Javier Vázquez Delgado recomienda: Cómo traté de ser una buena persona
Edición original:Wie ich versuhte, ein guter Mens zu sein GER, Suhrkamp Verlag
Edición nacional/ España:Ediciones La Cúpula
Guión:Ulli Lust
Dibujo:Ulli Lust
Color:Ulli Lust
Formato:Rústica, 372 Páginas
Precio:31€
No tienes la culpa de que yo tomara una mala decisión.
Cómo traté de ser una buena persona es la segunda novela gráfica en la que Ulli Lust nos cuenta parte de su vida tras Hoy es el último día del resto de tu vida. En esta ocasión nos traslada hasta la Viena de principios de los noventa para contarnos el complicado triángulo amoroso que vivió mientras luchaba por labrarse un futuro en el mundo del arte. Este trabajo obtuvo una nominación al mejor cómic en el Festival de Angoulême, además de ser galardonada con el Max und Moritz a el mejor cómic en alemán. Como su anterior trabajo Ediciones La Cúpula es la encargada de traerla a nuestro país.
Ulli Lust es una historietista austriaca nacida en 1967, pero desde 1995 vive en Berlín. Entre sus trabajos en el mundo del cómic destacan sus dos obras autobiográficas (Hoy es el último día del resto de tu vida y Cómo traté de ser una buena persona). Por la primera fue galardonada con el Premio ICOM, el Premio Max und Moritz, el Premio Artémisia, el Premio al Autor Revelación del Festival International de la Bande Dessinée de Angoulême y el Premio Ignatz, además de estar nominada al Eisner. Además de estas obras también ha realizado varios reportajes en forma de cómic, Springpoems un libro de cómics erótico y ha adaptado al cómic la novela de of Marcel Beyer Flughunde. Además de como autora también ha desarrollado una carrera como editora de cómics digitales desde su sello Electrocomics en el que ha publicado a autores de todo el mundo.
Ulli es una madre soltera veinteañera con hijo de 5 años que no vive con ella sino con sus padres en el campo. Tiene una placida relación con Gregor, un actor cuarentón, que le da la estabilidad que no ha tenido hasta ese momento, pero que no es capaz de satisfacerla sexualmente. Ulli no puede desoír sus necesidades físicas y establece una tórrida relación sexual con Kimata, formando un triángulo afectivo poliamoroso. Sin embargo, Kimata se nuestra como alguien celoso y posesivo algo que hace que la relación se convierta en cada vez más toxica.
Cómo traté de ser una buena persona es una historia que se desarrolla cronológicamente con posterioridad a Hoy es el último día del resto de tu vida, aunque se puede leer de manera independiente. En ella Ulli nos sigue contando su vida, en esta ocasión nos cuenta una historia de enredos poliamorosos en los que la pasión, el sexo, los celos y el maltrato son los protagonistas. Pero también tiene gran importancia en la historia el choque cultural entre ella y Kimata o los prejuicios a los que se tienen que enfrentar ambos, ella por ser madre soltera y él por ser africano.
La novela gráfica parte de una premisa muy interesante como es intentar explicar si es posible amara a dos personas. Sin embargo, a medida que pasan las páginas la vida de Ulli se va convirtiendo en una pesadilla por los celos de Kimata, que nuestra todos los pasos que siguen un maltratador hasta conseguir hacer de la vida de su pareja un infierno. Es triste comprobar como en los noventa no se tomaba la violencia machista en serio, siendo mucho más grave ser un sin papeles. De aquellos lodos viene los barros que se están llevando un montón de vidas por delante, mientras un montón de hombres y gobiernos siguen sin tomarse el problema en serio y tratan de justificar lo injustificable. Un cómic que debería leerse todos los condenados por maltrato y los que se niegan a llamar a las cosas por su nombre.
Ulli Lust, como autora y como persona, lucha contra la imagen tradicional de la mujer durante años ha impuesto el patriarcado, ni es sumisa, ni una madre abnegada, ni tiene que anteponer las necesidades de su pareja a las suyas. Ulli es una mujer que tan solo busca su identidad para tratar de ser feliz y libre. Para ello no duda en romper todas las convenciones que le intentan imponer, tanto las afectivas como las sexuales. Una lucha que también se da en lo laboral, ya que Ulli lucha por entrar en la Facultad de Bellas Artes y poderse dedicar a la ilustración, pero el sistema quiere obligarla a realizar algún trabajo que no le llena. Y en la lucha por conseguir sus objetivos se equivoca y tomas malas decisiones, pero tiene la honestidad de contarnos la realidad tal y como sucedió, sin edulcorar sus errores y de la manera más objetiva posible, sin moralinas, autojustificación ni complacencia. Una sinceridad total que muchas veces no la deja en buen lugar y la expone a juicio del lector sin ningún filtro pero que sirve para impregnar la novela gráfica de realidad.
También destaca la naturalidad con la que se trata el sexo, como una parte imprescindible de la vida. Algo lúdico y sano que nada tiene que ver con el amor. Pero que es la causa de gran parte de los problemas que tenemos como sociedad por la enorme cantidad de tabús que hay respecto a él. Lo mismo sucede con la idea de maternidad que tiene Ulli, sus dudas sobre cómo afrontarla y cómo puede darle lo mejor a su hijo.
En Cómo traté de ser una buena persona el bitono verde de Hoy es el último día del resto de tu vida es sustituido por el rosa. Su estilo sigue siendo deudor del underground estadounidense con algo del manga más alternativo, pero se puede ver que en esta obra está mucho más asentado. Donde más brilla son en las escenas sexuales en las que abandona la rigidez de su composición de página habitual para dar rienda suelta a diseños mucho más innovadores, el resto de páginas son muy sencillas y claras. El contraste entre ambas hace que la lectura no resulte pesada o monótona. Algo a lo que también ayuda la separación de los distintos capítulos de la obra con splash-pages. Sus personajes son muy expresivos y están muy bien caracterizados.
La edición de La Cúpula es muy buena, con buena reproducción y diseño, algo habitual en la editorial. Casi cuarenta años después de su aparición siguen siendo la editorial referente a la hora de conocer el cómic underground independientemente de su latitud.
Ulli Lust sigue contándonos episodios de su vida con una honestidad brutal y sin ningún tipo de complejo ni flitro. Sin embargo, Cómo traté de ser una buena persona es mucho más que un cómic biográfico, ya que también es el reflejo del Viena de los años noventa y de las políticas migratorias de la Europa. Pero por encima de todo es un cómic sobre el sexo, la pasión y el maltrato que sirve para identificar las primeras señales de alarma de las relaciones toxicas.
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