Javier Vázquez Delgado recomienda: Spirou y Fantasio Integral. Franquin vols. 3 y 4
Edición original: Spirou et Fantasio. L’intégrale 3 (Dupuis. Junio, 2007) y Spirou et Fantasio. L’intégrale 4 (Dupuis. Diciembre, 2007)
Edición nacional/ España: Spirou y Fantasio Integral 3. Franquin (1952-54) Dibbuks. Noviembre, 2018 y Spirou y Fantasio Integral 4. Franquin (1954-56) Dibbuks. Abril, 2019
Guion: André Franquin, Maurice Rosy
Dibujo: André Franquin, Will
Color: Leonardo Vittorio
Formato: Cartoné, 208 y 208 páginas
Precio: 29’50€
“Siempre he dicho que este animal tiene habilidades que no dejarán de sorprendernos…”.
La colección dedicada a la serie Spirou y Fantasio del gran André Franquin editada por Dibbuks sigue con paso firme y con una buena velocidad de crucero.
La editorial ha publicado en abril el cuarto tomo y se espera que en noviembre salga a la luz el quinto. Hasta la fecha disponemos de los once primeros álbumes de la colección original además de varios relatos cortos. Nos encontramos en el ecuador de la etapa dedicada al creador de Gaston Elgafe y por el momento todo son buenas noticias. Tanto por las historias incluidas como por la calidad de la edición, estamos asistiendo a un auténtico acontecimiento que convierten la lectura de estos volúmenes en una experiencia festiva y apasionante.
La aparición en nuestro mercado del tercer y cuarto tomo supone entrar de lleno en el período clásico de la colección, cuando su autor André Franquin (1924-1997) lidiaba con los personajes casi sin ayuda y poniendo todo su empeño y talento en la empresa. Durante la década de los cincuenta del siglo pasado se publicaron muchas de las mejores historias largas de esta serie y varias de estas aventuras están comprendidas en los tomos 3 y 4 de esta colección integral.
Las historias incluidas en estos dos tomos son:
Spirou y Fantasio Integral 3:
El cuerno del rinoceronte (1955)
El dictador y el champiñón (1956)
La máscara (1956)
Spirou y Fantasio Integral 4:
La guarida de la morena (1957)
El súper Quick (1958)
Los piratas del silencio (1958)
La mina y el gorila (1959)
Son fechas de su primera publicación en álbum en el mercado franco-belga.
El autor ha establecido de una manera sólida e identificable el universo por donde los protagonistas han de vivir sus peripecias. El escenario está perfectamente delimitado. Por un lado tenemos una gran capital como Bruselas, donde viven los dos amigos, y por otra el pequeño condado de Champignac que representa el mundo rural.
Los secundarios son de lujo; el Conde de Champignac, la ardilla Spip, el alcalde del pueblo, aparece una nueva competidora para Fantasio como es la periodista Secotine y por encima de todos está el Marsupilami que adquiere un protagonismo tan acusado que al final el dúo protagonista acaba convirtiéndose en un trio.
Este animalito proveniente de la selva de Palombia acapara todas las escenas y a menudo es el elemento clave para desenredar la trama más complicada. A su fuerza sobrehumana y a su inteligencia nada animal, Franquin le añade nuevas virtudes que iremos descubriendo poco a poco, historia tras historia, usando el recurso del suspense de manera magistral. Salvo en El cuerno del rinoceronte, el súper Quick y La máscara, el Marsupilami aparece en todas las demás historias, siendo un elemento indispensable para cada argumento y adquiriendo un status de personaje mítico dentro del universo del cómic franco-belga.
Las tramas de estas siete historias tienen dos denominadores comunes el misterio y la aventura. Los protagonistas se ven envueltos en diferentes complots criminales que buscan el enriquecimiento ilícito y rápido de sus instigadores. Para evitar que triunfen, Spirou y Fantasio – con la inestimable ayuda del Marsupilami – despliegan todo su talento y esfuerzo, ayudados por las prodigiosas fórmulas ideadas por el inventor y Conde de Champignac o por los esfuerzos de secundarios de lujo como la periodista Secotine o un detective sin nombre pero de inteligencia y arrojo poco común.
Como en el caso de las series clásicas del cómic europeo Las aventuras de Tintín y Las aventuras de Asterix, todas las historias de Spirou y Fantasio se pueden dividir en dos grupos; las que están ubicadas en Bélgica, más urbanas y con un argumento más cercano al thriller o las que transcurren en países exóticos con una trama más aventurera. Del primer grupo son: La máscara, La guarida de la morena, El súper Quick y Los piratas del silencio y del segundo tenemos: El cuerno del rinoceronte – que participa de las dos tendencias – La mina y el gorila y El dictador y el champiñón. Cada historia es única e irrepetible y por mucho que hayan sido imitadas hasta la saciedad tienen el mismo aire fresco y excitante de cuando se estrenaron.
El principal atractivo de estos dos tomos es el hecho de poder disfrutar del talento artístico y narrativo de André Franquin en todo su esplendor.
Si bien la primera historia de estos álbumes, El cuerno del rinoceronte, puede considerarse como la última del período de asentamiento del autor, no por ello deja de tener momentos memorables como la larguísima secuencia en los almacenes Galerías del Buen Bazar o la divertida y accidentada persecución por el casco antiguo de Bab-El-Bled.
Sin embargo es en el tomo El dictador y el champiñón donde Franquin despliega todo su talento. Este álbum se abre con una maravillosa secuencia de diez páginas donde la acción combinada del conde inventor y el Marsupilami causan el caos en la tranquila aldea de Champignac. Es una secuencia casi muda, realizada con un despliegue de recursos narrativos asombroso y que nos permite conocer la práctica totalidad de habitantes del pueblo y sus lugares más emblemáticos. En este mismo álbum destaca la escena del discurso del dictador que expresa de manera gráfica lo que Franquin pensaba de las dictaduras y sus dirigentes. El dictador y el champiñón es la primera de una larga serie de obras maestras realizadas por el artista belga en esta serie.
En el siguiente álbum titulado La máscara – y octavo de la colección – encontramos otro de estos momentos memorables que definen este período. En concreto se trata de la secuencia que transcurre en medio de una etapa del Tour de Francia. Aquí podemos apreciar el interés que André Franquin tenía por el mundo del deporte. En álbumes anteriores incluyó escenas de boxeo o fútbol y en este nos regala un sorprendente, divertido y emocionante sketch donde Fantasio realiza todo tipo de acrobacias sobre una bicicleta para acabar ganando una etapa del Tour de manera sorprendente. Un prodigio de arte narrativo que aún no ha sido superado. Un álbum irregular pero con fogonazos de altísimo nivel. La traducción del título del álbum – La máscara – es un desafortunado spoiler que se ha mantenido en sucesivas ediciones. Lo más correcto sería titularlo La mala cara.
La segunda obra maestra de este díptico es La guarida de la morena, uno de los episodios más compactos y equilibrados de la serie donde el trabajo gráfico está perfectamente ligado a la trama pero donde el artista belga nos regala algunas escenas submarinas de una belleza indescriptible. La persecución de los ladrones con el fantacóptero y el descubrimiento del buque hundido son algunos de sus momentos estelares.
Finalmente, para no aburrirles con una interminable sucesión de grandes momentos, también me gustaría destacar la secuencia inicial de Los piratas del silencio; dos páginas prácticamente mudas donde Franquin realiza un asombroso travelling de seguimiento a un Marsupilami frenética y misteriosamente empeñado en una alocada carrera para llegar a un destino desconocido. Absolutamente magistral.
El álbum Los piratas del silencio cuenta además con la ayuda de Maurice Rosy en el guion y de Will (Willie Maltaite) en los fondos.
Tanto en la historia corta El súper Quick como en las más extensas como El cuerno del rinoceronte y Los piratas del silencio, podemos disfrutar de otra de las pasiones de su creador; los coches. El despliegue de vehículos reales e inventados para la ocasión es espectacular y su manera de representarlos en movimiento creará escuela.
La edición a cargo de Dibbuks sigue fielmente la realizada en la década anterior por la editorial Dupuis. Los tomos son en tapa dura, están bien impresos y cuentan con un papel excelente. Uno de sus principales atractivos son los artículos introductorios que contienen mucha información interesante, numerosas anécdotas divertidas y un material gráfico adicional muy atractivo proveniente, en la mayoría de los casos, de las revistas de la editorial. El precio es razonable.
Más adelante, en tomos posteriores, encontraremos otras obras maestras como, por ejemplo, El prisionero de los 7 budas o el díptico dedicado a Zorglub, pero en estos dos libros que ahora reseñamos podemos disfrutar de un trocito de lo mejor que el cómic franco-belga ha producido en su larga y fértil trayectoria. La etapa de Spirou y Fantasio realizada por André Franquin está considerada como un estándar de la serie y como uno de los momentos álgidos del cómic europeo. Con historias como estas cualquiera que se acerque a la obra por primera vez entenderá el porqué de semejante reputación. Los asiduos de la serie nos alegramos de contar, por fin, con una edición a la altura de tanto talento desplegado. Que siga la fiesta…
Otras reseñas dedicadas a la colección integral de Franquin:
Spirou y Fantasio Integral 01 de Franquin (1946-1950)
Spirou y Fantasio Integral 02 de Franquin (1950-1952)
Otras reseñas dedicadas a los personajes:
Spirou y Fantasio 55. La furia del marsupilami
Spirou y Fantasio 54. Un botones en Sniper Alley
Spirou y Fantasio Integral 19 de Tome y Janry (1992-1999)
La mujer leopardo. Una aventura de Spirou por…
Salut!
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