Javier Vázquez Delgado recomienda: Insexts #1, de Margerite Bennett y Ariela Kristantina

 

Edición original: Insexts 1-7.
Edición nacional/ España: Planeta Cómic.
Guión: Margerite Bennett.
Dibujo: Ariela Kristantina.
Formato: Tomo, 168 páginas.
Precio: 14,95 €.

 

Un mes después de que Planeta estrenase Aftershock con Animosity llega otra obra de Marguerite Bennett para la editorial, la primera serie que escribió para ellos, Insext, una propuesta muy diferente en diversos sentidos, aunque con algunos puntos en común. Se trata de una serie mucho más directa, agresiva, sexual y terrorífica que Animosity, que no está exenta de muchos de esos elementos pero siempre tiene una base más reflexiva, indirecta, aquí no hay de eso, es más la autora no tiene ningún problema en tildar a esta serie de “Body horror” en una interesante introducción publicada en este mismo tomo donde hace referencia a cómo el cuerpo nos traiciona y se convierte en cosas inesperadas que acaban siendo juzgadas por la sociedad, un papel en el que la mujer se ha llevado la peor parte durante toda la historia de la humanidad. El cambio y los juicios a priori de ello será un tema recurrente con un claro símil al convertir a las protagonistas en una especie de híbrido humano/bicho que recuerda mucho a la famosa película “La mosca” a pesar de que se mueven en direcciones opuestas. Como decía, se trata de una obra muy directa y, en este caso, es una de sus grandes cualidades.

Insexts comienza a finales del 2015 y dura trece números, los cuales ya han sido publicados en Estados Unidos, así como los dos tomos recopilatorios e incluso un tomo integral, siguiendo la línea de la editorial de contar historias relativamente cortas. Para esta obra Marguerite Bennett, autora de la citada Animosity y de obras como Batwoman o Bombshells para DC, se junta con Ariela Kristantina, dibujante menos conocida pero que llegó a hacer algunos números de la serie Lobeznos para Marvel. Ambas son buenas narradoras, el estilo de Kristantina no es muy convencional, pero se le da bien hacer formas algo mostruosas y consigue una estética de finales del XIX muy convincente que pega bien con las ideas de Bennett, la cual además mete bastante más diálogo que en sus otras obras, quizás porque es una serie que necesita más explicaciones al generar una cantidad considerable de misterios. El color es bastante importante y se demuestra al bajar de nivel en los dos últimos números donde Jessica Kholine sustituye a Bryan Valenza que había hecho un trabajo espectacular al recrear las atmósferas tanto de la nobleza como de los suburbios.

La acción nos sitúa en la Inglaterra del siglo XIX, una mujer de la alta burguesía extranjera se casa con un noble, cuya familia tiene muchas deudas, que tiene por costumbre violar a las criadas, entre ellas está la amante de su mujer. Entre ambas planean asesinar al marido en cuestión con artes mágicas que conllevan una transformación de sus cuerpos, pero que también les dará un hijo gestado por él en breves segundos y que obtiene como resultado que el cuerpo del marido explote. El primer número es puro terror, con escenas de sexo bastante explícito y algo de gore, pero también nos ofrece una reflexión sobre la moralidad, la frágil posición de las clases sociales más bajas y, en especial, el tratamiento de la mujer como una cosa, en palabras de Kant, como un medio para un fin.

Sin embargo, al avanzar la serie da un vuelco dejando de lado el terror puro del primer número en el que parecía que la historia iría hacia los asesinatos puntuales, ahora se introduce un cierto sentido de justicia bajo el que las dos mujeres se unen para acabar con asesinos, secuestradores o violadores de mujeres y niños. Cada una de ellas tiene un papel, mientras la sirvienta tiene poderes de rastreo, la nueva noble transforma su cuerpo en un bicho de gran fuerza que asusta o ejecuta dependiendo del momento. Las ideas antes mencionadas de cambio corporal, cosificación y diferencia de clases siguen presentes de la misma forma directa que antes, pero se da un enfoque de heroicidad que transforma bastante la percepción del cómic.

El asesinato del marido pasa a un segundo plano pero toman protagonismo otros personajes, su familia, preocupada por la herencia, aparece en escena, aquí las autoras desarrollan a un personaje femenino, una condesa extremadamente misógina, y a un doctor, que sufre el mismo prejuicio calificando problemas médicos reales como “histeria” e incitando a las mujeres a que busquen un marido para que se solucionen sus problemas de salud. Pero no todo es malo, las clases más bajas agradecen a su señora los cuidados que les profiere, sea por servidumbre o por admiración, la relación de los empleados de su casa con la señora, sin absurdas preocupaciones por sus géneros ni sus sexualidades, conlleva que ellos se preocupan por ella y la ayudan. También es importante la figura de otro doctor, William, que las ayuda siempre que puede asegurando que la obra canta en favor de la igualdad y no solo se queja de una realidad pasada pero muy presente. La postura de William recuerda mucho al filósofo Comte y su ideal del feminismo ligado al positivismo, de hecho las posturas que aquí se describen tienen un aire a las discusiones de Mary Wollstonecraft con Rousseau al cual también el propio Comte se oponía en diversos aspectos.

Si a todos estos personajes le sumamos una especie de hombre lobo, que pertenece a una antigua sociedad de cazadores de monstruos, y a un monstruo de verdad, es decir, una arpía asesina, de repente la serie se aleja de ese body horror para ir en dirección a Buffy Cazavampiros y su Scooby gang. Esto se puede tomar como referencia y como una vuelta de tuerca muy interesante que se expande hasta el final, con ese nuevo cambio que tendremos que ver en el nuevo tomo, pero no parece que ese sea del todo el tono escogido para finalizar la aventura. A esto se debe añadir la gran importancia del sexo y la sexualidad en el desarrollo de la obra, bastante explícito pero alejado de las típicas escenas metidas con calzador.

El final nos deja expectantes, en el plan editorial anunciado no viene la fecha del segundo, y último, tomo pero seguro que no tardará mucho en llegar, sobretodo viendo lo rápido que se agotó en algunas librerías, personalmente me costó encontrarlo a tan solo dos días de su salida a la venta. Lo que certifica este primer volumen de Insexts es que desde Planeta Cómic han sabido escoger muy bien las obras con las que empezar a publicar Aftershock.



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