Javier Vázquez Delgado recomienda: Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 36. Hasta el Fin del Mundo

 

Edición original:The Amazing Spider-Man 682-687, Ends of The Earth One-Shot y Avenging Spider-Man 8 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Dan Slott, Rob Williams, Brian Clevinger y Ty Templeton.
Dibujo:Stefano Caselli, Humberto Ramos, Thony Silas y Matt Clark.
Entintado:Víctor Olázaba y Sean Parsons.
Color:Frank Martin Jr., Edgar Delgado y Will Quintana.
Formato:Tomo en tapa dura, 200 páginas.
Precio:20€.

 

El Spiderman de Dan Slott es una de esas lecturas obligadas para todo fan del personaje. Esta frase creo que está presente en todas mis reseñas sobre esta etapa, pero no por ello deja de ser cierta. Slott se aproximaba en este punto al número 700, aquel que lo cambiaría todo y que le granjearía alabanzas y críticas a partes iguales, pero todo lo que venía antes no era moco de pavo, y contribuía a construir algunos de los mejores cómics que había tenido el trepamuros en muchos años, concretamente, desde que JMS dejara la colección.
Si en el anterior tomo disfrutamos de varios números individuales o como mucho de sagas de dos números que nos ofrecían historias muy entretenidas pero en apariencia intrascendentes para que fuéramos capaces de sobrellevar la resaca tras Spider-Island, ahora ya tocaba otro arco argumental largo, el cual en esta ocasión se titulaba Hasta el Fin del Mundo, y que como su propio título indicaba llevaba la amenaza a una escala mundial.

A estas alturas de la colección, por todos era ya sabido que Otto Octavious sufría de cáncer terminal, que se estaba muriendo, y que por tanto resultaba más peligroso que nunca, al no tener nada que perder, por lo que él y los cinco villanos que junto con su abyecta persona formaban Los Seis Siniestros (Electro, Rino, Misterio, El Hombre de Arena y el Camaleón) estaban dispuestos a todo con tal de obtener riquezas en el caso de que los que vivirían para ver el nuevo día, y prestigio, fama y grandeza para aquel cuya vida llevaba un cronómetro con la cuenta atrás activada.
El plan de Octopus en esta ocasión es tan alocado como profundamente comiquero y amenazador. Con unas máquinas que orbitan la tierra el bueno de Ock ha conseguido la potestad de acelerar o desacelerar el calentamiento global, por lo que la supervivencia o extinción de la raza humana, y en síntesis, de la Tierra con su flora y fauna descansa en sus manos… y en su ego. Pronto ofrecerá una pequeña muestra de lo que ese poder supone, imponiéndose a los gobiernos mundiales y explicándoles que tiene la solución al calentamiento global, y que si la quieren es suya. Por supuesto, todo tiene un precio, y el precio de la salvación en este caso, es Spiderman, a quien los gobiernos mundiales y la población global deberá dar la espalda y entregar en bandeja de plata a un Octopus más loco y peligroso que nunca.

De esta forma, Dan Slott diseña y analiza como nadie a Octopus (y lo que nos queda todavía por ver), a quien retrata como el megalómano absoluto que más allá de riquezas, quiere y necesita más que nada en este mundo el poder que inspira el temor, el reconocimiento que se gana mediante el miedo.
Contra esta amenaza por supuesto, no solo se interpondrá Spiderman, si no que éste contará con la ayuda de sus compañeros Vengadores, destacando especialmente la intervención de La Viuda Negra que había ganado en popularidad en este momento al estrenarse la película de Los Vengadores en la que tenía un papel destacado.
Igualmente, Slott, ese fan convertido en guionista, rescata a un personaje secundario muy importante dentro de su mundo, el cual no es otro que Marta Plateada quien tendrá un destacado papel en la batalla final contra un Octopus que ha desarrollado la amenaza global más grande jamás vista y procedente de uno de sus planes.

El dibujo está principalmente llevado a cabo por las dos fieles espadas de Slott, Stefano Caselli y Humberto Ramos, quienes se alternan número a número para poder llevar a cabo esta saga, con ese estilo tan arácnido del que ambos hacen gala y al que ya nos tiene acostumbrados la colección. Y es que, siempre se habla de la grandeza de esta etapa, y de lo que Slott hizo por Spiderman, pero la realidad es que el escritor se rodeó siempre de muy buenos dibujantes, que además de aportar gran calidad a su trabajo, otorgaron estabilidad a la colección, algo que por desgracia no podemos decir de los recientes Cuatro Fantásticos también guionizados por Slott.

En este punto es necesario hacer una breve referencia al nuevo traje que ambos dibujantes diseñan para Spiderman, el cual recoge el mejor testigo noventero posible y convierte al arácnido en un caballero en brillante armadura que, a mí personalmente, no puede gustarme más.

El tomo cierra con un número que nos lleva al pasado, a una misión en la que el Doctor Extraño, Spidey y Marta Plateada colaboraron juntos por el bien de Symkaria, oponiéndose a ellos un Doctor Muerte ambicioso como nunca.
Sin duda, un tomo que como todos los que conforman esta grandísima etapa, debe formar parte de vuestra estantería.



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