Javier Vázquez Delgado recomienda: Detective Comics antes de Batman

Los 1.000 números de Detective Comics, la serie más longeva (que no la de más numeración) de DC Comics, la que, precisamente da su nombre a la compañía, han pasado a la historia principalmente por albergar aventuras de Batman y la batfamilia. Pero, como todos sabemos, hasta el número #27 no apareció el Hombre Murciélago y las primeras 26 entregas han caído en el ostracismo de los fans, pues popularmente no han gozado del interés de las masas cuando se habla de la colección. Es por ello que, aprovechando la celebración de la llegada al millar, hemos querido dedicar un espacio a aquellas primeras aventuras de la serie de cómic que se dedicaba a contar historias pulp, protagonizadas por detectives, en aquellos finales años 30.

Detective Comics #1, con fecha de portada de marzo de 1937, contó con historias protagonizadas por personajes que tuvieron un cierto recorrido durante los primeros años de la colección, llegando algunos a ser bastante populares, pero que a mediados de los años 40 cedieron terreno ante el empuje de las historias de superhéroes e, inevitablemente, el implacable protagonismo que Bruce Wayne se fue ganando año tras año. Detective Comics vivió sus dos primeros años sustentado por un puñado de personajes a los que vamos a rendir un sentido homenaje, pues dieron nombre a la revista que terminó siendo la casa del que ha pasado a la historia como el mejor detective del mundo.

En aquella primera entrega la portada la protagonizó Chin Lung, un trasunto de Fu Manchu, personaje muy popular en las primeras décadas del siglo XX (y que llegó a tener un hueco en doce entregas de Detective Comics, entre los números #17-28), gracias a las novelas policíacas de Sax Rohmer y, más adelante, por las películas protagonizadas por varios actores, entre los que destaco a los legendarios Boris Karloff y Christopher Lee. Era un indicativo de que China iba a tener protagonismo en varias historias, estando en el lado de los villanos algunos personajes oriundos de ese país. Lung no llegó a ser un personaje popular, aunque su imagen quedó para el recuerdo. Aquel primer número contaba con diez historias, cantidad que fue bastante habitual en aquellos años, y vamos a hablar de algunos de los protagonistas de aquellas aventuras que tuvieron un recorrido largo en DC.

Cyril ‘Speed’ Saunders fue el protagonista de la historia principal en Detective Comics #1. Creado por E.C. Stoner y Creig Flessel, era un agente encargado del orden en la zona portuaria del río de una gran ciudad, también un investigador que colaboraba con la policía como agente independiente antes de ingresar en el Servicio de Inteligencia de los Estados Unidos (OSS). Salvo el segundo número, apareció exclusiva y consecutivamente hasta Detective Comics #58. Protagonizó historias realmente detectivescas, de corte muy callejero. Era un héroe popular al servicio de las fuerzas del orden. Un tipo entregado a su trabajo, duro, implacable. La definición perfecta de detective y policía. Sorprendentemente, tras su desaparición del título en 1941, pasó más de medio siglo en el olvido hasta que fue recuperado y se reveló que era el primo de Shiera Hall, la primera Hawkgirl y el abuelo de Kendra Saunders. Y que durante la Segunda Guerra Mundial, gracias a su trabajo con la OSS fue un aliado de la Sociedad de la Justicia de América, donde también forjó amistad con Wesley Dodds, Sandman.

Cosmo, creado por Sven Elven, era conocido como el Fantasma del Disfraz, un agente que ayudaba a la policía a resolver robos y atrapar ladrones usando su don para el camuflaje. Habilidoso como transformista e investigador, protagonizó una historia en las primeras 37 entregas de Detective Comics. Originario de la aristocracia británica, fue un detective que vivió aventuras en Europa, Sudáfrica y América, ya fuesen causadas por secuestros, asesinatos u operaciones de contrabando. Un camaleónico luchador por la justicia. Como dato anecdótico, su debut fue con una historia en color, pero las siguientes fueron en blanco y negro.

Bruce Nelson, creado por Malcolm Wheeler-Nicholson y Tom Hichey, con 36 apariciones consecutivas en la serie, protagonizó una misteriosa historia por entregas que llegó a ser el primer arco argumental de DC. Se alargó durante ocho números que curiosamente no llevaba el nombre del protagonista, sino de la propia historia. The Claws of the Red Dragon, fue aquella primera aventura que tuvo en vilo a los lectores. Nelson entró en un restaurante chino, una rareza para el San Francisco de 1937, y allí comenzó una aventura misteriosa, que más adelante se revelaría como una guerra entre dos fuerzas chinas que pugnaban por hacerse con los restos del Dragón Rojo de Jade. A diferencia de otros personajes que vamos conociendo en estos primeros números de la revista, no era un profesional de la lucha contra el crimen, sino un aventurero, alguien que se consideraba a sí mismo un detective amateur que se encuentra con grandes aventuras. Representaba el ideal del fan, del lector que sueña con encontrarse llevando una vida al límite, arriesgada, protagonizando situaciones totalmente fuera de lo común. Alguien valiente, honesto, que luchaba por el bien con toda su pasión. En Detective Domics #17 por fin apareció su nombre en el título de su historia, Bruce Nelson and the Coolie Smugglers.

Bart Regan, creado por Jerry Siegel y Joe Shuster un año antes de su inmortal y revolucionaria aportación al cómic universal, también conocido como Spy, nombre con el que protagonizaba sus historias, tuvo un largo recorrido en Detective Comics, protagonizando 79 aventuras, la última de ellas en el Detective Comics #83, enero de 1944. Tuvo de acompañante a Sally Norris, cuya última aparición fue en Detective Comics #26, siendo el primer personaje femenino con protagonismo en la colección. En Regan, un agente del Servicio Secreto que trabajaba para el gobierno americano y, más tarde, lo haría como agente de contraespionaje encubierto, ya podemos ver algunas de las características que más adelante serían desarrolladas en Superman, o más concretamente en el primigenio Clark Kent. La rudeza en la investigación, el uso del arte del disfraz en alguna ocasión para infiltrarse en sus misiones, incluso un cierto parecido físico en el diseño del rostro. Por su parte, Sally fue una proto Lois Lane, una agente experta en operaciones de contrainteligencia y vigilancia, una mujer que no dudaba en arriesgar su vida para conseguir sus objetivos. Los temas que imperaron las historias de Bart estuvieron siempre relacionados con el espionaje y la detención de criminales que planeaban la caída de Estados Unidos, tornándose casi propagandísticas a partir del #55, que fue cuando se produjo el ataque a Pear Harbour y los nazis pasaron a ser los eternos antagonistas, aunque los villanos de turno fueran el dueño de una tienda de golosinas, luchadores profesionales, personal de un vagón de tren, monos o cualquier criminal random. Una tónica habitual en la época que fue la primera señal de histeria de la sociedad americana, la cual emergió más adelante con la caza de brujas comunista.

Buck Marshall, creado por Homer Fleming, personaje que protagonizó muchas historias en blanco y negro, era un Ranger que operaba en el viejo oeste americano. Un auténtico héroe de imagen cowboy, que solucionaba problemas en pequeños pueblos, como el robo de ganado, contrabando, disputas de intereses y el apoyo a los sheriff que le pidieran ayuda. Un remamente de las historias de indios y vaqueros, insertado entre detectives, protagonizando aventuras en que la investigación y el aire pulp se respiraba en entornos western.

Slam Bradley y Shorty Morgan, su sidequick, fueron otra creación de Siegel y Shuster. Slam, con sus 159 apariciones en la colección, es el personaje fuera del bat-universo que más historias protagonizó en Detective Comics y el quinto en total, antes de la renumeración de 2011. Apareció regularmente hasta el #151, desapareció hasta el Detective Comics #500, recuperado en el #572, volvió a ser regular en el arco Trail of The Catwoman entre el #759-762 y apareció por última vez en los #846 y #850, siendo ésta su última presencia, en enero de 2009, hasta la fecha. También tuvo un papel regular en Catwoman vol. 3, siendo parte de 46 de los 83 números de aquella serie, publicada entre enero de 2002 y marzo de 2010. Sin duda es el personaje de entre los primeros detectives de la editorial que más protagonismo ha tenido.

Hablar de Slam Bradley es hacerlo de un personaje que ha evolucionado y trascendido mucho más que sus compañeros de Detective Comics #1. En sus inicios era representado como un tipo duro, envuelto en constantes peleas callejeras. También resolvía casos disfrazándose ocasionalmente. Físicamente fue diseñado muy parecido a como sería más adelante Superman. Mucho más parecido que Bart Regan, muy en el estilo de dibujo característico de Joe Shuster. Formaba un carismático tándem con Shorty Morgan. Él era el tipo duro y Shorty el caricaturesco y gracioso compañero. Trabajó en las calles de Cleveland, su ciudad natal, y más adelante en Gotham. En su regreso para el #500 formó equipo con otros detectives como Jason Bard, Roy Raymond, Human Target y Mysto, el detective Mago, para resolver el asesinato de su amigo Archie Evergreen. Entonces su aspecto era más detectivesco y menos matón. En el #572, con motivo del 50º Aniversario de la cabecera, se codeó con Batman, Robin, Elongated Man y el mismísimo Sherlock Holmes para hacer equipo en una clásica e intensa aventura que cruzó los caminos de estos personajes en un caso que les llevó al mismo Londres. The Doomsday Book se tituló la historia que reunía a los detectives más grandes de nuestro tiempo y de todos los tiempos.

Esto ocurrió en marzo de 1987. Tiempo después se reveló que tenía un hijo, Sam Bradley Jr., un policía de Gotham con quien Selina Kyle tuvo una hija, Helena Kyle. También tuvo algunos cruces con su hermano de autores, en un cameo en Superman #44, en una cobertura de seguridad a Cat Grant en la que acaba disparando al Hombre de Acero y un par de apariciones en Action Comics, en los números #656, investigando un tiroteo en que se vieron envueltos Jimmy Olsen y Jerry White y en el #743, para hacer equipo con el entonces Superman Azul en la investigación del ladrón de joyas Inkling. Sin duda este es uno de esos carismáticos personajes añorados, que podrían aportar mucho en muchas aventuras, como han demostrado en el tiempo (más aún siendo un miembro lejano de la batfamilia en otra continuidad) y que siguen viviendo en el limbo del Universo DC, aguardando una nueva oportunidad.

Y para terminar este homenaje quiero incluir a Crimson Avenger, el Vengador Carmesí, que fue uno de los primeros justicieros enmascarados de la historia en gozar de popularidad. Este personaje debutó en Detective Comics #20, de la mano de Jim Chambers, y tuvo un recorrido de 63 apariciones, siendo la última en Detective Comics #89, en julio de 1944. Con el tiempo llegó a formar parte de los Siete Soldados de la Victoria y a ser recuperado para la serie All-Star Squadron en los 80′, además de tener esporádicas apariciones en las series de la Justice League y títulos como Sandman Mistery Theatre, de cuyo protagonista se llegó a decir que era un amigo de la infancia.

Lee Walter Travis, fue miembro de la Brigada Abraham Lincoln durante la Guerra Civil española y editor del periódico progresista Globe Leader, pero su ímpetu le llevó a combatir el crimen como el Vengador Carmesí, ataviado con una capa de ese color, un traje, sombrero y antifaz negros. Usaba una pistola de gas para dormir a sus rivales (millonario, con una pistola de gas, ¿a alguien le suena que esos detalles pudieran inspirar a otros personaje?). Dedicó sus primeros años a luchar contra el crimen y, como le pasó a su amigo Wesley Dodds, su vestimenta varió hacia un uniforme más superheroico, con mayas rojas, calzón dorado y un sol dibujado en el pecho que representaba el agujero de una bala. Llegó a protagonizar su propia miniserie entre junio y septiembre de 1988, medio siglo después de su creación. Ésta tuvo lugar además siete años después de su muerte editorial, que fue explicada en DC Comics Presents #38, en octubre de 1981. En ese número se contaba una historia en la que Travis perseguía a unos criminales que habían secuestrado a un niño y se lo llevaban en barco. El Vengador Carmesí subía al barco, salvaba al niño y acababa con los malos. Después, pilotaba el navío lejos del puerto, para que la explosión no afectara al pueblo. Ésto ocurría poco después de haber sido diagnosticado de una enfermedad terminal. Era un gran final para el personaje, sin embargo, comenzó sus apariciones regulares en la serie All-Star Squadron desde el inicio de ésta, un mes antes de este número, haciéndolo diez veces más, de manera intermitente, hasta el #65, en enero de 1987, por lo que no tuvo mucho sentido matarlo a la vez que seguía apareciendo en otras aventuras.

Llegó a haber dos personajes más en la historia de DC Comics que llevaron el manto del Crimson Avenger, llamados Albert Elwood, en los años 60′ y Jim Carlile, a principios del siglo XXI. Son personajes sin tanta alma ni peso como Lee Walter Travis. Tuvo una entrañable aparición en DC Universe Legacies #1, donde es señalado como el primero de los justicieros, siendo una inspiración para todos los que vinieron detrás. Además, volvió a dejarse ver en dos apariciones en el crossover Convergence: World’s Finnest, en 2015, en la historia protagonizada por los Seven Soldiers. Éste es otro de esos personajes que está esperando a que alguien venga a sacarlo del limbo, pues tiene aún muchas historias que ofrecer.

Estos han sido algunos de aquellos detectives anteriores a Batman que coparon aquellas páginas previas a su aparición con investigaciones, persecuciones, tiroteos, peleas callejeras, encierros, detenciones. Detectives que lucharon por el bien y la justicia. Héroes que merecen ser recordados.



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