Javier Vázquez Delgado recomienda: X-O Manowar, Edición De Lujo 1

 

Edición original: X-O Manowar Vol.1 #1-14.
Edición nacional/ España: Medusa Cómics
Guión: Robert Venditti.
Dibujo: Cary Nord, Lee Garbett y Trevor Hairsine.
Color: Moose Baumann y Brian Reber.
Formato: Tapa dura con sobrecubierta, 400 págs.
Precio: 34’95€

 

Mucha gente pregunta por dónde empezar a leer Valiant y los que estamos metidos en ese universo tendemos a contestar que por cualquier número 1, no solo se puede comprobar en los artículos y reseñas sino también en los comentarios, Valiant es una editorial con un universo compartido pero que siempre procura que sus historias sean accesibles para cualquier lector, hay ocasiones, como en el último arco argumental de Ninja-K, que se disfruta más conociendo ciertas partes, o la serie de Livewire como consecuencia directa de Harbinger Wars 2 y con el reencuentro con los personajes de Secret Weapons, pero todo es siempre muy comprensible de forma que el lector se pueda acercar por la temática, el personaje o los autores, para entrar y salir a su gusto, todo construido como un universo muy independiente. Ahora bien, si tuviésemos que decir uno y solo uno para empezar la mayoría estaríamos de acuerdo en que sería el X-O Manowar de Robert Venditti por dos motivos, por su gran calidad y porque fue la primera serie que sacó a la venta la editorial en su resurrección de 2012. Siendo sinceros habría una segunda opción que sería el Harbinger de Joshua Dysart, donde nos metemos en el mundo de los psiots, pero eso es un tema para otro día.

Hace unos pocos meses desde Medusa Cómics nos devolvían a los inicios de Valiant al publicar el primer tomo en Edición De Lujo de X-O Manowar con los catorce primeros cómics de ese primer volumen surgido en mayo del 2012 que alcanzó la friolera de 50 números, de los cuales muchos aún están inéditos en España, cosa que seguro que con estas ediciones se solucionará. El material que aquí se encuentra ya había sido publicado por otras editoriales en el pasado, de hecho también es lo primero que se publicó por aquí, no en una edición de esta calidad, pero sí contiene lo mismo que los tres primeros tomos de la serie que empezara Panini y siguiera Aleta.

Como dichos tomos este se divide en tres partes, muy diferenciadas entre ellas en tanto que toman distintas partes en la vida de Aric de Dacia pero continuadoras cada una de la anterior. Si hubiera que definir este cómic en una frase esta sería “sin prisa pero sin pausa”, la historia de Venditti nos cuenta el origen del personaje desde sus días como visigodo con los enfrentamientos con los romanos, pero lo desarrolla todo de manera muy ágil, sin parar en detalles que no vienen a cuento y yendo continuamente al grano. Pero antes pongámonos en antecedentes.

X-O Manowar es un personaje creado a principios de los noventa por algunos de los nombres más relevantes de la industria del cómic norteamericano, Jim Shooter, Steve Englehart, Barry Windsor-Smith y Bob Layton se inventaban a Aric de Dacia para la antigua versión de Valiant, lanzando el primer número de X-O Manowar en 1992, llegando a alcanzar la cifra de 68 números publicados. Cuando Valiant fue vendida a Acclaim hicieron un reinicio del personaje bajo la idea de acercarlo más al lector y que se pudiera captar desde el público de los videojuegos, así Mark Waid, Brian Agustyn y Sean Chen idearon un nuevo X-O Manowar que se desprendía de la idea del visigodo para ser un científico ligado al mundo militar durante 21 números. Por suerte la nueva Valiant se deshizo de esta versión y retomó a Aric, haciendo de él su personaje bandera con esta colección que se inicia en este tomo, la cual a su vez es la más larga de las publicadas por la actual encarnación de la editorial. Por suerte para nosotros los editores también supieron hacerse con un equipo creativo que dio el mejor reinicio posible del personaje y este tomo se alza como una auténtica maravilla del noveno arte.

El primer arco está dibujado por Cary Nord y ocupa lo que fueran los cuatro primeros números de la serie. El dibujo de Nord es fantástico, luce una gran narrativa y tiene mucha versatilidad, algo especialmente importante ya que estamos hablando de una historia que empieza en los campos de batalla del Imperio Romano y continúa en una nave espacial. Sin duda se necesita un buen dibujante para cumplir con esta historia y, aunque Valiant siempre ha sabido escoger buenos talentos especialmente para esta serie, con Nord dieron en el clavo.

Los autores nos sitúan a principios del Siglo V, narrando la historia de un grupo de visigodos que están enfrentados con el Imperio Romano por sus tierras y por sus derechos. El hecho de que Aric viva esta época será determinante en todas las acciones que realizará en su futuro, el ser parte de un pueblo oprimido por un gran imperio le va a marcar profundamente, de manera que los autores que escriben luego sus aventuras lo respetarán y lo tendrán siempre en cuenta. Aric no es un héroe al uso, como suele pasar con todos los personajes de esta editorial, es más un comandante de ejércitos, un líder de su pueblo y una persona con fuertes convicciones, el primer capítulo de este tomo es el que lo va a definir, aunque es cierto que más adelante se ahonda en su pasado, y al ser un guerrero relativamente joven, evolucionará.

El recurso que utilizan los autores es prácticamente igual que el inicial de la década de los noventa y algo muy visto en diferentes medios, pero la fuerza de ellos no reside en el argumento sino en la calidad que presenta la historia. Quizás por este motivo no nos encontramos un arco en el que durante muchos números se gesta una rebelión, todo se presenta acelerado, realizando pequeños saltos de tiempo, pero consiguen hacer real el dicho de “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Tras narrar un pedazo de su historia, nos encontramos con un grupo de visigodos que atacan a unos extraterrestres y sus naves pensando que son algún nuevo artificio de los romanos, lo cual deja de tener su punto cómico cuando estos los abducen y esclavizan para sus granjas. Los temas fundamentales son dos, por un lado la rebelión de los visigodos en un entorno hostil y desconocido, mientras que por otro está la clásica visión de “elegido” con connotaciones religiosas, que si bien desaparecen con el paso de los números, subyace en este primer tomo. Aun siendo una historia plagada de acción los autores consiguen transmitir la desesperación de los abducidos y la confusión que les genera esta situación.

Las colecciones de Aric siempre han mostrado ese concepto de “viaje del héroe” que parece no acabar de completarse pero lo que aquí se narra son sus primeros pasos, lo más llamativo es precisamente que esto, algo que hemos leído muchas veces y que ya sabemos cómo va a acabar, con él portando la armadura, nos resulte una lectura tan adictiva. No deja de ser una historia bastante clásica en la ciencia-ficción pero muy bien llevada.

Aric y sus compañeros se encuentran atrapados y esclavizados en una nave/granja de La Vid, una raza que se alzará como un grupo de villanos bastante interesante, cuyo brazo se alargará por varias colecciones de la editorial, pero aquí poco sabemos de ellos, más que introducen a algunos de sus bebés entre los humanos, cambiando su apariencia, para infiltrarlos en nuestro mundo, que son una especie guerrera y que tienen varias castas, aquí importa la relación entre su ejército y sus sacerdotes, estos últimos custodian la armadura de Shanhara, un objeto deificado que los primeros intentan ponerse para demostrar su fuerza pero todos fracasan, siendo asesinados por la propia armadura. El punto fuerte es el momento en que Aric entra en el templo en plena rebelión de esclavos, se pone la armadura y sobrevive, generando una gran confusión entre el ejército que quiere matarlo y la facción religiosa para los cuales es su elegido. En un giro previsible pero efectivo de guión, Aric sale de la nave y realiza un salto espacial y temporal.

Con un ritmo de acción frenético tenemos a Aric en la Tierra, en el presente y eso, una vez más, es algo que los lectores deseábamos ver. Nuestro protagonista se encuentra algo confuso por el tiempo que ha pasado fuera, busca venganza contra los romanos y lucha con el ejército italiano hasta que se da cuenta que allí “ya no hay emperador”. El choque cultural es fuerte pero se trata de una manera más emocional que tecnológico, con Aric cogiendo restos de su pueblo y recordando a su esposa. También hay un mayor desarrollo de los villanos y de los infiltrados en la Tierra, que ahora son gente poderosa con puestos importantes, metiendo algún personaje con peso.

Aquí se inicia una acción que será una constante en casi todas las series del universo Valiant, el inicio de un nuevo arco da lugar a un cambio de dibujante y entra Lee Garbett, realizando un buen trabajo muy en la línea de Nord con lo que el cambio no es nada brusco.

El nuevo arco nos lleva a Latinoamérica, donde Aric se retira a meditar sobre lo que le ha pasado. Venditti ha presentado al personaje y lo ha hecho evolucionar en tan solo 4 números, la segunda historia lo lleva más lejos y se trabaja a su entorno en la Tierra, lo que será muy importante de cara al futuro. Aric se ha pasado años encerrado en una nave con extraterrestres, ya nada es raro para él y menos tras hacerse con el control de la armadura. Con ella es capaz de deshacerse de los grupos paramilitares que envían los infiltrados de La Vid con gran facilidad, pero estos infiltrados tiene mucha influencia y envían al mejor agente independiente pero ligado al MI6 que conocen: Entra Ninjak.

Al igual que ocurre con X-O Manowar, Ninjak es un personaje de la primera Valiant de los noventa, con gran importancia antes y ahora. Creado por Mark Moretti y Joe Quesada, era presentado en la colección de Bloodshot, se ve que Valiant a querido realizar una maniobra parecida y, en vez de darle serie propia durante esos meses como hicieran con Bloodshot o Eternal Warrior, lo presentan en esta, haciendo ver sus grandes capacidades desde el minuto uno. Ninjak espera y cuando Aric está desprevenido sin su armadura lo vence en cuestión de segundos. Todos sabemos a día de hoy que este personaje será imprescindible en el universo Valiant y tendrá dos series de una calidad indiscutible, pero su entrada en esta nueva andadura de la editorial no podía ser mejor. ¿Fanservice? puede ser, pero del bueno.

De la misma manera que en el anterior arco, los autores van rápido y directos al grano, pero nada de poner las cosas sencillas. Venditti demuestra una gran capacidad para desarrollar a los personajes con los diálogos justos, así vemos como uno de los miembros de La Vid está muy apegado a la Tierra y decide traicionarlos ayudando a Aric para evitar una invasión, Ninjak no tarda en ponerse de su lado y todo ello con unos argumentos breves pero intensos.

Ni que decir tiene que es un arco plagado de acción, como lo fuera el primero, que hará las delicias de todo seguidor del mundo del cómic. Aquí Aric, básicamente, es el detonador de una conspiración que acabaría con la conquista de la Tierra, pero todo se resuelve gracias al traidor de La Vid y a los conocimientos de Ninjak, ya que X-O Manowar en estos momentos es más un cañón capaz de destruir a quien se ponga delante que un ser pensante. ¿Qué significa esto para Aric? Pues este arco, además de traerlo a la actualidad, lo que hace interesante al personaje, sirve para que comience relaciones que serán muy importantes para él en un futuro cercano.

Pero si hay que hablar de desarrollo son los miembros de La Vid los que se llevan la palma. El traidor, Alexander, se alza como co-protagonista de este arco y por fin vamos entendiendo más sobre la estructura jerárquica de los alienígenas, haciendo patente la mala relación entre la facción militar, que quiere destruir la armadura X-O Manowar, y la religiosa, que comienza a tontear con la idea de que Aric pueda ser el elegido para salvarlos.

Cambiamos de arco y de dibujante, pero hay cosas que matizar. La última historia que contiene este tomo se puede dividir en dos partes, es un arco de seis números, llamado Planeta Muerte, en el que los dos primeros hacen de precuela. Todo parecía indicar que esta historia nos iba a contar la parte en la que La Vid trataba de invadir la Tierra, pues no, eso es el preludio. Venditti va a tope y se marca una historia tremenda en dos números, donde Aric se reencuentra con su mejor amigo y aliado, se ve con su carcelero y, tras la victoria, se lanza al espacio a atacar a sus enemigos, viajando a su planeta de origen. Como dibujante tenemos a Trevor Hairsine, autor de Divinity que participará en futuras historias de X-O Manowar. Hairsine sigue la línea de los dos autores anteriores pero un poco peor, está lejos de su trabajo actual, se ve que le faltaba evolucionar hasta lo que es ahora, pero se acopla bien a la calidad del tomo y consigue que la acción esté muy bien reflejada.

Para el grueso de Planeta Muerte, los últimos cuatro números del tomo, regresa Cary Nord y lo hace por todo lo alto, mejorando lo que ya había hecho en los primeros capítulos, páginas y viñetas que meten totalmente en la historia. Con esta parte ya en la mano podemos decir que este primer volumen de lujo tiene un dibujo muy bueno, que consigue transmitir las ideas que se reflejan en el cómic, que narra la acción perfectamente en todo momento, pero, sobretodo, que queda muy adecuado con el estilo que se le quiere dar al personaje, consiguiendo un cómic nada convencional.

La aventura espacial de Aric termina aquí, con su llegada a Loam para vengarse de La Vid, pero una vez está en el planeta se encuentra muchas sorpresas. El primer número es espectacular, consigue darnos el punto de vista de La Vid a la vez que pone a Aric como el invasor que llega de lejos para acabar con su mundo. Los autores realizan un enorme trabajo creando la mitología de los malvados extraterrestres, que resultan ser una sociedad de conquistadores precisamente por sufrir un ataque en el pasado que casi acaba con ellos convirtiendo a gran parte de sus habitantes en esclavos, cerrando con esta entrega un círculo que se antoja infinito si nadie lo para. Venditti sigue rápido pero sin caer en lo fácil, las batallas se disputan en pocas páginas, haciendo que prime el diálogo y los cambios de bando como estrategia, haciendo que el propio Aric vaya cambiando de opinión según avanzan los números, pasando de fuerza destructora, a fuerza liberadora, para acabar como un símbolo con el que los miembros de La Vid transformarán su sociedad hacia lugares más justos. Los personajes, las situaciones y la historia de Loam están muy trabajados, algo que se nota en cada página pues es una historia que ofrece forma y fondo continuamente, sin parar en detalles absurdos, sin enrollarse. El último arco, lejos de decaer, se alza como el mejor del tomo.

Lo que resulta más llamativo de este tomo es que se puede tomar como una historia completa. Narra el origen de Aric, su venganza, el rescate de su pueblo, explica lo mínimo necesario sobre los enemigos, da sus vueltas de tuerca y acaba, dando un final que cualquiera que se quiera acercar a esta serie podría dejarlo ahí y no leer más, es una obra redonda. Pero Venditti se queda aquí durante 50 números (lo que en España serán 5 tomos de Lujo de los que ya han salido 3) y va dejando los suficientes flecos como para que la historia siga resultando atractiva, con este nivel ¿cómo leerse solo el primero?.



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