Javier Vázquez Delgado recomienda: #ZNCine – Crítica de Detective Pikachu, de Rob Letterman
Dirección: Rob Letterman
Guión: Nicole Perlman, Alex Hirsch (Videojuego: Satoshi Tajiri, Ken Sugimori, Junichi Masuda)
Reparto: Ryan Reynolds, Justice Smith, Kathryn Newton, Ken Watanabe, Bill Nighy, Chris Geere, Rita Ora, Suki Waterhouse, Omar Chaparro
Música: Henry Jackman
Fotografía: John Mathieson
Duración: 104 min
Productora: Legendary Pictures / Toho / Nintendo
Nacionalidad: Estados Unidos.
La semana pasada se estrenó en nuestras salas de cine Pokémon: Detective Pikachu dirigida por Rob Letterman y con guion de Nicole Perlman (Guardianes de la Galaxia) y Alex Hirsch (Spider-Man: Un nuevo universo). Esta co-producción japonesa y americana es la vigésimo tercera película basada en la popular saga de Nintendo y la primera de acción real. Durante su primer fin de semana en cartelera, la cinta recaudó más de 170 millones de dólares convirtiéndose en una de las películas basadas en videojuegos con mejor debut en la taquilla.
Para los que hayan estados metidos en un búnker antiaéreo en las última décadas cabría comentar que Pokémon es una de las franquicias más rentables de la historia de los videojuegos. A mediados de los años noventa, Nintendo lanzó en Japón un nuevo título RPG para su consola portátil Game Boy titulado Pocket Monsters Aka and Midori. Satoshi Tajiri y Ken Sugimori trabajaron durante años en una idea original donde el jugador pudiese capturar y coleccionar toda una galería de fantásticas criaturas que al mismo tiempo podían evolucionar, transformarse y disputar combates. Pero hubo más nombres implicados en este proyecto, por ejemplo Atsuko Nishida, la creadora del diseño de (entre otros) Pikachu, y Shigeru Miyamoto creador de clásicos como Super Mario Bros y The Legend of Zelda, que aconsejó a este equipo creativo inicial.
El inesperado éxito del videojuego animó a Nintendo a exportarlo a Estados Unidos. Allí se renombró bajo el título simplificado de Pokémon, el mismo porque el que todos lo conocemos. En 1997, el anime de la serie creado por Satoshi Tajiri, Junichi Masuda y Ken Sugimori para Tokyo TV, comenzó su emisión y desde entonces Pokémon no ha abandonado las televisiones de medio mundo. Lo mismo ha pasado con el manga que inició su publicación en la editorial Shōgakukan en 1996 al mismo tiempo que se producía el lanzamiento del videojuego original. Todo esto ha contribuido a convertir la franquicia en todo un icono con muñecos, cartas de juego, novelas, películas de animación… Todo para satisfacer la curiosidad del público por estas adorables criaturas que siguen estando de actualidad.
En esto último tiene algo que ver Pokémon GO, el videojuego para smartphones lanzado en 2016 por Nintendo y Niantic Labs que supuso toda una revolución para los aficionados. La inédita propuesta de realidad aumentada permite a sus jugadores capturar a pie de calle a Pikachu y el resto de criaturas de este universo sintiéndose un verdadero entrenador Pokémon. El juego lanzado en el vigésimo aniversario de la franquicia cautivó al mundo entero. La fiebre por el universo de Pokémon estaba lejos de estar superada y Legendary Entertainment viendo un filón adquirió hace unos años los derechos para hacer una película de imagen real basada en otro videojuego de la franquicia, Detective Pikachu. El proyecto se ha hecho realidad con un filme en cuyos papeles principales tenemos a unos jóvenes Justice Smith y Kathryn Newton y al veterano Ryan Reynolds.
El argumento de Detective Pikachu copia la premisa del videojuego homólogo de Nintendo 3DS, con un Pikachu gruñón y adicto al café que presume de ser un gran detective y un joven Tim que le ayudará a resolver los casos que acontecen en Ryme City. Esta es una ciudad descrita en la película como un hito en la convivencia entre humanos y Pokémons. Tim es interpretado por Justice Smith (Jurassic Park: El reino caído) en la producción tendrá que aliarse con el Pikachu que había sido el mejor compañero de Harry, su padre. Tim es el único capaz de entender a Pikachu y, además, fue el último en ver a Harry con vida. Pese a sus desavenencias, los dos tendrán que formar equipo para resolver un caso que la policía ha dado por cerrado. Finalmente, su aventura pondrá al descubierto una conspiración para acabar con el universo Pokémon.
Los aficionados van a encontrar en Detective Pikachu una película que rinde homenaje a estas entrañables criaturas. La cinta tiene un corte infantil como era de esperar y un guion muy lineal e incluso predecible en muchos aspectos. La crítica especializada ha hablado de Detective Pikachu como “un filme confuso”, pero nada más lejos de la realidad. Esto solo se puede opinar desde el desconocimiento total de la franquicia, porque aunque es cierto que la película está enfocada a un público que ya está familiarizado con las dinámicas de los videojuegos resulta totalmente accesible para los neófitos. El guion se centra en el carisma de los protagonistas que no son otros que los Pokémons, proponiendo unas buenas dosis de fanservice en cada plano del metraje captando muy bien el espíritu de sus personajes. Todo lo demás resulta totalmente secundario, una de las mayores críticas que se puede hacer al filme.
Si hay algo que sobresale en el conjunto y rivaliza con el protagonismo de los Pokémons ese es el trabajo de Ryan Reynolds poniendo voz al mismísimo Pikachu. La elección de Deadpool para encarnar a este personaje no deja de ser curiosa, pero los vídeos e iniciativas de promoción de cara al estreno de la película confirman que Reynolds es el actor perfecto para entender una propuesta tan particular. El resto del reparto cumple con sus roles sin mayores alardes, ante tanto Pokémon suelto, y con tantos huevos de pascua a lo largo del filme, la carne y el hueso pasan a un segundo plano. Y no porque la película apabulle con sus efectos especiales pues la cinta dirigida por Rob Letterman busca un acercamiento bastante realista a este universo, haciendo tridimensionales a sus criaturas y creíbles sus interacciones con los humanos. Simplemente, Pikachu y sus compañeros son las estrellas de la función.
El director de Monstruos contra Alienígenas y la adaptación de Pesadillas de R.L. Stine sale airoso de una empresa con la que era muy fácil caer en el ridículo; solo hay que ver el revuelo que ha levantado el primer tráiler de la futura Sonic. No olvidemos tampoco el espinoso tema de las adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla, un mundo plagado de subproductos que habitualmente han pasado desapercibidos por la taquilla y cuando no lo han hecho ha sido por su polémico acercamiento al material adaptado. En las salas de cines han naufragado videojuegos superventas como Super Mario Bros, Street Fighter, Hitman, Prince of Persia, Assassins Creed… La lista de cadáveres cinematográficos de este subgénero es interminable y eso hace más único el caso de la presente Pokémon: Detective Pikachu, una cinta agradable, fiel en esencia al material de partida y agradecida para el aficionado.
No obstante, Detective Pikachu peca de ser poco ambiciosa, se conforma con presentarnos una historia prototípica, con giros muy planos y, por supuesto, un humor apto para todos los públicos. La película es correcta en casi todos sus aspectos y cumple con su función, pero su extremada ligereza solo la hace revisionable de cara a los espectadores más pequeños. Pero como ya hemos avanzado, Detective Pikachu no engaña a nadie, es una película homenaje al universo de Pokémon y ese es su principal valor. La producción además se puede entender como una secuela de la cinta animada de Pokémon: La película de 1999 en la que Ash y Pikachu se veían las caras con el todopoderoso Mewtwo. Si tuviésemos que reducir esta crítica a una sola palabra para describir Detective Pikachu sería entrañable, puede que adorable e incluso tierna. Todos esos sentimientos que nos producen ver en movimiento a Pikachu y compañía.
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