Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Collection. Investigaciones Factor X 1. Espera lo Inesperado

 

Edición original:Madrox 1-5 y X-Factor v3, 1-12 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Peter David.
Dibujo:Ryan Sook, Dennis Calero y Pablo Raimondi.
Formato:Tomo en tapa dura, 420 páginas.
Precio:29,95 €.

 

Los mutantes son quizás, los personajes del Universo Marvel capaces de aportar más versatilidad a este universo. Partiéndose de la premisa de que se trata de seres situados en el siguiente eslabón de la cadena evolutiva, y que por tanto se convierten en portadores de poderes de muy diverso tipo, hay tantos tipos de mutantes, como de personas. De este modo, no es lo mismo sufrir un accidente o una revelación y despertarse con poderes, que la obtención de estos obedezca a simple y pura evolución. Ello, de por sí, determina que no todo tenga que ser La Patrulla X y la Hermandad de Mutantes Diabólicos, esto es, que por el hecho de ser un mutante no se está obligado a enfundarse en unas mallas y salir a combatir el crimen.

Sin embargo, y a pesar de esa premisa, la realidad es que los mutantes son personajes que forman parte del Universo Marvel y que por tanto, están ligados al género superheroico, lo que hace que en la mayoría de las ocasiones acaben por ser superhéroes, de un tipo o de otro, pero héroes al fin y al cabo.

Desde que en Septiembre de 1963, el número 1 de La Patrulla X apareciera de la mano de Stan Lee y Jack Kirby y con él, los mutantes se dieran cita en este particular universo de ficción, muchos han sido los grupos con Gen X que han pasado a utilizar sus poderes de distinta manera. Entre los mismos podemos hablar no sólo de los X-Men como encarnación básica de La Patrulla X, si no de subgrupos dentro de ésta como La Patrulla X Oro, Roja o Azul, grupos más tendientes a la violencia y a seguir su primo camino como X- Force o X-Statix, otros grupos como X-Calibur que conectan directamente con la presencia mutante en la pérfida Albión, o grupos de mutantes que ni siquiera tienen por qué estar compuestos por los mismos como los Exiliados.

Sin embargo, pocos grupos mutantes existen tan curioso dentro del Universo Marvel como X-Factor o, como se le conoce por estas tierras, Factor X.
Factor X fue creado por Bob Layton y Jackson Guice en aquella época tan dorada para Marvel y como el cómic superheroico en general que fueron los años ochenta, concretamente, en Febrero de 1986, momento en el que se nos presentaba a Factor X como un proyecto financiado por el gobierno que trataba de tener más control sobre la presencia mutante en el mundo, actuando por así decirlo, como el ala gubernamental mutante marvelita. El primer equipo de estos mutantes, que tuvo lugar entre 1986 y 1991, reclutaba entre sus filas a Cíclope, Ángel, Bestia, Hombre de Hielo y Chica Maravillosa, es decir, a la Primera Clase original, por lo que de atípico, Factor X todavía tenía poco.

Ya entre 1991 y 1998, llegaría el segundo equipo compuesto por Havok, Polaris, Fortachón, Madrox, Loba Venenosa y Mercurio, y seguían siendo aunque con una formación ya más variopinta y particular, el equipo mutante al servicio del gobierno, al que se unirían también, con el tiempo, personajes como Forja, Random, Mística, Dientes de Sable y Chico Salvaje.

Sin embargo, no sería hasta el año 2005 que Factor X, de la mano de Peter David, en las historias que se incluyen en este volumen tan especial de Marvel Collection, daría el salto cualitativo que lo sitúa hoy en día como uno de los grupos mutantes más interesantes de la editorial.

El pistoletazo de salida lo daba una serie de cinco números llamada simplemente, Madrox, y en la que Peter David (con el magistral dibujo de Pablo Raimondi) nos contaban como vivía Jamie Madrox, el Hombre Múltiple en el Barrio Mutante de Nueva York, un lugar que con la llegada de la diezma tras los evento de Dinastía de M, se había convertido en un auténtico gueto y refugio tanto para los mutantes que eran más rechazados que nunca (al perder la fuerza del número) como para aquellos mutantes que habían dejado de serlo y que no encontraban sentido a su vida. Madrox, fundaba una agencia de detectives llamada a priori XXX, con la que trataba de salir adelante económicamente a la par que ayudar a todos aquellos mutantes con problemas. El Madrox de Peter David no es un mutante que simplemente pueda dividirse en tantas versiones de sí mismo como golpes se de o le propinen, si no que cada una de estas encarnaciones que su poder produce piensa y actúa por sí misma, encarnando un aspecto muy concreto de la personalidad o del estado de ánimo imperante de Madrox. Ello resulta una maniobra de guión de lo más interesante, porque permite a David jugar con el personaje como él quiere, puesto que Madrox (como todos los seres humanos) es gris, no tiene una personalidad claramente definida, lo que permite construir infinitas versiones de sí mismo.

Además, cada vez que Madrox reabsorbe a sus dobles y los hace desaparecer, gana la experiencia vital de cada uno de ellos, lo que supone asumir en pocos segundos vivencias que han podido durar meses, o incluso años.

La serie Madrox, utilizaba este interesante concepto dentro de una trama (propiciada como no, un doble de Madrox del que el orginal ni se acordaba) que teje un argumento noir y detectivesco alrededor de una femme fatal y de la pareja mafiosa de ésta que está dispuesta a todo con tal de llegar hasta Madrox.

En estos cinco números Peter David encandiló a todo el fandom con un tono noir que pocas veces se ha visto en Marvel (me vienen a la cabeza Alias de Brian Michael Bendis y poco más) y que se da la mano con el género superheroico, construyendo historias que aúnan calidad y divertimento a partes iguales.

El éxito de la miniserie propició que la Agencia de Detectives de Madrox, rebautizada como Factor X en la miniserie del hombre múltiple, diera lugar a una nueva y atípica encarnación del grupo mutante, formado por el propio Madrox, Syrin, Fortachón, Loba Venenosa, Layla Miller, Ríctor y Monet que en esta ocasión no trabajaban para el gobierno, si no que luchaban contra todos aquellos (gobierno incluido) que osase poner un pie en el Barrio Mutante aterrorizando a sus integrantes que buscaban en dicho pedazo de la ciudad un lugar en el que refugiarse del odio y la sinrazón, erigiéndose Factor X en el mayor defensor de dichos descarriados.

Existiendo en este número una trama propia, que deposita sus raíces directamente en Dinastía de M, en los secretos que Layla Miller no quiere revelar, y en un Mercurio más desatado y peligroso que nunca, encontraremos también un cruce con Civil War lejos de sentarle mal o de resultar forzado, le otorga un nuevo prisma que encaja a la perfección con el papel que David quiere darle a Factor X,

Con el dibujo de Ryan Sook y Dennis Calero, de tonos suaves y de estética puramente noir, en la que priman las persianas medio bajadas y los ambientes claroscuros, Factor X se convierte en la apuesta perfecta para aquel lector de cómic superheroico que, sin querer alejarse del todo de este tipo de historias, busca algo más, algo nuevo que le empuje a seguir leyendo cómics marvel, en una obra que, trece años después de su debut, se mantiene tan fresca e interesante como en su concepción.

Sin duda, un imprescindible para cualquier lector, sea éste buen conocedor o no de los mutantes, y una compra obligada para estas navidades.



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