Javier Vázquez Delgado recomienda: Inframundo
Aunque a veces no sabes si vives o si te escondes del mundo. Pero… ¿quién eres?
Mascotas, espíritus y otros prodigios del Inframundo es la nueva novela gráfica de Pep Brocal tras las magníficas sensaciones que nos dejaron sus dos obras anteriores: Alter y Walter o la verdad invisible y Cosmonauta. Es una suerte que parece que ha vuelto al cómic para adulto con muchas ganas y con muchas cosas que contar. Edita Astiberri Editorial dentro de su colección Sillón Orejero.
Pep Brocal es un historietista e ilustrador nacido en 1967 en Terrassa. Su trayectoria en el mundo del cómic se remonta finales de los años ochenta cuando colaboro en revistas de la época como Comix Internacional, Totem, Zona 84 y Cairo en series como John Pájaro y Hola Terrícola!. Cuando estalló la crisis de las revistas comenzó su carrera como ilustrador, pero sin dejar de lado el cómic. En los años noventa dirigió y realizó junto a Manel Fontdevilla, Marcel Piqué y Padu la revista Mr. Brain presenta… además de colaborar en otras cabeceras como Tretzevents, Cavall Fort, Ruta 66, Top Comics, Viñetas, Mister K, El Manglar o NSLM, además de en diversos suplementos dominicales de periódicos. Comienza en nuevo siglo publicando V-Girl (Edicions De Ponent), prepublicada en la revista Top Comics, con guion de Felipe Hernández Cava. En los últimos años, por suerte, ha compatibilizado sus series infantiles El pequeño Olaf (Bang) y Lily Megamosca con obras como Alter y Walter o la verdad invisible (Entrecomics Comics) y Cosmonauta (Astiberri).
Amalia ha heredó la portería de su madre, una gran fan de Bruce Lee, cuando falleció. Había vuelto a vivir con su madre para superar una ruptura amorosa que la dejo desolada. Su trabajo en la portería iba a ser temporal, pero no encuentra las fuerzas para dar el paso que le permita tomar el control de su vida. La rutina del trabajo convierte a sus días en tranquilos, solo alterados por los problemas que Dudu, su gato, genera con algún vecino. Para salvarlo de su última travesura, Amalia emprenderá a un viaje por el Inframundo…
Inframundo es una novela gráfica que nos habla de temas que Brocal ya abordo en sus dos novelas gráficas anteriores como la soledad, los desengaños amorosos y los viajes iniciativos o redentores. Temas tratados infinidad de veces, pero a los que Brocal consigue darles una nueva perspectiva ya que no tiene ningún reparo en mezclar la mitologia clásica del infierno con La divina comedia de Dante,con la que comparte gran parte de la estructura narrativa, añadiendo referencias tan diferentes como pueden ser Alicia en el País de las Maravillas de Carroll o las películas de serie B personalizadas en Bruce Lee . Algo que aparentemente tiene un difícil marinaje pero que funciona a la perfección, sobre todo por el sentido del humor que se respira por toda la historia.
Amalia es una mujer que se ha refugiado en la soledad porque es incapaz de afrontar la pérdida de su prometido. Está atrapada en una vida aparentemente cómoda pero que no le ofrece ningún estimulo y que poco a poco la está marchitando. Pero circunstancia que no puede controlar le obligan a salir de ella y cerrar las heridas del pasado para poder encarrar su futuro con una fortaleza que ya poseía. En su viaje no estará sola ya que en la tradicional figura de maestro iniciático la acompaña Bruce Lee, aunque no deja de ser la forma en la que ha elegido ver a su verdadera maestra, que no es otra que su madre. También encontramos referencias sobre lo difícil que es asimilar con naturalidad algo inevitable como la muerte, la propia y la de los que nos rodean. Algo que genera una melancolía y tristeza que está muy presente en la primera parte de la obra.
Además de Amalia la obra está llena de personajes sumamente interesantes como Lucifer, Dante, ocupando el rol de Caronte, o el hombre del Bombín. Ellos y las pequeñas historias contenidas dentro de la narración principal, consiguen una historia que se lee con gran interés. Aunque si la comparamos con Cosmonauta le falta ese final tan redondo (nunca mejor dicho). Pero no hay que olvidar que estamos hablando de uno de los mejores cómics del 2017.
Narrativamente es una obra soberbia ya que Brocal hace uso de una enorme cantidad de recursos para conseguir que la lectura nunca caiga en la monotonía así en la obra vemos doble páginas con el sentido de lectura dirigido por los diálogos, viñetas verticales, etc… La influencia de los autores de Bruguera y de TBO es más que evidente y como ellos, con muy pocos trazos consiguen unos personajes muy expresivos. El color de la obra que está compuesto casi siempre por colores primarios, le sirve para generar atmosferas, separar las distintas escenas y trasmitir emociones. Una maravilla pop que hace que te pares en cada página para disfrutar de un trabajo muy medido en el que cada línea y cada mancha tienen un sentido. El resultado es un trabajo notable que, a pesar de la aparente sencillez, encierra una complejidad al alcance de muy pocos.
La edición de Astiberri es de la calidad acostumbrada, da gusto ver una editorial en la que los formatos no son fijos y varían según la conveniencia de la obra. Algo que debería ser lo habitual, pero por desgracia no siempre lo es y vemos como obras aparecen en formatos que no respetan su concepción original.
Inframundo es una obra valiente que no tiene miedo de mezclar diversas referencias por incompatibles que aparezcan y que además tiene varios niveles de lectura. Una obra que nos habla de la soledad y de cómo solo hace falta un pequeño paso para salir de cualquier bache. Si todo esto no fuera poco, también sale Bruce Lee dando caña a demonios. Así que se convierte en una de las obras más destacadas del año y confirma todo lo bueno que apuntaron las obras anteriores de Brocal.
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