar a los ojos a la, hasta entonces, inalcanzable saga Batman: Arkham.

De esta guisa Spider-Man: Un nuevo universo aterrizó en nuestras carteleras el pasado 21 de diciembre. Los primeros esbozos que pudimos ver en forma de trailer, llamaron poderosamente nuestra atención. De hecho, uno de los exitazos de Sony en esta temporada (la flojísima Venom) guardaba un tesoro para los espectadores más pacientes. Tras sus títulos de crédito, nos obsequiaron con una escena de la nueva cinta de animación. Una persecución con una técnica exquisita que hacía palidecer cualquier comparativa posible con la cinta del simbionte.

Para llevar a buen puerto Spider-Man: Un nuevo universo, dos son los nombres que destacan por encima del resto: Phil Lord y Christopher Miller. Desde que debutasen en la gran pantalla con la dirección de Lluvia de albóndigas en el año 2009, este tándem ha seguido trabajando conjuntamente siendo La LEGO Película, su colaboración más aplaudida. Sin embargo, no todo el monte es oregano. Pese a haber sido los elegidos para ponerse detrás de las cámaras en Han Solo: Una historia de Star Wars, Disney decidió tomar las de Villadiego sustituyéndoles por Ron Howard. Para la cinta que hoy nos ocupa, Miller se dedicó a la producción mientras que Lord, pese a que también produce, se encargó de escribir el guion junto a Rodney Rothman (quien a su vez debuta en la dirección junto a Bob Persichetti y Peter Ramsey –El origen de los guardianes-).

Lo primero que tenemos que decir de Spider-Man: Un nuevo universo es que su parte técnica resulta arrolladora gracias a la combinación de imágenes digitales en 3D con animación en 2D. El ritmo es frenético de principio a fin demostrando que no es necesaria la acción real para llenar las salas de cine. Entretenimiento en estado puro para todo tipo de públicos con una paleta de colores vivísimos. Por una parte, los fans del lanzarredes verán guiños constantemente pero, lejos de resultar redundantes o una colección de los mismos, encajan en la nueva fórmula creada. De hecho, podemos afirmar que Spider-Man: Un nuevo universo no sólo es un homenaje a la historia del trepamuros (las referencias son continuas) sino también al noveno arte en general. Pocas veces hemos visto en pantalla que la fusión entre viñetas y animación encajen tan a la perfección creando lo que podríamos considerar un nuevo género (perdonadme si me paso de pretencioso): el cómic animado. Por otra parte, quienes se acerquen por primera vez al personaje (si es que queda alguno en la sala) disfrutará enormemente con su divertida historia. Recordemos que en la próxima gala de los Globos de Oro, que tendrá lugar el 7 de Enero, la cinta competirá por llevarse el galardón a mejor película de animación.

Teniendo en cuenta las tramas que, en ocasiones, hemos tenido que sufrir cuando tocaba trasladar al celuloide a nuestros personajes favoritos (o el vergonzoso tratamiento de alguno de estos como el Electro de The Amazing Spider-Man 2) tenemos que aplaudir hasta rabiar por el loco planteamiento de esta Spider-Man: Un nuevo universo. Si bien es cierto que el guion podría estar algo mejor escrito, la historia hará las delicias de todos los lectores del superhéroe arácnido. Miles Morales es mordido por una araña y mientras va desarrollando sus poderes, descubre al Spiderman de su dimensión luchando con el Duende Verde. El bueno de Peter tendrá un fatal desenlace y es que, efectivamente, le veremos morir por culpa de un Kingpin que se la tiene jurada. Precisamente, el señor del crimen pondrá en jaque al conjunto de la existencia por activar un colisionador de partículas con el que algo (o mejor dicho a alguien) quiere conseguir…

Esta será la causa de que disfrutemos de hasta seis versiones de nuestro vecino y amigo a la vez. Procedentes de otras dimensiones, llegarán lanzarredes de todo tipo y condición (una vez más a los lectores más ávidos se les acelerará el pulso). De esta forma, se honrará al cine animado más clásico con Peter Porker (esto es todo amigos), y al anime (Beni Parker y su mecha con forma de araña). Spider-Gwen nos gana desde el primer momento de aparición y deseamos un spin-off a no mucho tardar mientras que Spider Noir, siempre con el viento como compañero, resulta entrañable con su cubo de Rubik. Sin embargo, el grueso del protagonismo de la historia recae sobre el citado Morales (ya era hora de que se le diera la alternativa en un proyecto de este calibre) y un Peter B. Parker que poco tiene que ver con el que acaba de fallecer. Crisis de los cuarenta mediante, Peter tiene sobrepeso, rompió con M.J. y sus ideales parecen haberse convertido en agua de borrajas. Será gracias a Miles y al resto de héroes arácnidos que recuperará la chispa que un día perdió. Una chispa que la película mantiene en todo momento. Spider-Man: Un nuevo universo no sólo es refrescante, sino que muestra una identidad propia irresistible.

Si bien es cierto que aparecen viejos conocidos, la mayoría de estos quedarán en un segundo plano. Salvo la enormísima figura de Kingpin (cuya motivación es el motor de la trama), los villanos desfilarán de cara a la galería con más pena que gloria. A pesar de su buen diseño, Octopus, Escorpión o El Merodeador resultan poco aprovechados en un guion al que le falta algo de equilibrio. Testimonial es el rol de M.J. mientras que Tía May acabará recordando al Q de la franquicia 007. Emocionante es el cameo de Stan Lee a quien aún podremos ver en alguna película del UMC pendiente de estreno… Además, la escena post-crédito, lejos de ser el típico cebo para una más que probable secuela, resulta desternillante y, sin entrar en destripes, diremos que aparece otro clásico de las viñetas al que habíamos echado en falta…

A pesar del buen doblaje, he lamentado profundamente que, en mi ciudad, no existiera la posibilidad de ver Spider-Man: Un nuevo universo en su versión original. Shameik Moore (Miles) y Jake Johnson (Peter B.) llevan la voz cantante pero es un lujo disponer en la nómina de secundarios como Mahershala Ali, Lily Tomlin, Liev Schreiber, Chris Pine y, sobre todo, Nicolas Cage. Tras protagonizar las infames cintas de Ghost Rider, el sobrino de Francis Ford Coppola por fin se redime aportando su granito de arena a uno de los personajes más carismáticos de La Casa de las Ideas.

Otro punto a destacar es la estupenda banda sonora de Daniel Pemberton. La partitura compuesta por el doblemente nominado al Globo de Oro ayuda a la cinta en todo momento. Frenética y épica cuando tiene que serlo, se conjuga perfectamente con los temas seleccionados de sonidos mucho más urbanos que encajan como un guante con el Miles “Grafitero” Morales que nos presentan. La traca final de Spider-Man: Un nuevo universo es caviar para nuestros sentidos. El apartado visual consigue su cénit con imágenes cuasi lisérgicas que lleva la animación a otro nivel. En definitiva, más que una sugerencia, es casi una obligación ir a ver esta deliciosa cinta animada mientras siga en cartelera con todos los miembros de la familia. Hacedlo antes de que el multiverso implosione o lo lamentaréis el resto de vuestra no-existencia.



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