Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC Batwoman núm. 02 (Renacimiento): Miedo y Asco.
Edición original: Batwoman vol. 3 #7-12 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Marguerite Bennett, Kate Perkins.
Dibujo: Fernando Blanco, Scott Godlewski.
Color: John Rauch.
Formato: Rústica, 144 páginas.
Precio: 13,50€ .
Continúan las andanzas de Kate Kane en su colección de mano de Marguerite Bennett (Bombshells, Animosity), esta vez sin el apoyo de James Tynion IV, y el patrio Fernando Blanco en el segundo tomo recopilatorio de ECC Ediciones, Miedo y Asco. Kate sigue en su batalla contra la organización terrorista conocida como los Muchos Brazos de la Muerte así como en su búsqueda de la que fue su primer gran amor, Safiyah Sohail. De nuevo, cuenta con la colaboración de Julia Pennyworth y, de forma menos agradecida, de su padre y Colony Prime, el “supersoldado” del escuadrón de su padre que ya creara anteriormente Tynion IV en su etapa en Detective Comics. Ambos tratarán de sobrevivir a los que los miembros de la organización les tienen preparado.
Podríamos resumir este tomo en dos grandes combates que tiene Batwoman con dos villanos de Batman: Jonathan Crane, el Espantapájaros, y el Profesor Pyg. Hace mucho que Crane no se dejaba caer por las colecciones del Caballero Oscuro. Tom King no lo ha usado aún en su presente etapa con el Caballero Oscuro, pero aún quedan números para que se deje caer y Tynion IV no lo usó tampoco en su etapa en Detective Comics. En esta historia Bennett logra presentarlo como una verdadera amenaza. También ha estado bien ver la resolución de su historia de amor con Safiyah y es que no todo es tan bonito como parece… No solo eso, sino que Kate también está en búsqueda de Beth, su hermana también conocida como la villana enloquecida Alice y que ahora está en paradero desconocido.
Básicamente el leit motiv de Batwoman en este tomo es la de continuar su lucha con los Muchos Brazos de la Muerte pero ha de hacerlo centrada. Su dolor tanto por la búsqueda de su hermana como la atracción que aún siente por Safiyah hacen que se distraiga y casi pierda la vida tanto ante el Espantapájaros como Pyg. Asimismo, en este tomo también se descubre la causa de porque la isla de Coryana, donde vivía con Safiyah, aquel paraíso en medio del mar, quedó hecho pedazos así como la relación con esta, una causa ciertamente que coge por sorpresa en un giro inesperado y que Bennett ha sabido escribirlo muy bien. El dibujante Soriano Fernando Blanco (Detective Comics, Batman Eternal) que con su buen hacer logra que tampoco se eche demasiado en falta al gran Steve Epting por estas páginas, tanto en viñetas hechas para el espionaje como en el aterrador mundo creado por el gas del miedo de Crane.
Tanto el número de Pyg, un fill-in que sigue parcialmente la trama de la serie escrito por la guionista Kate Perkins (Superwoman, Supergirl), como él último del tomo, están dibujados por el artista Scott Godlewski (dibujante del cómic de la película Jóvenes Ocultos), que gracias al color de John Rauch, tiene un estilo heredero de Blanco en sus páginas.
El segundo tomo de Batwoman está bastante bien, principalmente porque se nota que Bennett tiene un plan con principio, nudo y desenlace por donde llevar al personaje. A mi personalmente me ha gustado que el primero, donde claramente se presentaba un poco el concepto, pero no se profundizaba en el mismo. Considero que este sigue sin ser uno de sus mejores trabajos (los mejores exponentes suyos son sus obras de autor en mi opinión), pero ahora, sin embargo, ya se mete de lleno en él mismo. El dibujo de Blanco es el perfecto acompañante para la aventura y hay ganas de llegar al gran acto final de la aventura con La Caída de la Casa de Kane.
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