Javier Vázquez Delgado recomienda: Mundo Independiente: Novedades USA #11

Esta ha sido una gran semana. Aparte de nuevas entregas de series como Outer Darkness, Faith o Cemetery Beach, tenemos el estreno de dos series a seguir. La primera de ellas era garantía de calidad desde que se anunció, pero incluso así superó nuestras expectativas. De la otra no esperábamos mucho, pero también nos ha encantado.

Criminal #1, de Ed Brubaker y Sean Phillips

 
Criminal 2019 1 Portada

Edición original: Image Comics.
Guión: Ed Brubaker.
Dibujo: Sean Phillips.
Color: Jacob Phillips.
Formato: Grapa, 48 páginas.
Precio: $3.99.

 

Ed Brubakery Sean Phillips vuelven con fuerza a una de sus obras más aclamadas. La sensacional dupla guionista-dibujante responsable de trabajos como Sleeper, Incognito, Fatale o Kill or be killed, retoma Criminal de cara a este 2019, y lo hacen no tanto con el enfoque anterior de ofrecer miniseries que en realidad eran novelas gráficas serializadas a recopilar luego en tomo, sino con la idea de ofrecer una serie regular mensual. No podemos estar más de enhorabuena, porque si esta primera entrega de 48 páginas es representativa de lo que nos vamos a encontrar cada 30 días, aquí tenemos dosis de deleite regular asegurada.

Recapitulemos para los recién llegados: Criminal es el nombre de una serie de historias de ambientación noir, sin elementos fantásticos que ha sido merecidamente premiada con varios Eisners. Y aunque estos relatos transcurren en un universo común en el que se reiterarán de arco argumental en arco argumental algunos nombres y algunos personajes, cada uno es autoconclusivo y totalmente autocontenido. Las épocas en las que suceden las historias también pueden variar de una a otra en varias décadas, así como su localización geográfica. El único nexo común real es ese tono, esa atmósfera de novela negra del siglo XX.

Hay ya siete tomos de Criminal publicados (ocho, si contamos la novela gráfica My favorite heroes have always been junkies, que transcurre en el mismo universo ficticio) pero el arranque de esta novena iteración no necesita de ningún conocimiento previo por parte del lector. Sí, el seguidor habitual reconocerá por ejemplo a Teeg Lawless, y a su hijo Ricky (hermano de otro personaje aparecido anteriormente, Tracy) entre otros, pero para quien llegue por primera vez a estas páginas, bien podría ser este el debut de todos ellos.

Con este enfoque newcomer friendly pero al tiempo satisfactorio para el aficionado fiel, Brubaker y Philips nos cuentan cómo el joven Ricky, para obtener el dinero necesario para pagar la fianza que permita a su padre salir de la cárcel, comete una transgresión que el hampa no va a dejar pasar. A no ser que el recién liberado Teeg pague una cantidad considerable que obviamente, no tiene. Así que el padre de Ricky tendrá que estrujarse los sesos para buscarse un trabajo y obtener dicha suma. Al tratar de ponerse en contacto con su viejo compañero de fechorías, aparte de descubrir varias cosas sobre él que no se esperaba, se pondrá en el sendero a un nuevo golpe criminal que le proporcionará lo que necesita.

Brubaker nos recuerda aquí por qué su nombre resuena como el de uno de los mejores guionistas del panorama norteamericano, y en concreto como uno de los reyes del género negro en el noveno arte estadounidense. Sus diálogos, la atmósfera que se respira, los personajes, las tramas con sus vericuetos, sus historias dentro de historias, lo hosco y hasta brutal entre diversos tipos de relaciones… todo nos parece sacado directamente del mundo real, suena auténtico, frente a obras de autores igualmente aclamados pero que destilan impostura en cada una de las frases que redactan. Quizás el dibujo de Phillips haya escatimado un poco de detalle y haya tendido a una mayor estilización, pero a cambio no ha perdido un ápice de su fuerza. La paleta de color a cargo Jacob Phillips, resulta notable, y nos confirma que aquí no hay caso de nepotismo alguno: el hijo de Sean Phillips rotundamente se ha ganado el derecho a estar ahí poniendo color a los lápices y tintas de su padre.

Tras el cómic en sí, nos encontramos con unas páginas de texto en las que Brubaker explica un poco a los nuevos lectores la idiosincrasia de Criminal y qué tomos han sido publicados anteriormente. Y después de esto, como es habitual en las ediciones en grapa de obras escritas por Ed Brubaker, tenemos un artículo de esos que luego no son recopilados en los tomos, aliciente para estar atentos cada mes a la aparición de cada número. En esta ocasión se trata de un análisis a cargo de Kim Morgan de la película Sangre Fácil, aquella que fuera protagonizada por Frances McDormand, y que está adornado con una bella ilustración de la actriz obra de Phillips. Un servidor confiesa con cierta vergüenza que no puede dar una opinión sobre dicho texto, dado que al no haber visto todavía la película, no lo ha leído por si los spoilers. Lo sé, inadmisible, sobre todo considerando que los Hermanos Coen están entre mis directores favoritos: esta misma noche pretendo enmendar dicho error y poner en mi reproductor esa copia Blue Ray de la película que hace años que me regalaron y a la que todavía ni he quitado el retractilado.

En fin, que muy recomendable este regreso de Criminal. No esperábamos menos, cierto, pero ya sabemos que a veces, las expectativas (o un resbalón creativo de los autores) pueden jugar en contra de una obra. Esta no es una de esas veces.

Gunning For Hits #1, de Jeff Rougvie y Moritat

 

Edición original: Image Comics.
Guión: Jeff Rougvie.
Dibujo: Moritat.
Color: Casey Silver.
Formato: Grapa, 30 páginas.
Precio: $3.99.

 

En la entrega de la semana pasada del Servicio Informativo del Cómic Independiente USA comentábamos que, en nuestra opinión, hay cierta tendencia a mirar al pasado en el ámbito independiente. Eso no es siempre malo. El regreso de Criminal nos ha dado esta semana un excelente número de debut que demuestra que a sus creadores aún les quedan muchas historias que contar. Pero hacen falta también propuestas originales y estimulantes. Propuestas que nos recuerden por qué el mercado americano necesita al cómic indie, donde los autores poseen una total libertad creativa.

Gunning For Hits es esa clase de propuesta. En esta serie el ex productor musical Jeff Rougvie y el dibujante Moritat nos cuentan una historia mucho más interesante que la de la mayoría de cómics de ciencia ficción o fantasía que suele publicar Image. Ambientada en la Nueva York de 1987, Gunning For Hits es un thriller protagonizado por Martin Mills, el agente de una discográfica. ¿Su trabajo? Fichar a posibles estrellas antes que la competencia.

A partir de esa original premisa, Rougvie y Moritat crean un excelente número de introducción que trata sobre los intentos del agente Martin Mills para que una banda de jóvenes promesas firme un contrato de condiciones deplorables. Lo que parecía un trabajo fácil se vuelve complicado cuando la manager de la banda empieza a exigir cosas irrealistas como un concierto con Madonna. Esta situación, que seguro que le será familiar a Rougvie, sirve para explicarnos los entresijos de la industria de la música americana. En unas pocas páginas se desmonta cualquier visión idílica que pueda existir sobre ella.

El guion de Rougvie tiene un entusiasmo contagioso, un magnífico sentido del humor, y una gran habilidad para hacer comprensible el funcionamiento de la industria musical. Y por su parte, Moritat hace un impresionante trabajo alternando diferentes registros. El protagonista, con cierto parecido a John Constantine, negocia en un club de poca monta que parece más bien el escenario de una película noir; y los secundarios, dibujados como caricaturas de una banda de fracasados sin estudios, encajan perfectamente en ese escenario.

Pero eso no es todo. En buena parte del cómic, Moritat pasa de noir a una desternillante tira cómica donde juega con eficacia con las proporciones y expresiones de los monigotes que dibuja. De no ser por los créditos, estaría convencido de que Gunning For Hits tiene dos dibujantes, porque es muy raro ver a alguien en el mainstream americano capaz de alternar estilos tan dispares sin perder ni un ápice de calidad. Aunque con un coloreado tan efectivo como el de Casey Silver cualquier dibujante tiene un poco de ventaja respecto a los demás.

El resultado de tanto talento y energías es una lectura que emocionó como pocas. Las primeras páginas de Gunning For Hits despertaron mi interés. Con el citado cambio de registro, un movimiento tan arriesgado como efectivo, tuve claro que leería los siguientes. Y lejos de resentirse por cambio de tono, la historia volvió al género noir como si nada hubiese sucedido, aumentando la tensión entre el protagonista y su presa hasta concluir con un genial giro de guion. Un giro que me hizo comprender que esta será posiblemente una de mis series favoritas de Image Comics.

Rougvie y Moritat tienen ante sí la posibilidad de crear uno de los mejores cómics indie del año. Sería una verdadera lástima que no lo consiguiesen.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares