Javier Vázquez Delgado recomienda: Liga de la Justicia #10-12

Edición original: Justice League núms. 13 a 18 y Justice League Annual núm. 1 USA (one-shot) USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: James Tynion IV, Scott Snyder.
Dibujo: Guillem March, Jim Cheung, Stephen Segovia, Daniel Sampere, Juan Albarran, Pasqual Ferry.
Entintado: Juan Albarrán, Walden Wong, Mark Morales, Pascual Ferry.
Color: Adriano Lucas, Tomeu Morey, Wil Quintana, Arif Prianto.
Formato: Grapa, 48-88 págs. A color.
Precio: 3,25 – 7,25 euros.

Con estos números se cumple el primer año de la serie en España, focalizando toda su atención en los mayores héroes y heroínas de DC, siendo escaparate para las mayores amenazas posibles para la humanidad… o todo el universo, ya que en manos de Snyder, la Liga ha pasado poco tiempo en la Tierra y mucho recorriendo galaxias para hacer frente a las consecuencias desatadas tras la rotura del Muro de la Fuente, ese final universal que marca el punto sin retorno dentro del Universo de ficción de DC.

La serie no se ha movido apenas de su planteamiento inicial, con una historia más grande que las propias historias, con ideas a diestro y siniestro que saturan los sentidos por el constante bombardeo que se aglutina en cada número. Las ideas, los conceptos que se quieren trata y desarrollar son muy potentes, con grandes posibilidades, pero Snyder (con Tynion como escudero) se empeña en contarlas todas a la vez, provocando una tremenda indigestión argumental.

Y eso hasta llegar a estos números en los que Snyder cede el guion a Tynion. Y se nota, vaya que si se nota. Se sigue inmerso en esa totalidad argumental, pero las ideas se suministran de forma más ordenada, más paulatina, haciendo que la historia fluya más líquida a ojos del lector. Un lector que accede de manera orgánica a los primeros números en los que, si existe un acercamiento real a los personajes, buscando no mirar tanto hacía fuera y centrar más la atención más en el enrome universo interior que atesoran los miembros de la Liga, tanto la de la Justicia como la de la Condena.

Pero vayamos por partes.

En estos tres números suceden tres acontecimientos bien diferenciados. Por un lado, se continúan narrando las aventuras o más bien desventuras de la Legión de la Condena, el grupo de villanos que persigue hacerse con la Totalidad y que ve como sus filas se ven reforzadas con la llegada de un nuevo e inquietante miembro. Una historia que se centra en el estudio de los egos, del choque de dos mentes brillantes, malvadas, monstruosas, que amenaza con romper una alianza ya de por si débil.

Un número dibujado con el potente estilo de Guillem March, que se desata gráficamente no solo en composición de página, sino en expresividad facial, siendo todo un festival lo que despliega ante los ojos del lector.

El siguiente arco puede que sea uno de los más interesantes de los narrados hasta el momento, algo que dado el nivel tampoco es que sea un logro especialmente reseñable, pero es indicativo de que la tendencia se ha invertido.

La atención se centra en Hawkgirl y en Thanagar, el mundo halcón receloso de todo y de todos, donde se esconden profundos secretos que no solo afectan a la propia Hawkgirl, sino también al Detective Marciano. Un trabajo en el que Kendra y la aparición de una halcón muy especial, generan un sin fin de dudas alrededor de las preguntas y las respuestas que este arco quiere responder.

Los descubrimientos que se hacen visibles en este arco llegan de manera que se asimilan con facilidad, con grandes sorpresas repartidas a lo largo de la trama, donde tanto Kendra como J´onn, están destinados a enfrentarse a revelaciones que no han de ser especialmente agradables. Tynion sabe conjugar muy bien el objetivo de la historia con el fino arte de la caracterización, algo que ya dejó muy claro en su etapa en Detective Comics. Ese toque, vamos a llamarlo humano, es lo que hace de este arco un oasis en medio del desierto, un soplo de aire fresco, que destaca y permite poder volver a sentir algo por esta serie.

Gráficamente este arco disfruta de un acabado muy elegante gracias al trabajo que desarrolla Stephen Segovia, que cumple con pulcritud en su labor de narrador visual.

El siguiente paso es llegar al ansiado “desenlace” de lo que se ha estado contando desde el ya lejano primer número de la serie. Un desenlace en falso, pero que ayuda a dar un salto argumental y que se sumerge de lleno en el que es uno de los mejores números de la serie, el primer anual de la colección.

En este punto, y antes de comentar lo que da de sí el anual, hay que hablar, por encima de la parte argumental, el trabajo de Daniel Sampere, que asume el reto de plasmar una historia de enorme magnitud permitiéndose poner el listón gráfico de la serie a otro nivel.

Y por fin el anual, un número dividido en dos historias, adecuadamente unidas, que se centran en la figura de Luthor, dibujada, la primera por Jim Cheung y la segunda, continuación de lo narrado en el número 10 de ECC, por Pascual Ferry, al que siempre es un placer poder ver de nuevo en un cómic de superhéroes.

La primera parte, escrita en solitario por Snyder es un ejemplo de como Snyder brilla cuando no persigue quimeras, ni pierde el objetivo claro de la trama. Aquí esta centrado, certero y muestra una eficacia muy audaz en contarnos una historia de Luthor y J´onn, muy al estilo de lo visto en la película de los años 80, Enemigo Mio, donde en un entorno hostil, dos enemigos se ven obligados a colaborar para sobrevivir.

Snyder construye una historia de confesiones, de revelaciones, de giros cargados de retrocontinuidad, para montar un escenario que funciona y acoge al lector que, por primera vez en mucho tiempo, se siente querido por el guionista. Ojalá hubiera más de esto en la serie regular, un Snyder comedido que llevara a la Liga por caminos más sencillos, que no simples.

En la segunda historia, también escrita en solitario por Snyder, se retoma a la Liga de la Condena y sus enfrentamientos internos, repitiendo la formula vista en el número 10, en el que de nuevo se asiste a un choque de inteligencias de magnitud incontrolable. Una historia que viaja en el tiempo y recorre la vida de Vandal Savage y que ayuda a poner muchas piezas en su sitio y asentar algunas ideas que andaban desperdigadas sin saber muy bien en que iban a quedar.

Tres números que vuelve a encender, débilmente, la llama de la esperanza en la serie y que para todos aquellos que se estuvieran planteando dejarla, tal vez les convenza lo suficiente como para quedarse un poco más.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas populares