Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC – Flashforward #01

Edición original: Flashforward #01.
Guión: Scott Lobdell.
Dibujo: Breth Booth.
Entintado: Norm Rapmund.
Color: Luis Guerrero.
Formato: Grapa, 2 páginas, color.
Precio: 3,99 $.

Se acabó Héroes en Crisis y tras uno de los finales más impactantes y polémicos del año, tocaba mirar a futuro para ver las posibilidades abiertas gracias al trabajo desarrollado por King en la citada miniserie. Posibilidades que se centran, para deleite y preocupación de muchos, en la figura de Wally West.

Este primer número no pertenece a una serie regular, sino a una miniserie, con la que DC pretende poder asentar de forma clara a Wally en el Universo DC post Renacimiento. El Flash de toda una generación ha sido sistemáticamente maltratado desde que Barry volviera de su encierro en al Fuerza de la Velocidad, quedando siempre en un segundo lugar cuando, para muchos, es el Flash definitivo del Universo DC.

Con un conocimiento y acceso mucho más potente a la Fuerza de la Velocidad, Wally es el hombre más rápido del mucho, sin discusión alguna, por lo que esta miniserie se recibe con los brazos abiertos… salvo por el inquietante equipo creativo que se encarga de ella. A los textos esta Scott Lobdell, el hombre que un día capitaneó la franquicia mutante de Marvel y que divide a los aficionados a la hora de valorar su trabajo como guionista, que se une a Breth Booth, un dibujante anclado en los años noventa, anacrónico en su estilo, al que se le concede el privilegio, sin merecerlo, de poder ilustrar estas nuevas aventuras de Wally. Un tándem que produce escalofríos de pánico cuando en la portada se pueden ver impresos sus nombres, en combinación con Wally vestido de Flash…

Este primer número sirve de acercamiento para poner en posición al lector, a los personajes y plantear lo que ha de ser el motor de la trama a lo largo de los seis números que componen la miniserie. Un motor que viene de la mano de un personaje que puede resultar extraño para el lector patrio, ya que su presencia hay que buscarla en la serie, derivada de Noches Oscura, Sideway (inédita por estas tierras), denominado Tempus Fuginaut, que será el encargado de comunicar A Wally la importancia que tiene dentro del Universo DC.

Wally se consume en los remordimientos y pasa los días en la cárcel, hasta que Tempus lo coloca en una posición incómoda, en la que su implicación va a resultar determinante para el futuro del Universo DC. Un planteamiento arriesgado, contundente e intrigante al mismo tiempo, para poner en marcha los primeros pasos de esta historia. Y, sin embargo, aún hay más, puesto que Lobdell se lanza de lleno a profundizar en el multiverso, ese mismo que Grant Morriosn mapeó tan espectacularmente, y que hasta ahora había quedado en un segundo plano salvo en contadas ocasiones.

El cómic solo deja atisbar lo que se puede esperar, pero se lee con interés, dejando el poso suficiente como para querer saber más, gracias, en parte, a su última página, por lo que se puede decir sin duda alguna que cumple con creces con lo que se espera de un número uno. Un primer paso firme y contundente que deja al lector con ansias de seguir descubriendo que se esconde tras los primeros esbozos de la historia. Lobdell no hace un trabajo que resulte brillante en fono y forma, pero si usa hábilmente algunas de las herramientas a su disposición, Wally y el multiverso, con las que poder sacar partido a sus irregulares dotes narrativas.

El gran problema de esta miniserie es sin duda Booth, cuyo trabajo se atraganta desde el primer momento, con una regresión a lo peor de los años noventa, con composiciones de página añejas desde hace ya veinte años. Y aun así se nota un esfuerzo, notable, por intentar ir en nuevas direcciones, sin abusar de las figuras de extrema delgadez, luchando por componer mejor a las figuras en los planos y ganar algo de expresividad. Hay mucho camino por andar, pero es necesario reconocer este pequeño cambio en el estilo del dibujante.

Un número uno que quiere hacer soñar a los aficionados con una era mejor para Wally y que se convierta en el inicio de algo grande y próspero, dejando espacio para que Wally sea capaz de recuperar el trono que le ha sido arrebatado, aunque sea a costa de sacrificar su visibilidad bajo los focos y deba convertirse en un ente multiversal.

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