Javier Vázquez Delgado recomienda: Issak Nº 1, de Shinji Makari y Double-S

Edición original: Issak Nº 1 JAP (Afternoon / Kōdansha, 2017-2019).
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2019).
Guión: MAKARI Shinji.
Dibujo: SONG Ji-Hyoung (Double-S).
Entintado: SONG Ji-Hyoung (Double-S).
Formato: Tomo manga con sobrecubiertas de 212 páginas.
Precio: 8,00€.

“Con el deseo de cumplir una misión personal, un japonés se dispone a iniciar una solitaria batalla en el marco del Sacro Imperio Romano”.

El manga de corte histórico sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país; las editoriales son reacias a los títulos de este género y tampoco parece que sea un aliciente para los lectores. Si se han publicado por estos lares numerosas historias de samuráis, normalmente apoyándose en el nombre de autores consagrados como KOIKE Kazuo, INOUE Takehiko y HIRATA Hiroshi y en lo exótico que nos sigue pareciendo todo lo relacionado con estos guerreros japoneses; pero cuando hablamos de otro tipo de historias ambientadas en otros periodos históricos, latitudes y con mangakas más desconocidos, la cosa cambia. Aunque algo parece estar cambiando. Eso nos gustaría pensar viendo como Milky Way Ediciones apuesta de nuevo por Innocent y Norma Editorial se atreve con la publicación de la presente Issak, un manga enmarcado en Europa, durante la Guerra de los Treinta Años y con un mercenario japonés como principal protagonista.

La premisa puede parecernos sorprendente pero la presencia de japoneses en Europa en una época tan remota como el siglo XVII -aunque no fuese habitual- es una realidad bastante documentada. El guionista MAKARI Shinji comenta algo al respecto de este tema en el epílogo del primer volumen de la serie. En él revela como la idea para Issak le sobrevino después de ver la reproducción de un antiguo mapa europeo del siglo XVII en el que aparecía representado un soldado nipón armado con un arcabuz. Se sabe que por muy distintos motivos cientos de sus compatriotas viajaron al extranjero a principios del período Edo, después del final de la campaña de verano del asalto al castillo de Osaka. La mayoría lo hicieron para vender sus servicios como mercenarios a potencias europeas como Holanda, España o Portugal. Y si bien su destino solían ser las colonias de estos países, algunos de ellos si pisaron el viejo continente y combatieron en él con sus katanas y arcabuces.

Estamos en los años del también célebre Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte, en los primeros compases de la citada Guerra de los Treinta Años que con la excusa de conflicto religioso entre católicos y protestantes puso sobre la mesa los intereses hegemónicos contrapuestos entre Francia y los territorios de los Habsburgo en el que estaban integrados en ese momento el Imperio español y el llamado Sacro Imperio Romano. En este clima de “guerra de todos contra todos” aterriza Issak, un mercenario japonés contratado por Holanda que llega al Electorado del Palatinado al sudoeste de Alemania para ponerse al mando de Fritz Heinrich y ayudar en la defensa del territorio contra los españoles. Pero a su vez Issak tiene una misión personal, cobrarse venganza por el asesino de su señor, un mercenario llamado Lorenzo al que busca en el campo de batalla. La sangre fría de Issak, su extraordinaria habilidad con el arcabuz y la katana lo convertirán en un valioso aliado.

Issak es una obra que lleva actualmente seis volúmenes publicados en Japón donde se publica de forma mensual en la revista Afternoon de Kōdansha. En ella MAKARI Shinji nos ofrece una de esos frescos históricos cuyo principal interés es el contraste de culturas, algo que ya explotó en el pasado con Yugo el Negociador, publicada en nuestro país de forma inconclusa por Ediciones MangaLine y en la que su protagonista viajaba alrededor del mundo a localizaciones tan dispares como Pakistán, Hong Kong o Rusia. En este caso, la confrontación de Issak nos traslada a un pasado más remoto ilustrado por el coreano SONG Ji-Hyoung, más conocido por el sobrenombre de Double-S (Until Death Do Us Part, Blade Note). Esta pareja nos ofrece una obra contundente, llena de ritmo y acción, facilitando al lector la introducción a una historia que pese a sus transitados caminos a nivel narrativo -personaje fuera de su entorno, venganza como motor de la historia, etc- tiene por virtudes su intensidad y su sencillez para retratar un contexto tan complejo como el que maneja.

Esto hace de Issak un manga realmente accesible para todo tipo de público. En él, al igual que ocurre con el Golden Kamuy de NODA Satoru y Vinland Saga de YUKIMURA Makoto, sus autores se sirven de una atractiva ambientación para construir una ficción que navega por las aguas del realismo y la veracidad histórica en compañía de protagonistas con virtudes relativamente sobredimensionadas. No obstante, la propuesta de MAKARI y SONG tiene una escala más humana que las obras citadas, reservando su mayor espectacularidad para las escenas de acción y las gigantescas batallas retratadas con gran crudeza y una parca monumentalidad. Los lápices de SONG Ji-Hyoung destacan especialmente en estos pasajes, poniendo en ellos toda la carne en el asador mientras se muestra más comedido en la hora de escenificar escenas más costumbristas y de situación de la obra. Su compañero NODA consciente de ello favorece con su guion la fuerza de las imágenes de Issak, contando en palabras lo justo y necesario para no entorpecer una narrativa siempre directa y sencilla.

La obra nos va embaucando poco a poco con cada nuevo capítulo, más extensos de lo habitual en otras publicaciones. El primer contacto nos introduce en una trama marcada por su tono bélico, por las batallas entre grandes ejércitos, mercanarios y soberanos déspotas, siempre ajenos al dolor y el sufrimiento que provocan sus aspiraciones. Es un inicio prometedor el de Issak que nos sumerge en un caldo de cultivo a punto de ebullicón y que promete grandes emociones a los aficionados al género y las recreaciones históricas. La obra ya nos deja entrever su apuesta por una acción superlativa y su interés por explayarse en recrear un conflicto en el que no hay aparentes héroes y villanos, solo muerte, venganza y odio. Todo ello es lo que podríamos esperar de una historia de este tipo que tiene como principal valor a explotar los constrastes, los grises que ya se dejan entrever en sus primeros números y que el dibujo sucio y crudo de la obra consigue realzar con acierto. Es viaje de Issak nos lleva a través de la venganza a un pasado que nos escupe nuestros errores futuros.

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