Javier Vázquez Delgado recomienda: Conan el Bárbaro: Bienvenido a Marvel

 

Edición original:What If? 13 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Roy Thomas.
Dibujo:John Buscema.
Formato:Grapa, 48 páginas.
Precio:4,00 €.

 

Por si todavía hay alguien que no se ha enterado, Conan el Bárbaro ha vuelto a casa, ha vuelto a Marvel Comics. Así se anunció por todo lo alto en la editorial en el pasado 2018, noticia de la que esta casa se hizo eco aquí. Igualmente, se ha festejado esta recuperación de derechos en esta entrada recopilatoria sobre las andanzas del personaje suscrita por un servidor, y este podcast en el que también he tenido el honor de participar.
Pues bien, Panini Cómics, editorial licenciataria de Marvel en España, labor que lleva ya más de una década desempeñando con muy buenos resultados y con mucho cariño, además de comenzar a recopilar todo el material clásico de las aventuras de Conan el Bárbaro en sus primeros cómics marvelitas (con una edición inmejorable), guionizados por Roy Thomas y dibujados por Barry Windsor-Smith primero y John Buscema después, a quienes siguieron muchos otros, ha comenzado a publicar las nuevas series en grapa del personaje.
Pero no contenta con eso, la editorial, ha decidido motu proprio recuperar una aventura de Conan el Bárbaro muy recordada por el fandom, aquella en la que el famoso cimmerio visitaba el Universo Marvel por primera vez.
Esta grapa, tiene su origen en el año 1979, en el que Roy Thomas nos contó esta atípica historia que trataba de unir dos mundos tan distantes como el de Conan y el del Universo Marvel convencional con el dibujo de un John Buscema en estado de gracia.

Hoy en día, nos sorprende mucho (hasta el punto de en algunas ocasiones enfurecer a algunos fans) que Conan aparezca en cómics marvel como Savage Avengers o en la serie Avengers: No Road Home, pero esta grapa reeditada con mimo y mucho cariño por parte de Panini Cómics es fiel testigo de que en los años setenta, a las puertas de la nueva década, cuando no existían redes sociales ni todo este mass media en el que vivimos ahora, las editoriales trataban de sacar el máximo provecho a sus licencias, razón por la que Conan visitó el Universo Marvel y por la que algunos de los aspectos de la era Hyboria eran reciclados para historias del Doctor Extraño.
En este caso, y como no podía ser de otra manera, la triple voltereta mortal por la que Conan viaja a la tierra del presente (la de 1979) se debe a un What If, esto es, a una aventura fuera de continuidad tradicional perteneciente a una mítica cabecera marvelita que permite dar salida a todo tipo de ideas, por alocadas que estas resulten sin que por ello se vea afectada o amenazada en absoluto ni la colección cabecera del personaje en cuestión, ni la sacrosanta continuidad de la Casa de las Ideas.
De este modo, Roy Thomas a través de Uatu, el Vigilante, nos deja claro nada más empezar que de esta aventura no guardaran recuerdo alguno ni los habitantes de la Tierra ni el propio Conan, ni con quien él interactúe, dejándonos claro también que esta aventura transcurre en uno de los muchos universos alternativos que plagan el vasto Universo Marvel, en concreto en el numerado como 79213 y que nació y murió con el único objetivo de contarnos esta historia.

En este caso, serán las maquinaciones de Alhambra de Akbitania y del hechicero para el que ésta trabaja, llamado Shamash-Shum-Unk, los responsables, mediante un complicado hechizo, de lanzar a Conan a través del tiempo al año 1979 del Universo Marvel en una tierra idéntica a la 616, en la que el Bárbaro aterrizará completamente desorientado, tratando de lidiar con la extrañeza de los ciudadanos que lo ven, con los policías que no lo comprender y con los extraños comportamientos de los transeúntes como buenamente pueda, existiendo además una importante barrera idiomática que le impide comunicarse y hacerse entender.
Será la intervención de una joven y atractiva taxista de nombre Danette, Dan para los amigos, la que salve a Conan de ser apresado por la policía y la que lo permita desenvolverse dentro de este extraño mundo al que ha sido traído en contra de su voluntad.
La realidad es que, sabemos que Conan está en el Universo Marvel, o en una de las múltiples versiones espejo de la Tierra 616 porque por allí aparece un Peter Parker vestido de civil que decide no intervenir en el conflicto en el que Conan se ve envuelto, acompañado de Mary Jane Watson. Por lo demás, la aventura perfectamente podría haberse desarrollado en una Nueva York desprovista de superhéroes y que nada tuviera que ver con Marvel.

El dibujo de John Buscema no es el mejor al que nos tuvo acostumbrados pero está dentro de los cánones de tan habilidoso dibujante, transmitiendo movimiento en las escenas de acción y un enorme dramatismo a los rostros en cada viñeta, en cada página, en una época en la que las herramientas a disposición de los artistas eran mucho menores que ahora, por lo que la obtención de buenos resultados siempre debe de celebrarse.

La realidad es que el guión no es gran cosa, ni la historia en sí, no estamos ni de lejos ante una de las aventuras más destacables de Conan en el noveno arte, pero sí ante una historia simpática hecha por fans y para fans, y que Panini ha recuperado como un gesto más de bienvenida al Bárbaro que ha vuelto a una Marvel que ha vuelto a adquirir sus derechos, dando excusa a la editorial para recuperar prácticamente cualquier material marvelita sobre el personaje, por bizarro que éste sea.
El bajo precio de esta grapa, y el hecho de que efectivamente, se edite en este formato, es una concesión a la nostalgia en sí misma (pues Panini podría haber incluido este número dentro de un tomo recopilatorio y no lo ha hecho) y hace que esta grapa sea más apta para fans acérrimos y para completistas que para el lector medio que no sepa por dónde comenzar a hincar el diete al bárbaro.
Sin embargo, sea como fuere, tenemos Conan para rato, en multitud de formatos, y en todo tipo de historias posibles, siendo encomiable la labor que Panini ha comenzado a mostrarnos en menos de dos meses y que ya empieza a hacernos la boca agua.

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