Javier Vázquez Delgado recomienda: Mundo Independiente: Novedades USA #31

Lo prometido es deuda. Esta semana tenéis mis impresiones de Once & Future, lo nuevo de Kieron Gillen. De la otra serie de esta entrega solo diré que quizás debería revisar mi criterio escogiendo series para la sección.

Bad Reception #1, de Juan Doe

Edición original: AfterShock Comics.
Guión: Juan Doe.
Dibujo y Color: Juan Doe.
Formato: Grapa, 22 páginas.
Precio: $3.99.

No hay mes en el que AfterShock no tenga algún estreno llamativo. Este agosto tenemos Bad Reception, escrita, dibujada, coloreada y rotulada por Juan Doe. Esta es la primera vez que el dibujante de American Monster se hace cargo de la prosa de una serie, motivo de mi interés por este estreno.

Bad Reception es un slasher ambientado en una boda. Dos famosos se casan y, sorpresa, uno de los invitados resulta ser un asesino en serie. Para desgracia del resto, la boda tiene lugar en un sitio remoto, desconectado del resto del mundo. No hay Wi-Fi ni cobertura de datos móviles.

La intención de Doe es ofrecernos un relato sobre nuestra dependencia a las nuevas tecnologías, en concreto al smartphone y las redes sociales, y cómo estas alteran a nuestra sociedad, alienando a individuos y fomentando la falta de empatía. Una opinión tan negativa como extendida entre los expertos en tecnología, educación, psicología o cualquier otro campo afectado por las nuevas tecnología. Sin embargo, Doe parece estar convencido de que ha hecho un hallazgo revolucionario. El Internet puede sacar lo peor del ser humano… ¡qué sorpresa! Solo así se explica que su guion repita tal mensaje una y otra vez en las veinte páginas que dura el cómic de una forma tan simplona como vergonzosa.

Los personajes no paran de conversar sobre lo terrible que es el teléfono móvil y de la gran idea que es pasar unos ideas sin usar ese cachivache. En cada página, en cada viñeta, en cada bocadillo. Solo saben hablar de ello, pero no tienen nada interesante o innovador que aportar sobre el tema. Como si fueran políticos, hablan mucho y dicen más bien poco. Si se me permite el cinismo, no me sorpendería descubrir que Doe está repitiendo lo que leyó de pasada en el primer párrafo de un artículo en Wired. Para quien no la conozca, Wired es una popular revista estadounidense sobre tecnología que ofrece opiniones, análisis y reportajes interesantes a un precio asequible. Justo lo contrario que Bad Reception.

Como slasher, el primer número de Bad Reception es igual de decepcionante. Doe lo dedica a presentarnos uno tras otro a los personajes que van a morir uno tras otro. Lo hace siempre con la misma estructura: las víctimas (y el asesino) reciben una invitación a la boda y discuten con la novia o el novio los peligros que suponen las nuevas tecnologías. En otras palabras, Doe se olvida de lo más importante en el comienzo de un slasher. Se olvida de hacernos sentir a los lectores que estamos atrapados junto a los personajes de la obra en un lugar terrorífico y opresivo, que vamos a tener una experiencia llena de sorpresas y adrenalina. Es más, la aparición del asesino en las últimas páginas del cómic me dejó un poco desconcertado. Había olvidado que estaba leyendo un cómic de terror.

Respecto al dibujo, Doe vuelva a decepcionarme. El cómic comienza con cinco páginas que solo muestran un rastro de sangre. Alrededor de la sangre, cuadros de texto recreando una conversación superficial y anecdótica. Pretende ser un comienzo impactante, pero la ingente cantidad de texto, por no hablar del contenido en ellos, desvía toda la atención de la violencia. El resto del cómic trata de contarnos dos eventos simultáneamente haciendo uso de páginas dobles, cada una de ellas divida en dos dos partes. En la parte superior, se presenta a los personajes. En la parte inferior, se muestra al asesino preparándose para cometer sus fechorías. Tal estructura dista mucho de conseguir esa sensación de simultaneidad y además termina siendo molesta.

De todas las novedades que he leído desde que comencé la sección de Novedades USA, esta es posiblemente la más aburrida de todas. No me lo esperaba de AfterShock.

Once & Future #1, de Kieron Gillen y Dan Mora

Edición original: BOOM! Studios.
Guión: Kieron Gillen.
Dibujo: Dan Mora.
Color: Tamra Bonvillain.
Formato: Grapa, 31 páginas.
Precio: $3.99.

Nada como un buen cómic para quitarme el mal sabor de boca que me dejó Bad Reception. Releer Once & Future, estreno de la semana pasada, me devolvió la sonrisa.

Kieron Gillen y Dan Mora abordan el resurgimiento del nacionalismo en el Reino Unido contándonos la historia de Bridgette, una anciana de armas tomar, y Duncan, su torpe nieto, un equipo destinado a salvar el mundo. Un grupo de ultranacionalistas (al que solo les falta un panfleto del partido UKIP en la mano) se ha hecho con una reliquia ancestral que despierta al Rey Árturo y a todos los monstruos y criaturas que habitan el folklore británico. Y eso es solo el comienzo.

En menos de treinta páginas, Gillen y Mora consiguieron hacerme reír con la actitud descarada de Bridgette y la mala suerte de Duncan. Consiguieron mantenerme en vilo cuando el duo protagonista se enfrenta a un temible monstruo. Consigueron sorprenderme con las revelaciones sobre el pasado de Bridgette, conectado con la trama de la serie, y con giros de guion tan inesperados como hilarantes. Consiguieron que me alegrase con las victorias de los protagonistas. En resumidas cuentas, el debut de Once & Future me ha cautivado como pocas series lo han hecho antes.

Gillen, como su compañero británicos Warren Ellis, está obsesionado con que todos sus personajes molen. En su etapa de Uncanny X-Men los mutantes estaban enfrascados en una guerra interna por decir la frase más corta pero contundente, diluyéndose sus personalidades hasta el punto de ser irreconocibles. En Über todo el trabajo de documentación histórica se ve socavado por la necesidad de incluir a un personaje cínico y molón que suelte frases lapidarias contra todas las figuras importantes de la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, en Once & Future Gillen se contiene. El cinismo y la ironía del personaje de Bridgette sirven solo como contrapunto al otro protagonista, creando una fantástica dinámica de equipo que hace de la historia una lectura tan apasionante; nunca se vuelven cansinos o distraen al guion de menesteres más importantes.

Así pues, en esta serie tenemos al mejor Gillen. Al escritor de fantásticos diálogos. Al escritor con un gran sentido de la aventura y con mucha imaginación. Al escritor que estructura sus guiones con una precisión envidiable, sin dejar que nunca decaiga la atención del lector.

Y qué gran dibujo. Mora es sin lugar a dudas el mayor descubrimiento que ha hecho BOOM! en toda su historia. Ya dio muestras de su enorme potencial en Klaus, con Grant Morrison, y aquí nos confirma que no ha hecho más que crecer como dibujante desde entonces. Expresivo, dinámico y atento siempre a los detalles más pequeños pero cruciales, el trabajo del dibujante es un regalo a la vista. Hace creíble la coexistencia de una Gran Bretaña consumida por el Brexit con los mitos artúricos.

Traté de econtrarle algún defecto, por minúsculo que fuese, al estreno de esta serie. Quizás mi entusiasmo me estaba cegando. Tras un pequeño periodo de reflexión, concluí que el único defecto del debut de Once & Future es la larga espera al siguiente número.




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