Javier Vázquez Delgado recomienda: La Divina Comedia de Oscar Wilde
Edición nacional/ España:Astiberri Ediciones
Guión:Javier de Isusi
Dibujo:Javier de Isusi
Formato:Cartoné, 376 Páginas
Precio:29€
Yo escribía cuando no conocía la vida. Ahora que conozco su significado ya no tengo nada que escribir.
La divina comedia de Oscar Wilde es el nuevo trabajo de Javier de Isusi. Surge de su fascinación por la obra del autor irlandés, del que ya ilustro en 2011 El retrato de Dorian Gray. Esta novela gráfica aparece gracias a las Becas del Gobierno vasco para la creación de novelas gráficas y a la editorial Astiberri. Unas becas que hace poco fueron objeto de una polémica en redes sociales por parte de algunos profesionales, pero gracias a las que en menos de un año hemos podido disfrutar de esta y otras dos obras magnificas como son Los enciclopedistas y Los doce nacimientos de Miguel Mármol. Así que ojala sigan muchos años más y en breve veamos los proyectos ganadores de la última convocatoria Ofensiva final de Susanna Martin, Akira Kurosawa de Victor Santos, Antzar eguna de Iban Adur Larrea Eguren y BUYAN Sadkoren itzala de Aritz Trueba Aguirrebeña.
Javier de Isusi es un historietista nacido en 1972. Tras sus estudios de arquitectura y tras un año viajando por Latinoamérica, decide dedicarse al mundo del cómic. En 2004 publica La pipa de Marcos el primer volumen de su serie Las aventuras de Juan sin tierra, de la que publica otros tres tomos más: La isla de Nunca Jamás, Río Loco y En la tierra de los Sin Tierra. Como casi toda su obra fueron publicadas por Astiberri. Tras finalizar la serie guioniza junto a Luciano Saracino Historias del olvido (Dolmen) dibujadas por varios artistas. Para su vuelta a los lápices contó con el guion de Saracino para Ometepe. 2014 supuso su vuelta como autor completo con He visto ballenas, una historia sobre el conflicto vasco. Su última obra hasta la fecha había sido Asylum realizada junto a CEAR-Euskadi (Comisión Española de Ayuda al Refugiado de Euskadi), para visibilizar las difíciles condiciones de los refugiados en nuestro país.
La Divina comedia de Oscar Wilde nos presenta los últimos tres años de la vida del escritor, cuando vivía en Paris bajo la falsa identidad de Sebastian Melmoth. Le vemos en su momento más bajo, incapaz de escribir, relacionándose con los elementos más bajos de la sociedad parisina y alcoholizado, pero sin perder ni un ápice de su genialidad.
En La divina comedia de Dante, su alterego el Peregrino viaja por el infierno y el purgatorio en busca de la salvación, eso mismo sucede en la obra de Isusi, cambiando el infierno por un Paris que se convierte en el último nivel de su infierno. Pero la diferencia es que Wilde no cree que merezca ser salvado apesar de no haber comentido ningún pecado o delito que mereciera el castigo que sufrió. Por suerte la obra no trata de algo tan estéril como volver a juzgar lo que sucedió en el pasado. Lo que nos nuestra es el alma en pedazos del escritor, y como poco a poco, se va autodestruyendo, pero sin perder nunca su genialidad.
Isusi convierte a Wilde en el protagonista de la obra teatral de su vida. Algo que sin duda le hubiera encantado. Lo hace gracias a unas escenas inicial y final magistrales, que nos muestran que la vida es una gran obra de teatro y que la caída final del telón es inexorable. La obra es mucho más que un homenaje a la vida y obra del escritor, es un compendio de su filosofía y manera de entender la vida y el arte. En ella se puede ver el gran trabajo de Isusi de documentación y su pasión por la obra del irlandés, ya que está plagada de citas de sus obras que enriquecen el resultado final.
Isusi firma una obra donde consigue algo tan difícil como que su voz suene tan fuerte como la de una presencia enorme como es Wilde. La mezcla de ambas tiene como resultado una obra que sin duda perdurará en el tiempo. Lo hace mostrando respeto por el escritor, pero sin ocultar sus momentos más oscuros y desagradables. Vemos su brillante conversación, pero también como se aprovechaba de sus conocidos. Unos conocidos entre los que se pasean genios como Gide, los hermanos Machado o Toulouse-Lautrec, entre otros y también las personas que compartieron los últimos años de vida del escritor. Estos personajes protagonizan uno de los aciertos de la novela gráfica ya que como si de un documental se tratara la narración de se ve interrumpida por entrevistas en las que nos cuentan su relación con Wilde. Algo que sirve para separar los distinto capítulos como para cambiar el ritmo de lectura y que no caiga en la monotonía.
En el apartado gráfico Isusi hace un gran trabajo, con unas acuarelas que le permiten mostrarnos de igual manera la belleza de Paris y sus monumentos como el horrible papel pintado de la casa de Wilde. El tono nos muestra la melancolía y decadencia en la que se encontraba sumido el escritor. Destaca por encima de toda la escena onírica en la que el espíritu de Wilde se encuentra con el de Rimbaud, que refleja tan bien la belleza y sordidez de sus vidas. Isusi dibuja a los personajes con unos rasgos algo caricaturescos, pero perfectamente reconocibles y convierte a la figura de Wilde en icónica, u totem que llena las escenas en las que aparece. Además, sabe dar a la historia el ritmo adecuada para que no se convierta en monótona, permitiendo disfrutar de su arte. Sin duda nos encontramos ante su mejor trabajo.
Astiberri hace una gran edición con un formato que recuerda a las novelas, con un diseño muy bello. El libro se complementa con una biografía del escritor y un glosario de los personajes que aparecen en la obra.
A veces ocurre, es cierto, que la literatura supera a la vida. ¿O acaso no hay libros que nos hacen vivir más en una hora que la vida en veinte penosos años? Esta frase que pronuncia Oscar Wilde en la novela gráfica es el mejor resumen que se puede hacer del trabajo que ha realizado Javier de Isusi. Una obra tan fascinante como lo fue su protagonista, uno de las novedades del año sin ninguna duda y que aparecerá en todas las listas de los mejores del año.
Podéis ver el Booktrailer pulsando el play.
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