Javier Vázquez Delgado recomienda: Reseñas DC: Doomsday Clock #11
Edición original: DC Comics.
Guión: Geoff Johns.
Dibujo: Gary Frank.
Entintado: Gary Frank.
Color: Brad Anderson.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 4,99$
No es común en la redacción de Zona Negativa, o al menos en el equipo DC, realizar un seguimiento número a número de una serie que se esté publicando en EEUU. Normalmente, realizamos una reseña del primer número, y quizás al final de la serie escribimos algún artículo de opinión, si resulta verdaderamente interesante o importante para el devenir del universo DC. No tiene además mucho sentido, teniendo las secciones de noticias en las que repasamos la actualidad de DC Comics, realizar este seguimiento, al menos ahora mismo. No obstante, realizamos la excepción en su momento con Doomsday Clock, porque entendíamos que iba a ser capital para el universo DC, y que iba a dar las tan ansiadas respuestas a las incógnitas que dejaba Rebirth, y cambiar todo para siempre. Han pasado dos largos años, y esto se ha cumplido a medias, puesto que sí, las respuestas se nos han ofrecido diez números después, pero dudo mucho de qué tipo de consecuencias van a tener para lo que nos viene ahora.
Evidentemente esto hace dos años no lo podríamos saber, pero aún así, no me arrepiento de cada dos números, alternándome con mi compañero Víctor, estar aquí con vosotros comentando mis impresiones sobre esta colección, que pese a todo, he disfrutado muchísimo, y que tengo la sensación de que todavía no he digerido bien, quizás por esos enormes retrasos de Gary Frank que comentaba Víctor en la reseña del anterior número, que quizás provocan una sensación de apelmazamiento en el lector, y sobre todo, de olvidar la trama y tener que repasarla constantemente, especialmente en una historia compleja como ésta. Estoy seguro de que, cuando la pueda leer del tirón, digeriré mucho mejor la intrincada y lenta historia de Geoff Johns.
Hasta entonces, aún nos quedan dos números por leer, de los cuáles vamos a repasar hoy el penúltimo de ellos, dejando todo listo para la gran final que, esperemos, no tarde tanto en llegar como este onceavo número.
En el número anterior pudimos ver cómo el Dr. Manhattan abandonaba su universo al final de Watchmen para aterrizar en el de los héroes de DC, y cómo desarrolla una obsesión con Superman, al pensar que es el centro de ese universo cambiante. Hasta tal punto que lo modifica muchas veces y crea ese afamado impás de New 52, y que vendría a ser la explicación que ansiábamos y que, por otra parte, ya sospechábamos fuertemente.
Así pues, tras un número excelentemente escrito y narrado por Geoff Johns, con protagonismo absoluto del Dr. Manhattan, empezamos el penúltimo con Alfred buscando a Rorschach, para que ayude a Batman a resolver este entuerto, y a Wonder Woman, como única heroína en la Tierra, luchando contra los rebeldes de Kahndaq, liderados por Black Adam, que pretenden asaltar literalmente la Casa Blanca. Tras el rescate de esta por sus hermanas amazonas, Adam tiene vía libre para cumplir sus planes. Es entonces cuando Superman despierta de su coma y sale a su encuentro, antes de llegar a su destino: el Dr. Manhattan, o él muere luchando contra Superman, o lo hace el universo, según su propia profecía, y eso es algo que veremos en el próximo número.
No es esta trama, aparentemente sencilla, la verdaderamente sorprendente en este número, sino la revelación del maléfico plan de Ozymandias, que cuenta a los retenidos Johnny Thunder y Saturn Girl, que ha orquestado todo para provocar la tensión geopolítica en este mundo con el fin de llevar al Dr. Manhattan de vuelta a su mundo, algo que no ha podido conseguir. Un plan quizás demasiado detallado y pormenorizado por parte de Johns, pero necesario para entender la participación de este personaje en la historia, y que evidentemente aún no ha acabado. ¿Conseguirá Batman o algún otro personaje a la altura de Ozymandias desbaratar sus planes?
Por otra parte, aún tenemos tramas sin resolver, como la de Mime y Marionette, que siguen a la fuga con el Comediante secuestrado, la huida hacia delante de Reggie, todos ellos por cierto absolutamente manipulados por Ozymandias, la investigación de Lex Luthor y Lois Lane, la rebelión de Black Adam, y el enfrentamiento final entre Superman y el Dr. Manhattan, que al parecer además esconde aún a otro personaje oculto tras las sombras del que aún no sabemos nada. Una carta bajo la manga que Johns se ha guardado para tener una sorpresa en el final, ahora ya que, tras la resolución y explicación de la parte complicada de la historia, simplemente queda finiquitar las tramas de los personajes, que, por cierto, son quizás demasiadas para un único número final. Veremos cómo se las apaña Johns. Quizás no haga falta que ofrezca respuestas a todas las preguntas, pero al menos sí un final digno para una serie compleja que todos llevamos esperando mucho tiempo.
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