Javier Vázquez Delgado recomienda: La Patrulla Condenada Nº 2: Nada

 
patrulla_condenada_nada

Edición original: Doom Patrol Nº 7-12 USA (Young Animal / DC Comics, 2017).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones (2019).
Guión: Gerard Way y Jeremy Lambert.
Dibujo: Dan McDaid, Michael Allred y Nick Derington.
Entintado: Nick Derington y Tom Fowler.
Color: Tamra Bonvillain y Laura Allred.
Formato: Tomo rústica de 168 páginas.
Precio: 15,95€.

 

“Humanos… Si lo deseáis, podéis tocaros entre vosotros sin borraros de la existencia.”

Han pasado muchas cosas desde que ECC Ediciones publicó en nuestro país el primer tomo de la etapa de Gerard Way en La Patrulla Condenada. Su segunda entrega ha llegado recientemente a las librerías, en un momento realmente dulce para el mítico grupo de superhéroes de DC Comics. Por un lado, se ha confirmado que habrá nuevas aventuras del grupo este mismo año con el regreso de la línea Young Animal que después de todo no había sido cancelada, solo se estaba tomando un pequeño descanso. De esta manera, La Patrulla Condenada seguirá en manos de Gerard Way, pero le asistirá en el guion Jeremy Lambert y contará en el apartado gráfico con nombres tan interesantes como los de James Harvey, Becky Cloonan y Nick Pitarra. Por otro lado, La Patrulla Condenada también ha sido noticia este año por el estreno de su serie de televisión, una producción de DC Entertainment y Warner Bros. Television apadrinada por Geoff Johns y Greg Berlanti. La serie se estrena este 5 de junio en HBO España y ademas de ser una muestra más de la actual burbuja superheroica audiovisual, también es una sorpresa ante el inesperado salto a la pequeña pantalla de estos “inadaptables” creados en 1963 por Bob Haney, Arnold Drake y Bruno Premian.

En esto último también tiene una pequeña parte de responsabilidad el ex-solista de My Chemical Romance y guionista Gerard Way que ha vuelto al candelero por su trabajo en Young Animal y por la adaptación de Netflix de su trabajo en The Umbrella Academy, tan deudor de La Patrulla Condenada. La causalidad -porque las coincidencias no existen- ha hecho que esta serie se estrenase en Estados Unidos exactamente el mismo día que la comentada adaptación de La Patrulla Condenada. Es una manera simbólica esta de reconocer la estrecha e íntima relación entre estos dos grupos de los que algún día seguramente acabaremos viendo un crossover en viñetas. No es de extrañar que estas dos cabeceras hayan intentado ahora el asalto al gran público, la madurez audiovisual del medio implica también la búsqueda de nuevos puntos de vista, interpretaciones y formulaciones del concepto superheroico para su supervivencia. Esto es algo que ya pasó en los cómics y con el cambio de medio solo se está reproduciendo el mismo patrón con la novedad por bandera.

EN CAPÍTULOS ANTERIORES

Además, si hablamos de puntos de vista está claro que La Patrulla Condenada los reúne casi todos porque siempre ha sido una cabecera poliédrica, una propuesta definida por sus mutables héroes y su casi visualización de conceptos etéreos tan grandes como la misma existencia. Esto es algo conocido por Gerard Way que a la hora de refundar a este grupo se dedicó a golpear su misma esencia, como el que juega a espolear con un palo un panal de abejas. El resultado fue un regreso a los orígenes -más concretamente a los de la etapa de Grant Morrison– en el que como lectores hemos tenido la oportunidad de experimentar un buen chute de absurdo, melancolía y psicodelia con puñetazos. El regreso de Robotman, Flex Mentallo, Crazy Jane y Hombre Negativo ha demostrado que el concepto original de La Patrulla Condenada aún puede tener mucho recorrido, siempre que sus destinos caigan en buenas manos y, sobre todo, estén al alcance de una mente valiente y algo desquiciada.

En los primeros números de la etapa de Gerard Way recopilados en el tomo titulado Ladrillo a ladrillo editado por ECC Ediciones, conocimos a Casey Brinke, un personaje de nuevo cuño que servía para conectar a viejos y nuevos lectores con el extravagante universo de La Patrulla Condenada. Este hecho nos demuestra en realidad una de las fortalezas de esta cabecera, una creación cuya idiosincrasia hace que un personaje como este de Casey Brinke y sus particularidades no supongan ninguna estridencia al ser introducido en la historia. Porque la veterana serie y sus personajes clásicos fueron ya pioneros en su día para hablar de cuestiones de sexo, género e identidad (entre otros muchos temas). Ya con una mayor confianza Gerard Way acomete en este segundo volumen la prueba de fuego, hacer suyos estos personajes, crear su propio discurso generacional e intentar darle la vuelta a todo lo que podríamos esperar de esta serie.

doom-patrol-1-image

SOBRE ABSOLUTAMENTE NADA

Porque a estas alturas sabemos que si pudiésemos anticiparnos a una historia protagonizada por La Patrulla Condenada significaría que algo no cuadra, algo estaría haciendo mal el guionista de turno. Este no debe ser nunca un cómic convencional ni una ficción superheroica del montón y en este punto Gerard Way ha logrado materializar esa sensación en una historia que además sabe hacerse eco del zeitgeist de principios de este siglo XXI. De hecho, este segundo tomo titulado Nada, enfrenta a Robotman y compañía a una amenaza que pretende convertirlos en algo normal. Todo empieza cuando un nuevo y misterioso producto comienza a captar la atención de todo el mundo, M!3RD@ es un aditivo alimentario con posicristales que promete “hacer que todo sea mejor”, pero La Patrulla Condenada pronto descubrirá que detrás de todo está una nueva encarnación de unos antiguos y “morrisionanos” enemigos suyos. El alumno sigue recondando al maestro. Inevitable.

Aunque antes de este reencuentro presenciaremos uno no menos interesante, el que viene marcado por el regreso de Niles Caulder en el capítulo titulado Hacia el escasoverso o robots con emociones y hombres lobo psíquicos. Este número destaca especialmente por el trabajo en el apartado gráfico de Mike y Laura Allred que se pasan por la cabecera para apropiarse de ella. La personalidad derrochadora de este tándem hace que la historia de Gerard Way pase a ser una mera excusa y un accesorio a la propuesta visual de este número que nos puede recordar con fuerza a trabajos anteriores de la pareja Allred para la Casa de las Ideas como el X-Statix de Peter Milligan, el Estela Plateada de Dan Slott o Fundación Futuro de Matt Fraction (hijos bastardos de la leyenda de La Patrulla Condenada). Gerard Way no se resiste y plantea un guion en el que sus compañeros se pueden lucir retratando sus habituales filias y fobias espaciales y monstruos de todo tipo y condición. ¡Faltaría más!

doom-patrol-2-image

El ya mencionado arco argumental de Nada recupera a Nick Derington a los lápices, con Tom Fowler encargándose del entintado y Tamra Bonvillain brillando en el coloreado. El equipo titular de esta cabecera que pone toda la carne en el asador para el regreso del Señor Nadie y La Hermandad de Dadá que ahora se hace llamar La Hermandad de Nada para ir en consonancia con sus intenciones: acabar con la realidad y lanzar un remake de la misma. Todos sabemos que un plan de este tipo en un cómic de La Patrulla Condenada es lo mínimo que podemos exigir así que podemos marcar la casilla de conforme en este punto. El apartado gráfico goza de una gran fluidez y atractivo plástico, siendo un aspecto que Gerard Way aprovecha en su beneficio, generando en conjunto una imagen moderna de La Patrulla Condenada, pero manteniendo las señas de identidad que hacen reconocibles a sus personajes más icónicos. Lo demás es la inyección de locura que cabría esperar.

Y AHORA LAS GUERRAS LÁCTEAS

En definitiva, el segundo volumen de La Patrulla Condenada de Gerard Way confirma las buenas impresiones que nos habían dejado en sus primeros números. La cabecera ha sabido revitalizar a este grupo y recuperar ese sentido del absurdo que ha sido protagonista de sus mejores etapas. Las ideas van y vienen, la diversión está asegurada y nuestra cara de perplejidad hará acto de presencia en más de una ocasión. En unos pocos números Gerard Way y compañía aprovechan para mover las tramas como trileros, dando espacio a antiguos conocidos y profundizando en otros como Loción el Gato y Terry None. Un cómic que es una auténtica locura pop en la que podemos encontrar criaturas dimensionales, mutaciones a golpe de claqué, sexo interespecies, superhéroes con ansias de gloria, besos que provocan embarazos metafísicos y Flex Mentallo. ¿De qué otro cómic podrías soltar spoilers tan gordos y que no te dijesen nada de su trama? ¡En uno de La Patrulla Condenada!

Este volumen cierra con un capítulo a modo de epílogo titulado Domar una Tierra: Hacía el Paisaje Demoniaco en el que colaboran al guion Gerard Way y Jeremy Lambert y se suma Dan McDaid en el apartado gráfico para encargarse del entintado. Esta historia en clave Dragones y Mazmorras nos narra las épicas aventuras de Sam, Val y Lucius en un mundo de fantasía. La historia no pasa de anécdota siendo lo menos interesante de este tomo que deja todo preparado para Las guerras lácteas, el crossover entre el universo tradicional de DC Comics y el de las publicaciones de Young Animal que servirá para que La Liga de la Justicia se encuentre en su camino con los variopintos e inadaptados miembros de La Patrulla Condenada. El resultado lo definió nuestro compañero Víctor José Rodríguez hace un tiempo como “pura metalocura”, lo que por nuestra parte solo nos anima a seguir con este lunático y entretenido viaje hacía donde sea nos lleve.

doom-patrol-3-image



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares