Javier Vázquez Delgado recomienda: Caos de Aureleón
Edición original:Isla de Nabumbu
Guión:Auraleón
Dibujo:Auraleón
Color:Auraleón
Formato:Cartoné, 96 Páginas
Precio:25€
…a una nueva vida que quizás sería diferente.
Auraleón fue un autor de enorme talento gráfico que trabajó en las mejores de revistas de su época, pero que no tuvo la suerte de ver su obra recopilada en álbum. Ahora, gracias al empeño de Javier Alcázar, que ha creado la editorial Isla de Nabumbu para recuperar su obra, podemos disfrutar desde finales del año pasado de Caos. Es una recopilación de sus trabajos publicados en la revista 1984. Los únicos en los que ejerció de autor completo, encargándose de guion y dibujo.
Rafael Aura León, conocido en el mundo del cómic como Auraleón, fue un historietista nacido en Barcelona en 1936 y fallecido en 1993. Comenzó en el mundo del cómic en 1959 cuando entró a formar parte de la agencia Selecciones Ilustradas, donde desarrollo toda su carrera. Como muchos de sus compañeros durante sus primeros años dibujo sobre todo para el mercado británico. En 1971 comenzó a trabajar para Warren donde permitió hasta el cierre de la compañía. Su trabajo se pudo ver en los distintos magazines de la compañía como Creepy, Eerie y Vampirella. También trabajo directamente para el mercado nacional como en las historias que componen este tomo. En 1984, tras el cierre de Warren y su salida de la agencia de Toutain se desvinculo del mundo del cómic.
Caos es la recopilación de las quince historias cortas de entre dos y seis páginas de ciencia-ficción que Auraleón realizó para la revista 1984 entre marzo de 1982 y diciembre de 1983. A diferencia del trabajo de otros autores estas historias no formaban parte de una serie ya que eran independientes, a diferencia de Historias de la Taberna Galáctica de Beà o Historias Negras de Font. Sin embargo, todas ellas tienen en común sus escenarios de ciencia-ficción distópica, el humor, los títulos formados por una única palabra y los finales impactantes propios de las historias cortas de las revistas. Como es habitual en las recopilaciones las historias tienen una calidad dispar, aunque la media es alta.
Pelón es una historia de búsqueda con un humor surrealista y con un giro final bastante manido y previsible, como todas las historias del álbum en las que prima el humor es de las que peor ha envejecido ya que casi siempre resulta muy forzado. Reo y Embudo son historias de terror que recuerdan a los trabajos que hacía para las cabeceras de la Warren y con unos finales sorprendentes sobre todo la primera que es uno de los mejores guiones del álbum. Caos la historia que da título al recopilatorio y posiblemente la mejor idea, una visión de un futuro distópico que cada día se antoja más plausible. ¿Qué? juega con los tópicos de primeros contactos y el origen de la civilización tan de moda en aquella época. ¡Huye! es una historia con reminiscencias de Dick, que por suerte no tiene apenas humor. Idilio es una historia donde primar sobre todo el apartado gráfico y de diseño de los personajes. Él explora como cambia la percepción hacia una persona en función de las creencias de quién mira. Alicia es una buena historia lastrada por el giro final que banaliza el mensaje que intentaba transmitir. Padre seguramente cuente con el final más sorprendente además de un apartado gráfico notable, pero los diálogos absurdos enturbian un poco el resultado. Etapa es otra historia de personajes desubicados, con alguna página repleta de talento, pero de desarrollo algo previsible. Punto una de las mejores historias que contiene la recopilación tanto en el apartado literario como en el artístico, en el que se puede comprobar la enorme influencia de Toppi y Battaglia. Tornillos es un despliegue del talento de Auraleón como creador de personajes, en una historia que recuerda a las de Beà. Luces es otra gran historia en todos los aspectos. Acaba la recopilación ¡Victoria! un buen colofón para el álbum ya que vemos alguna de las mejores virtudes del autor.
En la mayoría de las historias vemos a personajes desubicados incapaces de controlar su destino y presos de los acontecimientos, muy alejados de los prototipos de héroes. Son historias con un sentido del humor surrealista e incluso vulgar, en las que siempre flota un aire de pesimismo y tristeza. Un reflejo de la trayectoria vital del autor catalán. Los relatos, en general, están plagadas de buenas ideas, pero muchas veces solo bosquejadas, algo habitual en las historias corta de la época. En algunas incluso se puede observar una cierta crítica a la actualidad de su creación. Con más tiempo y desarrollo alguna de ellas hubiera dado para más bastantes más páginas o incluso para una serie, pero la obligación de acabar con un giro final cercenaba las posibilidades de hacerlo. Recuerdan mucho a los trabajos de Beà de la época, pero sin su genialidad tanto imaginativa como gráfica. Pero son unas historias de una calidad más que notable sobre todo en el apartado artístico, pero en las que se veía una notable progresión en los guiones.
Como todos los dibujantes de S.I, Auraleón viene de una formación clásica influida por los grandes maestros de las tiras, pero durante sus años de colaboración con la Warren fue adquiriendo un estilo propio, aunque permeable a los dibujantes de su época. En las historias contenidas en este volumen hace un trabajo maravilloso en el que podemos encontrar influencias de autores como de ciencia-ficción como Beà, Maroto, Moebius o Bilal y de otros que no trabajaron en ese género como Toppi, Breccia o Battaglia. Unas influencias que se mezclan de manera natural sin que resulten artificiales, consiguiendo un estilo personal. Durante su carrera apenas publicó obras en color, dando como resultado una enorme maestría en el uso del blanco y negro con un dominio del uso de la luz, además de una enorme cantidad de técnicas para conseguir los mejores resultados gráficos. En esta obra destaca su capacidad para imaginar distintos mundos para cada una de las historias, pero todos forman parte de un todo coherente y con una imaginería común. Como resultado nos vemos transportados brevemente a cada uno de esos lugares, gracias a los lápices y tintas de Auraleón. Una enorme pena que nos dejara tan pronto ya que se encontraba en plena evolución gráfica y nos podría haber regalado alguna obra realmente memorable.
La edición es impecable, con una fantástica portada inédita, gran tamaño, buen papel y una reproducción que permite disfrutar del enorme trabajo que hacia Auraleón. Hay que destacar el trabajo de restauración digital de Antonio Moreno que es prodigioso, más sí tenemos en cuenta que no contaba con los originales. El artículo de Javier Alcázar sobre la figura de Auraleón es magnífico. Ojalá todas las recuperaciones de clásicos se hicieran con el mimo y el respeto de esta o de las de Trilita con la obra de Beà.
Caos es una excelente manera de redescubrir a Auraleón, un autor demasiado tiempo olvidado. Historias cortas de ciencia-ficción con todos los vicios y virtudes de la época, pero con un apartado gráfico notable que nos retrotraen a los tiempos de las revistas. Si todo va bien y las ventas acompañan parece que lo siguiente que veremos de Auraleón será Viaje al infierno que se publicó en Creepy con guiones de Carlos Echevarría.
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