Javier Vázquez Delgado recomienda: El futuro es brillante
Edición original:Astiberri
Guión:Elisa Riera
Dibujo:Elisa Riera
Formato:Cartoné, 128 páginas
Precio:15€
¿Estoy siendo mala persona posteando todo el drama?
Es tu historia Elisa. No estás faltando al respeto a nadie.
Hay algo maravilloso cuando afrontas la lectura de un cómic sin tener apenas información sobre él y te sorprende y te cautiva de una manera que no podías adivinar. Y justo eso es lo que ha logrado hacerme El futuro es brillante de Elisa Riera. Un cómic cuya primera versión vio la luz en Instagram, donde Elisa casi retransmitía, en tiempo real y con luces taquígrafos, como su última relación naufragaba. Ahora, Astiberri edita dentro de su colección Sillón Orejero una versión “extendida” con partes que no se publicaron en Internet.
Elisa Riera es una historietista, diseñadora y consultora de moda nacida en Barcelona en 1981. Su relación con el mundo del cómic comienza con la publicación de historias cortas en como dos Pastelitos haciendo el AMOR y en Colibrí, ambos editados por Apa Apa Cómics, posteriormente dibuja de un diario en formato digital en Instagram, en el que podemos leer sus andanzas vitales. Su historia breve La señora Rosa quedo segunda en el Primer Concurso Nacional de Cómic Biblioteca Insular de Gran Canaria y apareció en En corto el recopilatorio de los premiados publicado por Astiberri.
Elisa acaba de finalizar una relación de larga duración con un chico, tras un tiempo decide que ha llegado el momento de conocer a alguien y se crea un perfil en Tinder. Allí conocerá a un chico que en un principio parece perfecto para ella, pero…
Si esta historia nos llegara de Hollywood sería una típica comedia romántica protagonizada por Jennifer Aniston. Compuesta por la estructura clásica del género: chica conoce a chico, chica pierde a chico, pero al final se reencuentran gracias a un espectacular gesto romántico. Pero por suerte no lo es. Elisa Riera nos trae un relato fresco, natural y divertido que no ha perdido nada de la inmediatez que tenía en su versión en Instagram. Un soplo de aire fresco y una necesaria versión femenina y descreida alejada de los tópicos de las grandes producciones pensadas por los ejecutivos del cine de masas.
Estamos ante una historia que en clave de tragicomedia sirve de radiografía de las extrañas y complejas relaciones que se dan en esta era digital en la que nos ha tocado vivir. Una era que ha alumbrado nuevas formas de conocer gente, pero que no ha creado ninguna herramienta para reconocer a individuos tóxicos o simplemente egoístas. Tal vez las relaciones no sean más sencillas que las de la era analógica, pero han multiplicado nuestras posibilidades de contacto, multiplicando también las posibilidades de toparnos con gente inadecuada. Cuando los historiadores analicen el uso que le damos a las redes sociales, solo contemplaran dos conclusiones posibles o bien no sabíamos usarlas o bien éramos idiotas.
Es una historia que conecta en cierta manera con dos obras anteriores publicadas por Astiberri en el último año: Desastre de Mamen Moreu e Intensa de Sole Otero. Las tres nos presentan a unas protagonistas perdidas en una sociedad que pretende decirles cómo deben vivir su vida y que tipo de relaciones deben de tener. Mujeres empoderadas que saben lo que quieren y que deben luchar no solo contra lo que le impone la sociedad sino también contra lo que les dicta su educación.
Elisa no busca un príncipe azul, pero tampoco quiere a un cretino egoísta. Sin embargo, todos los seres humanos tenemos una ilimitada capacidad de autoengaño que hace que siempre creamos que todo va a mejorar, y que no nos hemos enamorado de un cabrón.
El futuro es brillante bien podría ser el título de un libro de autoayuda del montón, de esos que inundan las estanterías de cualquier librería. Pero es esos libros no hay cabida para el humor y los momentos de vergüenza ajena que nos brinda esta novela gráfica. Además, es una obra que le sirve a la autora para exorcizar sus demonios propios no como manual de superar una relación fallida.
El estilo gráfico de Elisa Riera no es espectacular, pero si tremendamente funcional y con varios hallazgos gráficos sorprendentes y frescos que convierten la comunicación con los lectores en una experiencia distinta a lo habitual en el medio. Sus personajes son muy expresivos y el uso del color es muy interesante, sobre todo por servir como elemento diferenciador de la historia. El principio y el final tienen tonos más brillantes y luminosos como el estado de ánimo de la autora, pero durante el desarrollo de la trama todo está más apagado lo mismo que sucede con su relación.
Astiberri realiza una buena edición que respeta el formato de Instagram y con diseño muy trabajado. Cabe destacar que al final de la novela gráfica hay un código QR para descargarse la banda sonora del cómic. Es muy loable por su parte que traigan propuesta alejas de los tópicos tanto gráficos como argumentales, que sirven para darle un meneo al medio.
Elisa Riera nos cuenta una crónica de una relación toxica, pero despojada de romanticismo. Con un discurso optimista que evita tanto caer en el melodrama como el positivismo dulzón de los libros de autoayuda. Una historia que desborda verdad y que supone un soplo de aire fresco por la forma de contar la historia.
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