Javier Vázquez Delgado recomienda: Hawkman #01 – Despertar

 

Edición original: Hawkman núms. 1-7 USA.
Edición nacional/ España:.
Guión: Robert Venditti.
Dibujo: Bryan Hitch.
Entintado: Kevin Nowlan, Andy Owens, Andrew Currie, Daniel Henriques.
Color: Alex Sinclair, Jeremiah Skipper.
Formato: Rústica, 176 págs. A color..
Precio: 15,95 euros.

 

En toda editorial dedicada al mundo de los superheroes con varias décadas de historias a las espaldas acaba, de forma inexorable, con algún personaje engullido por su continuidad y los sucesivos intentos por corregir las inevitables incoherencias que se van acumulando con el paso de los años. En DC hay dos casos especialmente significativos, el primero es el de Donna Troy y el segundo, el que nos ocupa, Hawkman, cuya continuidad es todo un quebradero de cabeza para todo equipo artístico que se vea frente al reto de escribir las aventuras en solitario del personaje.

Durante los infames Nuevos 52 Hawkman disfrutó, si es que se puede usar esta palabra, de serie en solitario con un equipo creativo compuesto por Tony S. Daniel y Philip Tan, bajo el título The Savage Hawkman. Que decir que la serie no disfrutó de ningún éxito entre los lectores que se enfrentaban a una de las colecciones más confusas del Nuevo Universo DC. La editorial viendo que no había mucho futuro decidió dar un cambio de rumbo a la serie cambiando al equipo creativo y que mejor que traer a Rob Liefeld (léase con mucha ironía) para levantar algo que ya estaba muerto. El trabajo de Liefeld al frente de Hawkman hizo bueno el de Daniel y Tan, hasta el punto de convertirse en un muerto viviente que insultaba al personaje y a todos sus aficionados a cada página. Afortunadamente todo aquello acabó y tras Renacimiento y concretamente el evento de Metal urdido por Synder y Capullo, Hawkman regresa por todo lo grande de la mano de Robert Venditti y Bryan Hitch (que ya se hizo cargo del especial de Hawkman dedicado al personaje escrito por Jeff Lemire durante Metal)

La reencarnación vuelve a ser el concepto sobre el que pivota esta nueva serie en la que el guionista de Green Lantern se centra para extender el concepto como tal. Ahora ya no se trata de reencarnar cada vez que muera Hawkman, se trata de reencarnar a través del tiempo y el espacio, buscando unificar a todas esas versiones del personaje que han circulado por el Universo DC, desde que este fuera creado en 1940.

De esta forma, hábil y extremadamente sencilla de comprender, Carter Hall, comienza a rescatar recuerdos de sus otras vidas en un viaje iniciático con el que pretende poder poner orden en una vida fracturada y dispersa. El recurso esta magníficamente usado, de tal forma que al tiempo que el protagonista gana en conocimiento sobre si mismo, lo hace también el lector, permitiendo que sea una serie muy accesible tanto para los lectores veteranos como los nuevos.

Venditti no despoja a Hawkman de su pasado, sino que lo integra de forma progresiva y mantiene muy activos todos los matices que caracterizan a Carter Hall. ¿Dónde difiere la propuesta de Venditti? Pues en la parte más guerrera del personaje, humanizándolo de forma muy clara (como ya hiciera Johns durante su etapa), en su relación con su entorno. ¿Hace eso que Hawkman pierda potencial a la hora de enfrentarse a sus adversarios? Ni lo más mínimo. El Hawkman de Venditti es un guerrero descomunal, una máquina incansable capaz de llegar más lejos que nadie si las circunstancias le obligan. Seguimos teniendo al Hawkman guerrero, pero apaciguado, sereno, reflexivo, capaz de detenerse un momento y ver que alternativas puede tomar a la hora de dar su siguiente paso.

Otro rasgo que distingue a este primer tomo es que Venditti ha prescindido por completo de villanos al uso y la trama discurre por otros derroteros, mucho más eficaces y que harán las delicias de los lectores más curtidos en la historia de Hawkman.

Una serie dedicada a Hawkman necesita del apoyo de un buen dibujante. Un dibujante que sea capaz de explotar al máximo todo el potencial visual que desprende el protagonista con su uniforme de combate, sus alas, sus espectaculares vuelos, sus batallas… sin esto queda cojo y su aspecto global muestra inmadurez. Sin embargo, hay otro punto fundamental para que Hawkman funcione y es que su dibujante sea capaz de plasmar la fiereza que transmite su máscara de halcón sin que por ello se vea ridícula. Y en todos estos aspectos, Bryan Hitch, triunfa y se erige como uno de los mejores dibujantes para Hawkman de los últimos años.

Hitch, al que se le ha visto en horas bajas durante su trabajo en la Liga de la Justicia, aquí se desquita y se deja llevar por la espectacularidad de lo que Venditti va construyendo. No hay plano que no resulte interesante e impresionante. Hitch está disfrutando de este trabajo y se nota en cada viñeta. Todos los aficionados a este dibujante están de enhorabuena ya que su trabajo añade un motivo más a la compra de esta serie.

Un tomo imprescindible para todos aquellos que deseen conocer al personaje, excelentemente bien dibujado, con potencial para llegar a poner orden en la maltrecha continuidad del personaje y cuya única pega es que Hitch dejará la serie tras el número 12. Mientras tanto, solo hay que disfrutar al máximo de lo que nos están contando, pues es pura aventura, mezcla con ciencia ficción y fantasía. Un coctel así pocas veces puede fallar. ¿Veremos a Hawkgirl en algún momento?



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