Javier Vázquez Delgado recomienda: Entrevista a Matteo Scalera

Primer día casi a primera hora. Nerviosos todos, porque todos nos jugamos bastante. Es el primer evento de la nueva organización, nosotros nos sorprendemos con el cambio por el que ha pasado la zona de prensa y estamos ansiosos por saludar a Matteo Scalera, el dibujante que tanto nos ha hecho disfrutar con su trabajo en Ciencia Oscura. Viejas caras de compañeros e, incluso amigos, saludos efusivos y paseos por el recinto.

En cuanto llega el momento, tras un tiempo de espera. Parece que el dibujante está algo solicitado. Saludamos a la amabilísima traductora y al no menos considerado Matteo Scalera. Está acompañado de su pareja y no tardas en integrarte. La entrevista es breve, más de lo que nos gustaría, pero sí que nos deja muchas cosas interesantes.

Gracias a Norma Editorial, a la organización y al propia Scalera por darnos la oportunidad de conocer un poco más su trabajo.

¿Cuál fue tu primer contacto con el mundo del cómic?

Scalera: El primer contacto, en realidad, ha sido con Image en 2006/2007. Yo comencé un blog de cómics en Italia y llegó hasta a un escritor americano Robert Shum. Vio mi trabajo online y le gustó mi trabajo y me propuso hacer una serie con él en Image. Y ese fue mi primer paso. Hyperkinetic. Siempre he hecho fantasía científica con mucha acción y algo de humor.

Sí, es muy interesante cómo han cambiado los modos de entrar. Pero yo me refería más a cuál es tu acercamiento como lector.

Scalera: Ah, como lector. Bueno, pues, lo cierto es que he tenido muchas influencias. Después, creo que el resultado ha sido una ventaja como diseñador, a nivel estilístico. Yo he crecido recibiendo leyendo diversas cosas, teniendo múltiples estímulos. Por un lado, Dylan Dog, obviamente. Aunque fue un poco tabú. Tuve problemas con mi padre, porque había mucho sexo y sangre. No estaba particularmente contento con ello (¿). Mientras tanto, comencé a leer las primeras publicaciones americanas. Hablamos de los años noventa. Cómics de superhéroes como el Spiderman de Todd McFarlane. Y, por otra parte, muchísimo manga. A ver… ¿Cuáles eran los mangas principales de esa época? Déjame pensar. Sí, leí mucho los Caballero del Zodiaco. Principalmente he crecido con estos cómics. Aunque he bebido de otros lenguajes en mi trabajo.

¿Qué ves que sea aplicable del manga y del cómic europeo dentro del mercado americano?

Scalera: Respecto a los fumetti italianos, uso las técnicas tradicionales de ilustración. El uso de un negro macizo, la importancia del entintado, cosa que es compartida entre la escuela argentina e italiana de los años setenta. A nivel estético, eso. Del manga, diría que uso mucho sus líneas cinéticas, por la generación de la soy. Se emplea mucho. Y, en general, si hablamos de storytelling, la forma de administrar los momentos importantes, los momentos destacados, la intensidad de esos momentos dentro de la historia. Desde mi punto de vista, son muy distintos. Respecto al ritmo, es muy importante parar el tiempo para poder retomarlo en el momento justo en el ritmo narrativo, sobre todo en la parte intensa del relato. En el manga son brillante manejando esto.

También has trabajado en Marvel, donde has manejado personajes icónicos. ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?

Scalera: Ha sido una experiencia, en general… Bueno, yo prefiero manejar mis propios personajes, porque me da satisfacción. La diferencia principal es que cuando haces tú tu propia serie, conoces todo el recorrido del personaje. Sabes cuándo empezar y cuándo terminar la historia, con todas las peripecias. Cuando trabajas con Marvel, sabes que este personaje continuará más adelante. Aunque muera, lo reciclarán. Es una relación distinta respecto a los personajes de otros cómics. No es lo natural. Hay más distancia.

Pero aun así fue una experiencia placentera. Trabajé por primera vez con Rick, que se ha convertido en mi amigo. Hemos hecho Ciencia Oscura. Además, he podido trabajar con escritores como Mark Waid, cuando estaba en su Hulk. Me acordé cuando era pequeño, compré su Kingdom Come, que era uno de mis cómics favoritos. Todavía tengo la versión deluxe en casa. Trabajar con alguien con quien leías de pequeño, es algo fantástico.

Has hablado de Rick. Coincidisteis en Secret Avengers. ¿Qué hizo este proyecto que conectaseis tanto como para continuar trabajando juntos?

Scalera: Todo vino de él. Según tengo entendido, le gustaba mucho mi trabajo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que conoce muy bien como trabaja un dibujante. Hay que tener en cuenta que trabajó como diseñador en un estudio de animación. Y él siempre ha sentido pasión por el diseño cinético, de las reglas del movimiento y la acción. Lo que sucedió es que llevaba mucho, mucho tiempo trabajando en Marvel, en Uncanny X-Force. Es una serie que habla por sí sola. Es una confirmación de su talento. Aunque yo no sentía mucho interés, me contrataron para hacer una página. Así que hice algunas ilustraciones para esa serie y también le gustó bastante. Cuando en Secret Avengers se quedaron sin dibujantes, Rick pidió a Marvel que me contrataran para trabajar ahí.

Pasemos a Ciencia Oscura. ¿Cómo nació este proyecto?

Scalera: La verdad es que en un principio yo no iba a ser el dibujante de esta serie. Iba a ser otro dibujante, uno español. No recuerdo quién. Creo que era Pasqual Ferry. Es fuerte, ¿eh? Pero no recuerdo que fuera él exactamente. Yo iba a ser el dibujante de la segunda temporada de Fear Agent, que es otra serie de Rick que ya había terminado.

La verdad es que con el otro dibujante no se entendió bien, con conectaron a la hora de trabajar. Quería hacer otra cosa y hubo muchas discusiones y se quedaban sin tiempo, porque el dibujante tenía otros compromisos. En cuanto me pasaron el relevo a mí, la serie ya estaba empezada hasta el volumen cuatro. Todo estaba bastante decidido, pero a partir de ahí, yo ya comencé a poder aportar más a la historia.

¿Qué te atrajo de este proyecto, aparte de la posibilidad de trabajar con Rick?

Scalera: La posibilidad de jugar con la estructura de la historia. Es una que habla de historias de viajes interdimensionales. Hasta un determinado número, la historia es más inamovible, pero en cuanto da el salto entre dimensiones, no hay reglas. Esto te permite cambiar continuamente. Es muy difícil este exceso, en el que prácticamente tienes que crear todo un universo de un número a otro. Pero, por otro lado, es completamente imposible que te aburras. Eso es algo a lo que el dibujante tiene que enfrentarse: el terminar haciendo lo mismo siempre de la misma forma. Eso hace que pierdas un poco el impulso, cuando se trata de crear. Aquí sin embargo, cambia el mundo, y cambian los personajes con el tiempo. El arco de esta historia es muy amplio, y de una historia a otra puede haber un salto de tres años para los personajes. Cambian el look, a otro le sale la barba. Puede parecer una cosa muy estúpida, pero, en realidad, ayuda mucho. Todos estos cambios, hace que siempre innoves y te interese lo que estás haciendo.

La serie se va a acabar. ¿Cómo lo afrontas? ¿Qué balance haces tras años de trabajo?

Scalera: Bueno. Es complicado. Por un lado, pues, obviamente, estoy triste porque han sido muchos años y cuando trabajas tiendes a pensar que va a ser así mucho tiempo. Pero, por otro, pienso en que he estado siete años, que he dibujado miles de páginas y que al verlo acabado, pues sientes algo de orgullo. En España, no sé si sucederá, pero en Estados Unidos se va a publicar un cofre recopilatorio muy grande, con todos los volúmenes. Piensas que se ha acabado al fin y que ya está acabado. Serán nueve volúmenes. Es completado y es muy bonito verlo acabado.

¡Muchas gracias!

¡A vosotros!



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