Javier Vázquez Delgado recomienda: Animosity #1, de Margerite Bennett y Rafael De Latorre
Edición original: Animosity 1-4, Animosity: The Rise 1.
Edición nacional/ España: Planeta Cómic.
Guión: Margerite Bennett.
Dibujo: Rafael De Latorre y Juan Doe.
Formato: Tomo, 152 páginas.
Precio: 14,95 €.
Hace casi un año que desde Planeta Cómic anunciaban que iban a empezar la publicación de las series de la editorial americana Aftershock, muchos saltamos de alegría pues dicha editorial estaba lanzando unos cuantos buenos cómics al mercado, con nombres interesantes en los guiones, conocidos como poco, y algo más nuevos pero prometedores en los dibujos, de todo ello y las series anunciadas dimos buena cuenta por estos lares. Bueno, pues ya llegó el momento, ya tenemos en nuestras manos las dos primeras series, de la que toca hablar hoy es una de las más esperadas, Animosity. El caso de esta serie es bastante particular, lo normal es que las historias de Aftershock sean bastante limitadas, las que continúan lo hacen con descansos por medio o abriendo nuevas series limitadas, sin embargo Animosity comienza ya con un argumento que va para largo, ya se sabía que no serían cuatro números, pero el interés que generó ha llevado a su guionista a realizar un Spin-off, Animosity Evolution, y una serie de especiales separados en el tiempo llamados Animosity: The rise, sin duda esta es uno de los grandes éxitos de la editorial y no es motivo para menos, Animosity es una gran serie, ni es de las primeras que salieron en Aftershock ni es la primera de su autora para ellos, pero se ha ganado por méritos propios ser una de sus series principales.
Hemos de ir a finales del año 2015 para encontrar las primeras series de Aftershock en el mercado, entre ellas estaba Insexts, escrita por Marguerite Bennett, una autora que había hecho algunos trabajos en Marvel y DC, especialmente en esta última, trabajando sobretodo para la batfamilia, pero alcanzando muy buenas críticas con su DC Comics Bombshells. Insexts llamó la atención, lo suficiente como para que a Bennett se le de una segunda serie pronto, precisamente en la segunda tanda de colecciones de la editorial ya entrados en 2016, con Animosity sí que llamó la atención y se ganó una cierta posición en el mundo del cómic independiente. Para la obra, desde Aftershock, seleccionan a un autor brasileño poco conocido que había trabajado con ellos en esa primera tanda de cómics, Rafael De Latorre, que se ocupaba de Superzero, una inacabada serie de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. Se puede decir que los dos autores estaban haciendo un buen trabajo pero unirlos fue lo que dio lugar a una de las series más importantes de Aftershock. La editorial ofrece productos aislados, series que no dependen las unas de las otras y que no forman un universo coexionado, por lo que es lógico que Planeta empiece su publicación por esta serie y no por un orden cronológico, algo parecido ocurre con la otra serie que han presentado, Jimmy’s Bastards, de la que hablaremos en unos días.
Animosity nos presenta un mundo como el nuestro en el que de repente y sin motivo aparente, todos los animales adquieren los mismos atributos racionales que los seres humanos, no solo la capacidad de razonar, también un pensamiento moral que les hace cuestionarse su relación con las personas, y la decisión de la inmensa mayoría es que están cansados de estar a su servicio. El ser humano deja de ser el gran depredador y comienza a bajar puestos en la cadena trófica. Los ataques de los animales se suceden en las grandes ciudades de todo el mundo con mucha coordinación entre las especies pero no todos los animales piensan igual, de la misma manera que no lo hacen los seres humanos, así los autores enfocan la historia desde el punto de vista de una niña y su perro.
Lo primero que hay que alabar es el dibujo de Rafael De Latorre, no es un estilo que sobresalga por una gran innovación ni es de los que distingues con un simple golpe de vista, pero tiene dos cualidades que le hacen el dibujante perfecto para esta serie, la primera una narrativa limpia y clara tanto en viñetas como en expresión facial, y esto es muy importante para una serie en la que debes expresar emociones en animales de manera que parezca factible, real. La segunda gran cualidad es la de mostrar tanto la brutalidad de la naturaleza como la ternura que puede haber entre una persona y su compañero, y hacerlo todo en misma página. El valor de un dibujante no está solo en sus capacidades sino también en encontrar la obra que haga que estas capacidades sobresalgan y este es el caso de De Latorre.
Básicamente lo que hace el primer número es presentarnos el mundo creado por Bennett. La autora tiene una buena capacidad para construir una historia basada en una gran cantidad de misterios, hemos de saber cómo sucede, por qué sucede y si está ocurriendo a nivel global lo mismo, sin embargo esto por sí solo no sostiene una serie, sino que se necesitan un número de personajes atractivos que nos hagan ir más allá del simple misterio argumental, en el caso que nos ocupa los autores lo consiguen presentándonos a un buen elenco, entre los cuales destaca ya desde el principio una niña y su perro. Lo qué realmente nos engancha la serie es ver cómo, frente a todos esos animales que atacan humanos, aparece un perro que quiere a su familia y en especial quiere a la niña con la que vive, ver la manera en la que el perro la defiende, cómo antepone su vida a la de la niña, toca el corazón de cualquier lector, en especial de aquellos que tengan compañeros como él.
Ahora bien, pensando en frío dentro de un mundo como ese, ¿quién deja a su hija a cargo de un perro?. La tensión con el padre es constante durante el segundo número, la madre es más comprensiva pero el padre no quiere que nada cambie, que la jerarquía continúe y no está dispuesto a equiparar la vida de un ser humano a la de un animal, por mucho que piensen. Los autores son muy hábiles dando saltos en el tiempo, haciendo que este pase rápido y regenerando el misterio sobre qué pasó a algunos personajes pero también dando fuerza a la historia mediante flashbacks, de manera que el tercer capítulo pasa tiempo después y la niña ya está sola con su perro, es aquí donde realmente se sitúa la acción dando un golpe de efecto que elimina las típicas vueltas sobre los orígenes, primeros días de plagas apocalípticas o los inicios de los viajes, yendo precisamente a eso, a lo importante del viaje.
Animosity es una serie con un claro mensaje en favor del buen trato a los animales y del cuidado del planeta, pero se cuida mucho de ser un mensaje sencillo, los autores meten detalles muy interesantes al tomar una supuesta cultura animal y humanizarla, desde vacas buscando alguien que las ordeñe para “compartir negocio”, debates sobre el vegetarianismo con la consecuente idea de que no solo los humanos comen carne y multitud de pequeñas cosas que se mueven entre lo divertido, como las referencias a Pokemon o Juego de tronos, y lo que hace que nos cuestionemos todo. En definitiva se trata de un cómic muy inteligente, con bastante originalidad, una trama que engancha y, sobretodo, muy bien escrita y muy bien dibujada.
Pero esto no es todo, al igual que la edición norteamericana, el tomo que edita Planeta Cómic incluye el primer número especial de Animosity: The Rise, El Alzamiento, también escrito por Bennett pero con dibujo de Juan Doe, autor que realiza un buen trabajo, con un estilo muy distinguible y del que veremos varias obras en Aftershock (American Monster y Dark Ark), en él se nos cuenta la historia de un veterinario los primeros días del despertar animal, mostrando la organización de estos y su conquista de las ciudades. La calidad de este último cómic es la misma que la de los anteriores aun tomando otros enfoques. Solo por frases como “Si te cuesta dormir puedes contar ovejas, no olvides contarte a ti primero” merece la pena.
Al ser este el primer tomo del que hablamos de Aftershock por Planeta Cómic toca decir algo de la edición, y lo cierto es que solo se pueden decir cosas buenas, tapa dura, buen papel y un precio bastante interesante para ser cinco números en este formato, para los que suelan comprar buenos cómics, la edición es como la que la misma editorial está haciendo de Saga, la única pega es que no tiene extras, pero la relación calidad/precio es para no quejarse. Desde ahora y todos los meses: más Aftershock.
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