Javier Vázquez Delgado recomienda: Veneno 1 de Donny Cates y Ryan Stegman
Edición original: Venom v4 #1
Edición nacional/ España: Panini Cómics
Guión: Donny Cates
Dibujo: Ryan Stegman
Entintado: J.P.Mayer
Color: Frank Martin
Formato: Grapa, 40 págs.
Precio: 3,25€
Los fans del simbionte Veneno hace tiempo que están de enhorabuena. Si ponemos la vista atrás, en los últimos años sus historias han sido contadas por notables guionistas como Mike Costa, Cullen Bunn, Zeb Wells o Robbie Thompson o el superstar Rick Remender. Todos han aportado detalles relevantes a la mitología del personaje e incluso hemos visto como en los últimos años el simbionte ha contado con diferentes huéspedes, Eddie Brock, Flash Thompson o Lee Price para tras la conclusión de la anterior etapa volver de nuevo a estar unido a Eddie Brock en una vuelta a los orígenes.
Con el estreno de la sorprendentemente exitosa película de Veneno en los cines tocaba relanzar una serie que había comenzado con buen pie con Mike Costa a pesar de adolecer de tener alrededor de ella varios eventos que no hacían más que lastrar el intento de Mike de hacerse con las riendas del personaje. El caso es que Marvel para este nuevo relanzamiento en vez de continuar apostando por quien venía desarrollando las aventuras del personaje optó por poner en su lugar a Donny Cates, guionista que ha dejado un magnífico sabor de boca gracias a sus trabajos en sellos independientes como Image Comics, Dark Horse o After Shock y con obras como God Country, Babyteeth o The Paybacks. Aquellos menos acostumbrados a bucear entre el extenso mercado independiente le descubrieron en una breve etapa al frente del Dr. Extraño que desde ya podemos catalogar como una de las mejores del personaje en décadas, y eso es decir mucho. Consecuencia de su buen hacer al frente del hechicero supremo le ha valido para hacerse cargo de una magnífica etapa al frente de Thanos, La muerte de los Inhumanos o la miniserie protagonizada por El Motorista Fantasma Cósmico, personaje creado por él en su etapa en Thanos, a todo esto hay que añadirle Veneno serie que se ha encargado de relanzar junto al dibujante Ryan Stegman. Hasta la fecha los proyectos en los que se ha embarcado Donny son de corto recorrido y se ha mostrado como un guionista especialmente capacitado para llegar a la esencia de los personajes y ofrecer algo fresco pero combinandolo a la perfección con ese aire clásico que fue el que nos atrajo al mundo del cómic a los más veteranos. Sus guiones son ingeniosos y destilan esa épica que hace que nos sea imposible dejar de leer la historia. Hasta la fecha es cierto que su participación en Marvel Comics ha sido en personaje marginales aunque con el foco puesto en ellos por su aparición cinematográfica (Veneno, Thanos y Dr. Extraño), personalmente me encantaría verlo en un proyecto de mayor recorrido y porque no, en una serie grupal de mayor repercursión como puede ser Vengadores o Mutantes, o porque no, haciéndose cargo de Spiderman donde creo que podría explotar su particular don para sacar lo mejor de los personajes secundarios.
Acompañando a Donny en esta nueva etapa tenemos a Ryan Stegman quien en los últimos años ha participado en proyectos relevantes en Marvel Comics como Lobezno, Araña Escarlata o la recordada Superior Spiderman, su trazo caricaturesco y especialmente afín a composiciones imposibles hacen de él el dibujante perfecto para personajes tan plásticos como los arácnidos de ahí que su asignación como dibujante de Veneno resulte todo un acierto por lo espectacular su propuesta. Con él no existen la distribución clásica de viñetas en página, alargadas en columna de a uno, espectacularidad en los planos cortos y un perfecto juego de sombras son sus mejores avales.
Respecto al argumento de esta nueva etapa, Donny Cates es continuista con el status quo que nos dejó su antecesor, es decir, con Eddie Brock siendo el nuevo portador del simbionte a partir de ahí opta por escarbar en el origen del simbionte, algunos osados han comparado esta primera entrega por su ejecución a la obra maestra Lección de anatomía de Alan Moore en La cosa del pantano, no me atreveré a tanto, o al menos no hasta que lea el primer arco argumental completo. Por ahora lo que nos ha insinuado el guionista es que quizás este simbionte no fue el primero que llegó a la tierra, sino que ya hubo una primera incursión en Escandinavia entre el siglo V y VII por las referencias de los guerreros a Beowulf. Esto ya per se es una gran novedad versus lo que los anteriores guionistas nos han venido contado de la mitología del personaje, y Cates nos la cuenta como una pesadilla del simbionte, sí, una pesadilla. Y con ello, apuesta también por seguir explorando la personalidad del alienígena, uno de los grandes aciertos del guionista anterior que consiguió hacernos ver al simbionte con una entidad con mente, sentimientos y miedos propios. Y ahí radica la que parece querer explorar Cates, como esas visiones del pasado tienen eco en el presente, como esos simbiontes que aterrorizaron siglos atrás se manifiesta en el presente.
No es la única variable de esta inmensa ecuación, el guionista también nos explica que Eddie sigue tomando antipsicóticos para mantener a raya a su simbionte, el objetivo es callarlo, dormir su instinto asesino para tener un mayor control sobre él y poderlo usar en su beneficio propio. Será en una incursión nocturna en la que se las verá con un nuevo Duende en la que caerá en las redes de Rex Strickland, un veterano de la guerra del Vietnam que le capturará pensando que bajo el simbionte se esconde Flash Thompson para que este le ayude en su lucha como consecuencia de Proyecto Renacimiento en el que el gobierno usó a los simbiontes para crear su propio grupo de supersoldados y es ahí donde se produce el segundo cliffhanger mayúsculo enseñándonos que en el pasado, Rex y su escuadrón fueron unidos por el ejército a simbiontes, mucho antes del proyecto renacimiento, incluso mucho antes que el propio Eddie se encontrase con el simbionte el gobierno de Estados Unidos creó este grupo clandestino con el objetivo de lanzarlo contra misiones secretas. La conversación, o más bien las preguntas que Rex le lanza a Eddie recuerdan y mucho a aquella primera charla de Ezekiel con Peter Parker, preguntas que hasta la fecha nadie nos hacíamos por más evidentes que estas sean. Tras esta catarsis que supone la conversión Rex explica a Brock que le necesita para ayudar a liberar a su escuadrón que van a ser ‘almacenados’ al disolverse Shield de cara a esconder lo que se puede convertir en una molestia para el gobierno si sale a la luz, la sorpresa será cuando Brock los libere y entonces se descubra que… Me vais a permitir que me guarde la sorpresa porque es algo que vale la pena descubrir y sobretodo dejarse llevar por lo que nos cuenta el guionista.
Tras releer no pocas veces esta primera entrega mi admiración por el trabajo de Cates sigue creciendo de forma exponencial. Su propuesta es brillante, mezcla a la perfección géneros como el superheróico, suspense y terror. Introduce nuevos elementos a la mitología del personaje que se antojan vitales para el devenir de los años futuros y nos presenta a un Eddie Brock roto pero con un potencial enorme más allá de aquel fotógrafo de segunda que debutó en las páginas de Amazing Spider-Man décadas atrás.
Está por ver cómo evolucionan futuras entregas pero por lo visto hasta la fecha estamos sin lugar a dudas ante una de las mejores series de la Marvel actual y por supuesto, ante uno de los mejores, sino el mejor, guionista de cuantos tiene la plantilla en nómina en la actualidad.
Ni que decir tiene que es un perfecto punto de entrada para los que sientan curiosidad tras ver la película de Veneno o bien para catar alguna de las obras de este guionista que está creciendo como la espuma dentro del panorama del cómic americano y de forma más que justa viendo sus trabajos.
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