Javier Vázquez Delgado recomienda: ZN 20 años – Snap por Alberto Benavente
POR ALBERTO BENAVENTE
16 noviembre, 2005 – 5 agosto, 2015
La primera vez que escribí un artículo para Zona, Rajoy -entonces en la oposición- le escribía a Zapatero para consensuar una reforma educativa. Zapatero le contesto, claro, que si quiere bolsa.
La última vez que hice un texto por estos lares el bueno de Rafa Benitez aún entrenaba al Real Madrid y perdía contra el Bayern de Guardiola por 1-0 en pretemporada.
Dos lustros entre ambas escrituras.
En medio de todo eso – una ida, vuelta y de nuevo ida- aquí se habló de cómics, tebeos, películas y de videojuegos. Se entrevistó fuerte a mucha gente buena y hasta algún maestro. Se reseñaron tebeos, se contestaron MUCHAS veces MUCHOS comentarios. Se borraron unos pocos, también. Se escribió y se corrigió mucho código html. Se dijo WTF! cientos de veces. Se dieron algunas exclusivas que no tenían ni en USA y en alguna que otra ocasión hubo alcohol corriendo por mesas mientras se hablaba de tebeos. Y también se cometieron errores.
En medio de todo esto, decía, hubo entre otras la etapa Quesada/Bendis/Millar en Marvel que me pilló de pleno. ¿Lo que más disfruté de aquello? Joder, Invasión Secreta. Civil War también. De calle. De aquello ya no se acuerdan más que 4, pero fue la hostia en su día.
La compra de Marvel por parte de Disney la escribí en el movil desde el autobús de vuelta a casa a eso de las 3 de la tarde. También la muerte de Mike Wieringo me pilló en la calle. Y la de Seth Fisher. Y buscar un momento para pararse a publicar no fue agradable en esos casos.
Slott aún no había ni empezado a guionizar Spider-Man cuando empecé por aquí y bueno, ahora ya tampoco lo hace.
Las redes sociales aún eran incipientes y los foros estaban dando, sin saberlo, sus últimos coletazos. También los blogs, claro. Eso lo fuimos descubriendo todos poco a poco.
Que igual ahora me entra la melancolía, pero recuerdo buenos momentos donde el escribir, desahogarme, quitarme la espina de una razón, decidir de qué hablar y a que darle más o menos cobertura, recuerdo digo, eran un subidón de energía. Un pelotazo a la moral cuando publicabas algo y alguien, ni que fuese una sola persona, te decía que aquello que habíais escrito era la hostia… o una basura. A veces positiva y otras todo lo contrario, claro. Eso era ZN. Así era el asunto. Una comunidad de gente flipada por lo tebeístico y cosas colindantes. Y así pasaba que las frustraciones de unos y otros acaban ‘pegándose’ virtualmente. Y de aquellos barros estos lodos. Que parece que todo crispa.
Sin embargo hay algo en todo esto que nunca he contado y es decir cómo llegué hasta aquí. De donde venía yo. Cual era mi ‘origen de superhéroe’. O de supervillano, según a quien preguntes. Y bueno, era una puta depresión de caballo que me tuvo casi aislado 6 meses de todo y todos.
Let’s talk about it, shall we?
Pocos saben ésta historia y menos aún estaban ahí cuando ocurrió, pero una ruptura sentimental me dejó tan hecho trizas que durante un tiempo no era yo. La cabeza me decía que si toda la vida anterior me había llevado hasta aquello que dolía tanto, igual probar algo diferente funcionaba. SPOILER: NO LO HIZO
Pasé aquella post-ruptura comportándome como si la vida no importase mucho. Todo tenía que ser extremo -la manera de beber, la manera de actuar, la manera de follar- y quizá entonces fui lo más egoísta que he sido en toda mi vida. Hasta que la cabeza dijo que hasta aquí. Y cierren la puerta al salir, que aquí no hay nada más que ver.
6 meses de baja laboral, ataques de ansiedad, diazepams, dormir de día de puro agotamiento y volverse loco pensando de noche. Sin ganas de continuar.
Para cuando llegó ese noviembre de 2005 ya hacía unos meses que estaba en proceso de mejora y me pasaba horas por aquel internet sin redes sociales donde, fíjate tú, había gente hablando de tebeos. De eso que me molaba mucho en su día, que dejé durante un tiempo y que de alguna forma había retomado con ganas por culpa de Morrison y sus X-Men. Paseaba por Zona Negativa de forma compulsiva. Para mi en aquella época era de las pocas cosas donde podía acudir sin temor a daño alguno y donde refugiarme. Leía cada post a fuego. Refrescaba la página de forma compulsiva. Comentaba en aquellos cajones de texto que se perdieron en una mudanza de servidor muchos años después. Comentaba mucho. Tanto sería que llego un mail de Raúl preguntando si quería escribir en la parte de arriba en lugar de la de abajo.
De aquellos primeros meses/años recuerdo varias cosas de forma clarísima. La primera es a David Fernandez diciéndome que escribiese hasta que dejase de pasármelo bien. A fuego. La segunda es a Toni Boix y su interminable amabilidad, manera de ser, su tono, carisma y que pude comprobar cada vez que le veía en persona. La tercera igual parece una chorrada, pero vino de la mano de Juan Gomez-Jurado (Sipes, escribía por aquí también) y fue un consejo sobre el número de biberones idóneos a comprar una vez naciese mi hija.
Me pidió Raúl que para el 20 aniversario de Zona hiciese o una reseña o algo sobre mi etapa por aquí. Creo que casi mejor hacer una reseña de toda ella.
Que ni tan mal, oigan. Ni tan mal.
Felicidades, Zona. Felicidades Raúl.
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