Javier Vázquez Delgado recomienda: El Green lantern #01-04

Edición original: The Green Lantern núm. 1-4 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Grant Morrison.
Dibujo: Liam Sharp.
Entintado: Liam Sharp.
Color: Steve Oliff.
Formato: Grapa, 24-32 págs. A color..
Precio: 2,75 / 1,95 / 2,25 euros.

La franquicia de los anillos en DC ha estado controlada por dos claras figuras durante los últimos años: Geoff Johns y Robert Venditti (con el permiso de Dave Gibbons y Peter Tomasi que hicieron un gran trabajo en Green Lantern Corps). Sin embargo, han sido Johns y Venditti los que más números han escrito dedicados a expandir el concepto de la fuerza de pacificación de Oa. Han sido años dedicados al verde y a crear todo un espectro emocional con el que poblar el universo de nuevos aliados y enemigos con los que generar el anhelado conflicto que todo lector de comics de superhéroes espera. Pero todo tiene un final y ese final llegó primero para Johns y posteriormente para Venditti (con la conclusión de su saga relacionada con los Darkstar), que dejó la serie para que entrara en escena Grant Morrison del que poco hay que decir ya a estas alturas de su carrera.

Decir que el escoces no es un escritor convencional no sorprende ya a nadie. Sus trabajos siempre generan controversia, se aman y odian en la misma proporción, pero resulta innegable que sus ideas son siempre frescas y revitalizadoras, por lo que su llegada a la colección generó una gran expectación.

Green Lantern necesitaba de un cambio, de algo radical algo que se la alejara de lo que durante años se había estado leyendo para moverse por nuevos senderos que apartaran ya ese espectro emocional y mirar a las estrellas donde todavía hay muchas historias que poder contar.

Morrison no estaba interesado en escribir la serie, pero durante las conversaciones al respecto el mismo supo encontrar la inspiración para poder hacerlo y dar con el punto de vista adecuado. Se iba acabar la fuerza pacificadora y se iba a cambiar a un enfoque más policial. Así se anunció y así se relanzó la colección, con el nuevo título de El Green Lantern, donde el protagonista absoluto iba a ser Hal Jordan.

Con Morrison a los mandos quedaba por asignar al dibujante y la serie recaló en manos de Liam Sharp un artista de estilo muy marcado que, de primeras, no parecía ser la elección más sensata dado que la serie de Green Lantern siempre ha tenía un pie en la ciencia ficción más tecnológica… Pero Sharp, en tan solo unos números, ha logrado convencer por su apuesta total por una narración distinta, una composición de página arriesgada pero elegante, donde el despliegue visual es abrumador, con imaginativos diseños alienígenas, en un todo muy biológico, alejado de las grandes naves y computadoras, así como de los asépticos puestos de mando de ciudadelas futuristas. Sharp lo apuesta todo por lo mundano, donde las razas alienígenas lo son todo y la tecnología es un simple accesorio que está al servicio de un sinfín de vida orgánica de todo tipo. Un estilo rompedor para una serie que quiere romper los moldes en los que había acabado por estar atrapada argumentalmente (hay que recordar que el apartado gráfico no era un problema, con Rafa Sandoval en estado de gracia). Nada mejor que los lápices de Sharp para apuntalar el cambio, merecedores de la atención minuciosa por parte del lector a lo largo de la lectura.

Volviendo con Morrison, se puede decir que no está construyendo la serie sobre arcos argumentales al uso. Por tanto, al ser necesario darle ya entrada de cara valorar lo que ofrece, analizamos los primeros cuatro números con los que Morrison pone en marcha su propuesta, sin que realmente se haya cerrado trama alguna.

Lo primero que se encuentra un lector asiduo al personaje es el radical cambio de estilo que hay a la hora de enforcar la dinámica de los Green Lantern Corps. El escritor de Los Invisibles se despoja de todo lo anterior y obvia al espectro emocional, centrándose en la esencia de la franquicia, en los anillos verdes, mirando al pasado para recuperar a villanos de los primeros años de la colección de Jordan. Villanos que usa no tanto como la némesis a la que toca enfrentarse, sino como activadores de una trama mayor de la que va arrancando finas hebras de historia.

El escritor si que hace uso de un concepto reciente usado en la colección previa, los Darkstar, pero a su manera, pues usa una ramificación de estos, los Blackstar, siendo estos la trama de fondo sobre la que ir recorriendo el camino que tiene marcado en su cabeza Morrison para Jordan.

El autor de Multiverso no hace gala de metalenguaje, al menos en esto cuatro números, ni introduce retorcidos conceptos, ni ideas extravagantes a las que luego dar sentido dentro de la trama. Morrison recorre caminos sencillos, pero extraordinariamente novedosos, que revitalizan y refrescan una colección que vivía en piloto automático, sin aportar nada destacable, siendo entretenida en su planteamiento y olvidable al poco tiempo. Con Morrison no va a pasar desapercibida ni se puede olvidar con facilidad el alzamiento de sus Blackstar, el secuestro de la Tierra y posterior subasta, ni el enfrentamiento con dios, así como otros temas que, sin ser especialmente novedosos, si resultan muy potentes y funcionan bien en manos del escoces.

Si en DC buscaban dar a la serie la oportunidad de ser un punto de entrada para nuevos aficionados, el objetivo, gracias a Morrison y a Sharp, se puede decir que se logra con creces. El aterrizaje en su propuesta es tan natural que uno no tiene la sensación de haber roto con todo lo anterior, sino que de repente se esta dentro de la historia y se quiere saber más y más de ese enorme nuevo universo que Morrison esta descubriendo para los lectores mes a mes.

La serie es para los nuevos iniciados, para los viejos lectores, para los fanáticos del personaje, para los que hasta ahora nunca se habían sentido atraídos por la luz verde… no importa en que grupo te puedas incluir, El Green Lantern es una de las series más interesantes de DC en estos momentos. Un canto de sirena, una llamada de atención, eso es lo que es El Green Lantern, una lujuriosa puesta en escena con la que la franquicia renace con fuerza de su sopor narrativo para deleite de todos.

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