Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga. Daredevil 20. Lady Bullseye
Edición original:Daredevil 111-115 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Ed Brubaker.
Dibujo:Clay Mann y Michael Lark.
Entintado:Stefano Gaudiano y Tonci Zonjic.
Color:Matt Hollinsworth.
Formato:Tomo en tapa dura, 136 páginas.
Precio:16€.
Todo lo bueno tiene su fin. Y en el mundo del cómic, las etapas de ciertos equipos creativos a cargo de emblemáticos personajes en algún momento deben de acabar. Normalmente, estos equipos creativos tienen un plan más o menos trazado desde que se encargan de la serie, pero si su estancia se alarga más de lo previsto, o incluso, dentro de lo previsto, es normal que existan ciertos arcos argumentales que a falta de una palabra mejor, llamamos “de relleno” que tratan de mantener ocupados a los personajes mientras se aproxima el siguiente estadio al que van a ser llevados de la manos de los autores.
En el caso de Ed Brubaker y Michael Lark, su estancia en Daredevil estaba claro que iba conducida, en primer lugar, a solucionar el galimatías legal en el que se encontraba el personaje, encerrado en prisión por sus crímenes cometidos por Daredevil, al principio de la llegada de este dúo a la colección, y aportar su propia galería de secundarios, y de villanos (recuperados) que dieran sentido a lo que se quería contar.
En el caso del volumen que nos ocupa, el fin de la etapa en Daredevil de Brubaker y Lark se acercaba inexorablemente, teniendo en este final Kingpin un papel muy destacado, llevando el villano prácticamente olvidado desde la etapa anterior, la de Brian Michael Bendis y Alex Maleev. Sin embargo, hasta que ese momento llegara, había que hacer algo con el personaje, y de ahí que Brubaker creara a una nueva villana, llamada Lady Bullseye, que se encargaría de ponerle las cosas un poco más difíciles de lo habitual a Murdock, mientras escritor y dibujante se preparaban para el retorno de Wilson Fisk a su merecido lugar como Némesis definitivo del abogado ciego.
Lady Bullseye resulta ser una villana que en primer lugar, puede confundirnos por su nombre. Y es que, poco o nada tiene que ver Bullseye, de quien solo toma el nombre y la imagen que tiene de él por haberlo visto en acción en Japón cuando la nueva villana era una niña.
De hecho, Lady Bullseye sí que se inspira directamente en un personaje de cómic (del que toma la parte de Lady de su nombre), pero no de Marvel, DC o similares, si no en Lady Snowblood, una asesina aparecida en las páginas del manga del mismo nombre escrito por Kazuo Koike (autor de El Lobo Solitario y su Cachorro, obra que a su vez, inspiraría a Frank Miller para su larga e icónica etapa a cargo de Daredevil) y dibujado por Kazuo Kamikura y publicado en 1972.
En ese sentido, no estamos ante una versión femenino del preciso villano de la diana en la frente, sin que la puntería sea una habilidad especial de Lady Bullseye, que no es si no una experta artista marcial que ocupa un destacado lugar en la Mano, famosa organización Ninja que debe eliminar a una serie de héroes para hacerse con el control de la gran manzana en un momento muy preciso para el Universo Marvel.
Este momento, no era otro que Invasión Secreta, el que fuera el Gran Evento Marvel de aquel año 2009, orquestado por Brian Michael Bendis en el que el escritor de Cleveland nos venía a decir que los Skrull llevaban infiltrados entre nosotros mucho tiempo, conquistando la Tierra muy poco a poco, habiendo llegado su plan a su fase final, al tiempo que su presencia en nuestro planeta era descubierta por unos vengadores que descubrían que Elektra, líder de la mano, no era Elektra si no un Skrull que usurpaba la identidad de ésta.
Así, la Mano se encuentra en uno de sus peores momentos, sufriendo una guerra por su liderazgo, por lo que deben encargarse cuanto antes de los vigilantes que, como Daredevil, se oponen sistemáticamente a ellos.
De este modo, Brubaker se encargaría de reintroducir a la famosa secta Ninja, creada por Frank Miller y unida al personaje de Daredevil desde entonces, en la colección de un Diablo Guardián que hacía mucho que no se partía el cobre con estos enemigos tan temibles.
El dibujante del primer número de esta saga no es otro que Clay Mann (Batman, la reciente Heroes in Crisis) que realiza un más que respetable trabajo, muy similar al de Michael Lark, que fiel a su estilo suave y directo, se mantiene con la grandeza de siempre en esta colección.
Pese a que estábamos ante un arco argumental de relleno, que poco o nada aporta a la trama de Daredevil, la realidad es que siendo Brubaker el guionista se esperaba una historia de mayor calidad, máxime cuando el escritor rescataba a La Mano de las cenizas.
Pues bien, Lady Bullseye, es una historia que no pasa de anodina, que podemos calificar como la peor que tiene el escritor en esta larga etapa, y posiblemente entre todos sus trabajos en Marvel. El guión es sencillo, fácil, y carece de ese ambiente noir y oscuro tan bien trazado que Brubaker siempre da a sus historias y que como un guante sienta a Matt Murdock y a su mundo.
No obstante lo anterior, quizás lo que ocurre es que es muy fácil acostumbrar a los lectores a la grandeza, siendo Lady Bullseye un cómic que pese a su baja calidad en comparación con el resto de números que configurar la etapa del escritor en la colección, no deja de resultar lo suficientemente entretenido como para hacernos pasar un rato agradable mientras lo leemos.
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