Javier Vázquez Delgado recomienda: Detective Comics de Paul Dini (2006-2009)
En estos mil números de Detective Comics han pasado grandes escritores del medio pero pocos han sido tan significativos para la historia del Hombre Murciélago como Paul Dini, una figura clave que ha ayudado a formar la imagen contemporánea de Batman desde los 90 hasta el día de hoy.
Paul Dini (7 de Agosto de 1957, New York), después de graduarse en la Universidad Privada de Emerson de Boston, Massachussets, donde se graduó en Bellas Artes por Escritura Creativa. Comenzó su carrera escribiendo guiones como freelance para la empresa de animación Filmnation, donde escribió varios capítulos para He-Man y los Masters del Universo entre 1983 y 1985, pese a que, según sus palabras, trabajar para Filmnation fuese un horror y que no le interesaba para nada He-Man y su mundo . Su trabajo previo llamó la atención de George Lucas, que lo ficharía como escritor de varios de sus proyectos de animación, como las series de los Ewoks y los Droides (y volvería 30 años después para escribir varios capítulos de la serie Star Wars: The Clone Wars). Finalmente sería contratado por Warner Bros. Animation como guionista de Tiny Toon Adventures.
Sin embargo, la historia de Dini con el Caballero Oscuro comenzaría cuando fue nombrado guionista, productor y editor de Batman: The Animated Series en 1992, la serie animada del héroe con diseños de Bruce Timm y una de sus adaptaciones más fidedignas en el audiovisual, por la cuál ganaría varios premios Emmy y posteriormente trabajaría en Batman del Futuro, la serie protagonizada por Terry McGinnis y un anciano Bruce Wayne. En la serie Dini creó a Renee Montoya, agente del Departamento de Policía de Gotham y uno de los primeros personajes LGTBI de la compañía y posteriormente crearía a Harley Quinn, antigua compañera y amante del Joker. Posteriormente el propio Dini adaptaría a las viñetas de cómic el origen del personaje junto con dibujos de Timm en la novela gráfica “Batman: Amor Loco” (1994), el cuál ganaría el Premio Eisner a Mejor Historia Individual ese año. Posteriormente el personaje sería introducido en el Universo DC con la novela gráfica “Batman: Harley Quinn” (1995) y en la series regulares de Batman como ayudante del Joker en los cómics englobados en el evento “Tierra de Nadie” (cuando Gotham estuvo sumida en el caos por un terremoto) y dotaría a Victor Fries de su origen definitivo en “Batman: Mister Freeze” (1997), junto a Mark Buckingham. También escribiría los guiones de los videojuegos desarrollados por Rocksteady Studios, Batman: Arkham Asylum y Batman: Arkham City.
En 2006, después del fin del evento Crisis Infinita y el retorno de Superman. Batman y Wonder Woman con las miniseries Un Año Después, las colecciones de estos se relanzaron con nuevos equipos creativos. En el caso del Hombre Murciélago, el célebre escritor escocés Grant Morrison se ocuparía de Batman mientras que el propio Dini escribiría la cabecera más antigua, Detective Comics, con su número 821, haciendo honor del título de la serie y dándole a la colección un enfoque de thriller procedimental, donde Batman validaba su apodo de “Mejor Detective del Mundo”. Ambas series de Batman adolecían de una regularidad gráfica y especialmente Detective, que adolece con dibujantes de relleno como Don Kramer (pese a la excelente labor de este en algunos números) hasta la llegada del partenaire gráfico del guionista en los últimos tiempos, Dustin Nguyen. Dini pudo hacer su trabajo sin mayores complicaciones, solo teniendo que lidiar primero con el crossover “La Resurrección de Ra´s Al Ghul” del Batman de Morrison y posteriormente tratando con los cambios de “Batman R.I.P.” y “Crisis Final”, ambas de Morrison nuevamente.
Uno de los cambios que realizó Dini en esta etapa fue el de reformar al Acertijo. Según narra el guionista en Detective Comics #822, en un encuentro con el Caballero Brillante se llevó un golpe en la cabeza, recibiendo una conmoción cerebral que lo curaría de su psicosis y su obsesión con los Acertijos y a su vez olvidando su conocimiento de la verdadera identidad de Batman, la cual había deducido previamente en “Silencio” de Jeph Loeb y Jim Lee. Viendo la maldad que ha dejado a su paso, creyó que lo oportuno ahora era hacer el bien y lo mejor era poniendo su intelecto al servicio de la gente como detective. Finalmente, en esta nueva faceta se convertiría en un secundario habitual de la colección de Sirenas de Gotham, también de Dini. Sin embargo, sabemos que si los villanos son interesantes, es raro que permanezcan del lado de los ángeles mucho tiempo y Edward Nigma no es una excepción, dos años más tarde en un trauma relacionado con la explosión de una bomba mientras realizaba un trabajo para el Pingüino le devolvería su psicosis en la saga “Vida después de la Muerte”, del Batman de Tony Daniel (Batman #692-697).
A mayores, en este primer arco argumental que pone a prueba todas las dotes detectivescas de Bruce Wayne está también presente Zatanna Zatara, uno de los personajes fetiches del escritor, donde se muestra la relación que tiene con Bruce Wayne ya desde niño.
En Detective Comics #826 está uno de los mejores números únicos de Batman del siglo actual en mi opinión, “Masacre sobre Ruedas” (Slayride), dónde Tim Drake es capturado por el Joker y tiene que ser testigo (atado y amordazado) de las fechorías del Payaso Príncipe del Crimen mientras va al volante en unas navidades no muy memorables. Un número que muestra lo malvado que es el Joker pero bajo un prisma de humor negro que hace que este cómic sea endemoniadamente divertido.
Como no, una de las creaciones de Dini, Harley Quinn, es otra de las grandes protagonistas de la etapa, en particular con el arco argumental que comienza en Batman #831. Cuando en el Batman #663 de Grant Morrison, el famoso número escrito en prosa, el Joker sufre un cambio de perspectiva cuando es disparado en la cabeza por Josef Muller, un ex policía imitador de Batman, decide matar a todos sus secuaces, incluyendo a la propia Harley y esta decide dispararle en el hombro y olvidarse de él. Acaba ingresada en Arkham donde intenta acceder a la condicional por buena conducta pero el propio Bruce Wayne, que pertenece a la junta directiva de la institución se la niega. Aquí Dini introduce a un nuevo Ventrílocuo debido a la muerte del primero pocos meses antes en Detective Comics #818 a manos de un matón del Gran Tiburón Blanco… o mejor dicho, nueva. Peyton Riley es la nueva Ventrílocua en una versión más letal de este villano al ser más compatible con el muñeco Scarface que Wesker. Harley acaba derrotándola ya que le debe a Wesker el intentar animarla los primeros meses de su encarcelamiento en Arkham y en base a ello Wayne acaba aceptando su condicional. Esto sentaría las bases para la futura Sirenas de Gotham, colección también escrita por Dini, donde sería una de las protagonistas, conviviendo con otras dos antiguas villanas en aquel momento, Catwoman y su vieja amante y amiga, Pamela Isley alias Hiedra Venenosa.
El gran villano de esta etapa de Dini en Batman es, sin duda, Tommy Elliot alias Silencio. El antagonista de la saga del mismo nombre escrita por Jeph Loeb y Jim Lee no es que fuera caracterizado como un personaje de gran profundidad más allá de sus motivos para ir a por Batman. En el arco argumental que abarca los números 846 a 850 de Detective Comics conocido como “El Corazón de Silencio”, el escritor utiliza los conocimientos de Elliot como cirujano para utilizarlos como su principal rasgo como villano. En su plan más diabólico hasta la fecha, Silencio ordena que se haga cirugía a su propio rostro para tenerlo como el de Bruce Wayne y aprovecha esa coyuntura para engañar a Selina Kyle, darle una paliza, arrancarle el corazón y mantenerla con vida en éxtasis gracias a Mr. Frío como su mayor artimaña para vengarse de Bruce Wayne por darle la espalda. Finalmente, después de reducir a Batman solo le quedaría desfigurar al héroe y matarlo así como a su su hijo Damian, Dick Grayson, Tim Drake y Alfred Pennyworth para finalmente llevarse el dinero de los Wayne consigo. Al final Batman lograría vencerlo en una historia que consolidaba la relación entre Bruce y Selina (sí, mucho antes que Tom King), esta se salvaría pero con limitaciones físicas por el trauma y, en definitiva, es una historia donde brilla con luz propia el apartado artístico del entonces dibujante titular de la colección, Dustin Nguyen, cuyo buen hacer también se denota en la continuación de esta etapa en la colección Calles de Gotham (de nuevo junto a Dini), en Descender junto a Jeff Lemire para Image y sobretodo en la serie de creación propia Batman: Pequeña Gotham, altamente recomendable.
Cuando en el año 1993 Paul Dini estaba dando los últimos retoques a la primera película animada de Batman: The Animated Series, La Máscara del Fantasma, iba andando por Los Ángeles, California, la ciudad en la que reside. De repente dos hombres lo emboscan y le propinan una brutal paliza, fracturándole el arco cigomático de su cráneo y causándole serias lesiones en la cara y un fuerte estrés post-traumático, en el que casi le hace perder su pasión por escribir guiones y por Batman y su mundo.
20 años después, Dini abordaría este suceso de forma casi terapéutica en una obra autobiográfica llamada “Batman: Una Noche Oscura” (Dark Knight: A True Story of Batman), donde el autor refleja varios problemas de autoestima por el trauma y que son personificados en las figuras de Batman, el Joker, Hiedra Venenosa… como entes de su conciencia. Así, Batman le anima a perder peso y seguir adelante, mientras que el Joker le anima a seguir viendo películas en el sofá y no salir de casa para que nadie le haga daño. A los lápices esta Eduardo Risso (100 Balas), que procura mostrar de forma realista lo vivido por el escritor en su vivencia. Porque a veces los superhéroes pueden salvar vidas también en la realidad.
Después de “Batman R.I.P.” y la historia “¿Que fue del Cruzado Enmascarado” de Neil Gaiman y Andy Kubert, Morrison le deja Batman a Tony Daniel como autor completo y Dini da paso a Greg Rucka y J.H. Williams III que en Detective Comics contarán las aventuras de Kate Kane, Batwoman. Ambos pasarían a nuevas colecciones regulares expresamente para ellos aprovechando el nuevo leit motiv de la franquicia Batman con Dick Grayson llevando el manto del Hombre Murciélago debido a la desaparición de Bruce Wayne: Morrison escribiría Batman y Robin y Dini a dos colecciones que he mencionado con anterioridad, Calles de Gotham, protagonizada por Grayson y Damian Wayne donde continúa la trama de Silencio así como la aparición de un nuevo Máscara Negra y una mayor importancia para Garfield Lynns, Luciérnaga, como villano; y por otro lado estaría Sirenas de Gotham junto al dibujante patrio Guillem March, donde Harley Quinn, Catwoman y Hiedra Venenosa convivieron juntas viviendo aventuras. Estos 31 números del Detective Comics del guionista harían brillar más a todo el entorno de Batman más que al héroe en si mismo, con varios villanos evolucionando así como a consolidar a personajes como Catwoman. Un trabajo que, con los Nuevos 52 sería anulado en su mayor parte (Quinn se uniría al Escuadrón Suicida, Wesker nunca habría muerto en los Nuevos 52, la vuelta a las andadas del Acertijo…) pero que muestran varios de los mejores cómics de Batman de aquellos años. Una lectura que merece mucho la pena, no solo si se es fan de Batman, sino de los buenos cómics en general. Hay que agradecer a Paul Dini todo lo que ha hecho por el Caballero Oscuro, porque sin duda, ha sido uno de los escritores más importantes del mismo, no solo en los últimos 30 años, sino en toda su historia.
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