Javier Vázquez Delgado recomienda: Jupiter’s Circle 2

Edición original:Jupiter’s Circle Vol 2 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Mark Millar.
Dibujo:Wilfredo Torres y Chris Sprouse.
Portadas:Frank Quitely.
Formato:Tomo en tapa dura, 152 páginas.
Precio:20€.

Hace unos pocos meses, concretamente en Marzo de 2019, hablábamos aquí del Volumen 1 de Jupiter’s Circle, al tiempo de su edición en España, y es que en la redacción de Zona Negativa, está claro que tenemos opiniones muy encontradas y dispares en torno a la figura de Mark Millar, pero no se puede negar que ya sea por amarlo o por criticarlo, no solemos perder la ocasión de hablar de cuantas obras se publiquen en territorio USA o patrio guionizadas por tan controvertido autor.
Quien esto escribe, es un redactor que ama a Millar tanto como lo odia, en función de la obra concreta y de la calidad que considere que dicho producto tiene o de las sensaciones que el mismo despierte en mí. En el caso del Universo que surgió con la llegada de Jupiter’s Legacy, considero que estamos ante una de las más curiosas y mejores reinterpretaciones del género superheroico de los últimos tiempos.

Y es que, no resulta nada fácil generar obras de interés dentro de dicho género cuando el mismo está tan manido y tan repartido entre los principales universos que los tratan (con Marvel, DC y Valiant como editoriales principales), siendo más difícil crear interés con personajes no tan conocidos, por mucho que los mismos se basen como es el caso de esta obra y de sus predecesoras, en ideas, personajes y conceptos procedentes de las editoriales ya mentadas, circunstancia que el autor no trata de ocultar en ningún momento, si no que de hecho, y como es costumbre en Millar, resalta a todas luces para que casi cualquier lector sea capaz de darse cuenta de el lugar procedencia de las inspiraciones y homenajes efectuados por el autor.

Jupiter’s Circle es una obra que funciona como precuela de Jupiter’s Legacy, aquel cómic dividido en dos volúmenes que representaba el paso de la edad de oro a la de plata y después a la edad de bronce de los cómics de superhéroes, o lo que es lo mismo, el paso de la grandes de los semidioses que pueblan la tierra y la protegen, a los dramas humanos y mundanos de la siguiente generación de superpoderosos (pero no exactamente héroes) que tratan de lidiar con sus problemas, entre los que obviamente se encuentra el peso de un legado intachable e inmaculado encarnado por sus antepasados.

Pues bien, como ya decíamos en la anterior reseña, dedicada al primer volumen, o lo que es lo mismo, a la primera mitad de Jupiter’s Circle, Millar una vez nos había convencido de que Utopian, Brainwave y compañía eran héroes clásicos de las edades de oro y plata, prácticamente puros y sin pecados previos (lo que envidentemente, en personajes como Brainwave ya se veía que no era del todo así), decide contarnos la verdad sobre esa supuesta tarta de manzana intocable que formaban los héroes de la primera oleada.

De este modo, se nos muestra como tras esos faros morales supuestamente intachables se ocultan personajes que tienen miedo a salir del armario y que llegan a traicionar a sus amigos por estar chantajeados por el FBI, héroes de brillante y ondeante capa que son capaces de dejar a su mujer e hijos por un amorío sorpresivo encarnado por una muchacha más joven… y aquellos pecados innobrables que han llevado a personajes a priori justos y buenos como Skyfox a abrazar el lado del crimen.
Asi, por fin sabremos qué fue lo que hizo que Skyfox abandonara el grupo (buscando movimientos culturales que le llenaran más allá de un gobierno que no responde a las necesidades de un pueblo que se siente oprimido y atacado bajo un modelo moral y político anticuado) y acabara conviertiéndose en un villano. Finalmente, podremos ser testigos de dónde se fundamenta el odio entre

Brainwave y Skyfox, y qué detonó la guerra entre ellos dos y por extensión, entre Skyfox y Utopian quienes hasta ese momento eran los mejores amigos, separados por la traición y las circunstancias.

En cuanto al dibujo, ya decíamos en el análisis del anterior volumen, que Frank Quitely se limitaba en este caso a ejercer de portadista, siendo el genial Wilfredo Torres quien se encargaba de ilustrar los interiores, para lo que cuenta en este caso con la ayuda de genial Chris Sprouse que añade su granito de arena a una obra que aumenta su calidad gracias al dibujo y que resulta muy interesante en su lectura.

El trabajo de ambos dibujantes es francamente bueno, y da esa sensación de mundo ideal que escondía una realidad mucho más dura, lo que casa a la perfección con el que el guionista nos quiere contar y con la idea de la década de los cincuenta estadounidense que generalmente se suele tener hoy en día.

Por el momento, no existen en USA más obras sobre este particular homenaje superheroico de Mark Millar, pero sí que sabemos gracias a la alianza entre el autor y el canal de streaming Netflix, que es es inminente que muy pronto veamos a sus protagonistas representados en la pequeña pantalla. En el horizonte queda todavía hoy pendiente la continuación de la historia principal, la cual se anunciaba al final del tomo dos de Jupiter’s Legacy y sobre la que nada se sabe, siendo de todas maneras muy común en Mark Millar que anuncie continuaciones a sus obras que por una razón o por otra, muchas veces se quedan en nada o llegan mucho más tarde de lo esperado.



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