Javier Vázquez Delgado recomienda: Mi amigo Luis
Edición nacional/ España:Reservoir Books
Guión:Carlos Giménez
Dibujo:Carlos Giménez
Formato:Cartoné, 96 Páginas
Precio:17,90€
Tú me prometiste que siempre seríamos amigos…
Mi amigo Luis y otras historias es la nueva obra de Carlos Giménez, como sus últimos trabajos lleva a las librerías de la mano de Reservoir Books. Como en muchas de sus últimas obras Giménez nos cuenta pasajes de su propia vida y de sus amigos. El álbum se compone de cuatro historias con una duración entre las 28 y las 14 páginas.
En sus últimas obras, Crisálida, Canción de Navidad y Punto final, Carlos Giménez se ha despedido de sus alter-egos (Carlitos) en el cómic y de dos de sus personajes principales de juventud como Gringo y Dani Futuro. En estas obras el autor madrileño nos hacía participes de su visión del mundo, marcada por el pesimismo sobre el futuro inmediato al que nos vemos abocados. Sus obras ya sean las autobiográficas, de ficción o cuando adapta libros siempre nos hablan sobre la naturaleza humana. Y sigue haciéndolo en este nuevo trabajo aunque con menos pesimismo y más nostalgia que en los anteriores.
Abre el álbum la historieta que le da título. El argumento es obra de Josep María Beà, ya que se base en una vivencia de su juventud, y es la continuación de la historia El Mozo que apareció en el cuarto tomo de Barrio. En ella vemos su relación cuando era un niño con Luis, un amigo y empleado de su padre en la postguerra, y como acabo de manera abrupta. Es una historia sobre la perdida de la inocencia infantil, algo que te hace crecer, aunque no quieras. También somos testigos de las condiciones económicas precarias de la postguerra. La reflexión final es lo mejor del álbum.
La segunda historia es Crepúsculo, nada que ver con vampiros paliduchos por suerte, y como la anterior es una continuación de una historia publicada en Romances de andar por casa. En ella vemos a un Carlos Giménez maduro que vuelve a quedar con una antigua amante de su juventud. Pero ni el tiempo y ni la vida la han tratado muy bien tras su separación y ha tenido una vida tumultuosa en tanto en lo personal como en lo laboral. Sin duda, estamos ante la mejor historia de las cuatro que componen el álbum.
Julianito es una historia que podría haber aparecido en cualquiera de los álbumes de Los profesionales o de Barrio. En esta historia Giménez nos cuenta una anécdota que vivió con Julianito, un dibujante sin talento y algo caradura, tratando de conseguir que le devolviera un dinero que le había prestado. Sirve para retratar las dificultades para llegar a fin de mes que tenían los dibujantes, aunque no era algo exclusivo de la profesión ya que sucedía en todas, en los terribles años del franquismo y como debían buscarse la vida para poder sobrevivir.
Cierra el álbum Nostradamus una historia similar a las que publico en Los profesionales protagonizada por el grupo de dibujantes de la agencia de Filstrup. La historia más floja del álbum ya que no tiene la chispa de la serie original y deja una sensación de historia ya leida.
En Mi amigo Luis Giménez nos cuenta tres historias sin mucho que ver unas con otras, algo que perjudica a su lectura en tomo. En ellas nos va relatando anécdotas propias y de sus amigos en las que somos testigos de la vida en España en cuatro épocas distintas. No es su mejor trabajo y tampoco le sienta bien la comparación con las historias que continua, supongo que las ganas de cerrar huecos que hemos visto en sus anteriores trabajos han pesado mucho en este. Quizás hubieran tenido más sentido como complemento a un posible recopilatorio de esas series. Pese a todo Giménez sigue demostrando que siempre tiene algo interesante que decir. Además de ser uno de los mejores narradores que ha dado nuestro país.
Reservoir Books hace una edición que sigue con la línea marcada en sus ediciones de la obra de Carlos Giménez. Gran tamaño y reproducción y un diseño que sirve para unificar todos sus trabajos. Cuenta con un prólogo del autor en el que narra la génesis de las historias y su modo de trabajo. Esperemos que sigan muchos años publicando obras del maestro.
Mi amigo Luis resulta algo decepcionante ya que Giménez nos tiene muy mal acostumbrados, son historias que llevan su sello personal pero que no acaban de arrancar. Las mejores son las dos primeras, pero las dos últimas no dejan de ser dos anécdotas sin mucha gracia. Esperemos que en próximos trabajos recupere su alto nivel, si no siempre nos quedará la posibilidad de releer las enormes obras que nos ha ido regalando en su prolongada trayectoria.
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